Enviado especial a Nueva York - El ministro de Economía, Martín Guzmán, comenzó hoy una serie de actividades durante una corta estadía en Nueva York, en el marco de los contactos con organismos y acreedores internacionales previos a la presentación de una propuesta de renegociación de la deuda.
En una mañana fría y nublada en “la Gran Manzana”, donde la temperatura no superará los 10 grados en todo el día, el ministro está desayunando con banqueros y empresarios en la coqueta sede de Americas Society y Council de las Américas en Park Avenue, en el Upper East Side neoyorquino.
Con los antecedentes inmediatos de la presentación del proyecto de ley que declara la “sustentabilidad” de la deuda y la baja de la calificación por parte de dos agencias de riesgo crediticio, Guzmán se reunirá también con representantes de organismos internacionales y del mundo de las finanzas. En los encuentros que llevará a cabo en Nueva York, ratificará la voluntad de pago por parte del Gobierno argentino, aunque su auditorio querrá escuchar de su parte precisiones sobre aspectos de la propuesta definitiva que, si se cumplen los objetivos previstos, debería presentarse antes de fin de marzo.
Al respecto, el Premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz -quien a su vez fue profesor del propio Guzmán- advirtió a los acreedores que deberán esperar un “recorte significativo” de sus acreencias, algo que de concretarse diferiría de una propuesta “a la uruguaya”, es decir con extensión de los plazos de pago pero sin quita o con una quita pequeña de capital, como llegó a mencionar, como presidente electo, Alberto Fernández.
Sin Argüello
En este primer periplo americano como ministro, Guzmán no será acompañado por Jorge Argüello, el designado embajador argentino en Estados Unidos, que esta semana tendría la aprobación del Senado argentino luego de haber recibido con celeridad el placet del gobierno de Estados Unidos. Argüello tendría en marzo la reunión con el presidente norteamericano, Donald Trump, que le permitirá el tránsito de “designated ambassador” a “full ambassador” ante Estados Unidos, paso necesario para quien recibió además el encargo presidencial de coordinar las relaciones de la Argentina con los organismos multilaterales con sede en Estados Unidos. Eso abarca, en Washington, al FMI, el Banco Mundial, el BID y la OEA, y en Nueva York a la Organización de Naciones Unidas, amén de think tanks y organismos de lobby como el propio Council que recibe hoy a Guzmán.
La reserva es una de las características de las conversaciones de Guzmán pues, como explicó anoche el presidente, las negociaciones exigen mucha prudencia, para evitar malentendidos y no generar falsas expectativas. En primer término, el ministro participa de un encuentro con bonistas e inversores institucionales organizado por el Consejo de las Américas cuya titular es Susan Segal, una activa mediadora entre empresarios e inversores de Estados Unidos y distintos niveles de gobierno y del sector privado de la Argentina.
Por la tarde, el ministro se reunirá con funcionarios del Tesoro, cuya importancia radica para la Argentina en el poder que Estados Unidos tiene dentro de la estructura del Fondo Monetario Internacional (FMI), con el 16% del poder de voto, reforzado además por la fuerte influencia política e intelectual del subgerente del organismo, el norteamericano David Lipton.
Precisamente, el martes, después de la reunión con los funcionarios del Tesoro, Guzmán tiene previsto un encuentro con el jefe de la misión para la Argentina del FMI, Luis Cubeddu, al que podría acompañar (no está confirmado) el mexicano Alejandro Werner, director del departamento que sigue las economías latinoamericanas y que, además, tiene agendada una presentación en el Council el jueves 30, para hablar, justamente, de las “perspectivas económicas latinoamericanas”. En su más reciente informe, en Davos, el FMI proyectó un débil crecimiento regional, de 1,6%, para 2020, luego de un 2019 de estancamiento, en que el PBI creció apenas 0,1%.
Las gestiones de Guzmán en Nueva York coincidirán con la segunda convocatoria a subastas de Lebad, letras del Tesoro ajustadas por Badlar, luego de un primer llamado que si bien fue considerado exitoso por funcionarios del Ministerio, dio lugar a una baja en la calificación de la deuda soberana por parte de las agencias Fitch Ratings y Standard & Poor’s.
El bono bonaerense
En el marco de las instancias previas a la renegociación de la deuda nacional, cobran también relevancia las gestiones de la provincia de Buenos Aires, que adelantó que incumplirá el pago de la amortización de unos USD 250 millones de bono BP21, cuya cancelación original estaba prevista para hoy.
A pesar de que el ministro de Economía de la provincia, Pablo López, había asegurado el 18 de enero que existían “conversaciones avanzadas” con acreedores que representaban “más del 75%” de esa deuda, los plazos fijados en un primer momento para la aceptación de la renegociación fueron prorrogados hasta el 5 de febrero.
Al respecto, Guzmán dijo el martes pasado, en conferencia de prensa, que la estrategia bonaerense está “coordinada” con la Nación y ratificó que el Tesoro nacional no auxiliará a la provincia como especulaban hasta hace poco algunos acreedores.
El viaje a Nueva York es previo al que el ministro hará en febrero a Roma, donde el 5 de ese mes participará de un seminario de economía que organiza el Vaticano, oportunidad en la que coincidirá con la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva. El Fondo ya ha dicho que está dispuesto a enviar una misión de revisión y negociación a Buenos Aires, que esperaba concretar antes de fines de enero, pero para hacerlo espera una indicación del gobierno.
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