Los precios de los mercados financieros empiezan a asimilar en forma plena la dilación en el tratamiento de la deuda pública, tanto soberana como la de las provincias, ambas con horizonte de reestructuración en el corto plazo.
Así como en enero tanto las acciones como los bonos se inclinaron por el sesgo bajista, el tipo de cambio implícito en las operaciones bursátiles tomó inercia al alza, en un recorrido esperable debido a la inflación, que se mantiene por encima del 3% mensual.
El “contado con liquidación” sondeó el jueves los 84 pesos y superó el valor del dólar “solidario”, es decir aquel al que accede el público con un recargo del 30% y un límite mensual de 200 dólares. Este viernes quedó en $83,45, bien por encima del dólar “solidario”, a $81,87 en promedio.
En un carril disociado de lo que son las paridades alternativas, bajo el alcance de las férreas restricciones a la demanda privada, el dólar mayorista opera con mínimas variantes, apenas encima de los 60 pesos.
El monto operado en el segmento de contado (spot) sumó USD 229,4 millones, mientras que en futuros se pactaron USD 254,2 millones en el ROFEX, donde las posturas para fin de mes cerraron a $60,60, y para marzo a 65,19 pesos.
De esta manera, el “contado con liquidación”, que es el verdadero precio que los brokers financieros atribuyen al peso argentino (reflejado en la cotización implícita del dólar) amplió la brecha con el dólar mayorista a casi 40%, que fue el promedio de la brecha durante el “cepo” de la segunda presidencia de Cristina Kirchner.
“Este aumento era esperable ya que con esta modalidad de adquisición de moneda extranjera se puede comprar sin limitaciones y por lo tanto es lógico que se más caro”, subrayó Ariel Guzmán, analista de Rava Sociedad de Bolsa.
“La oferta de dólares entrantes a través de este mecanismo que fluyó en diciembre se ha secado, y la demanda estructural para extraer los dólares afuera está ejerciendo una presión al alza sobre la brecha. A medida que se amplía la brecha, esto ejerce presión sobre el BCRA, ya que un gran abismo entre el peso oficial y las tasas paralelas estimulan la presión especulativa y empeora las expectativas de inflación”, sintetizó un reporte de Portfolio Personal Inversiones.
Para no desalentar las colocaciones en pesos, el Banco Central anunció que mantendrá estable su tasa de interés de referencia, cuyo piso permanecerá en 50% anual, luego de haber modificado el mecanismo de subasta de las Letras de Liquidez (Leliq) la semana pasada.
La entidad monetaria efectuó dos recortes de la tasa en enero, desde el 55% de fines de diciembre, en el marco del plan del Gobierno del presidente Alberto Fernández de reactivar la economía para afrontar una deuda soberana que asciende a cerca de 100.000 millones de dólares. Desde el 19 de diciembre pasado, el recorte fue de 13 puntos porcentuales, desde el nivel de 63% anual.
El Central procura extender gradualmente la duración de los pasivos remunerados que emite, con las Leliq a 14 días, que se complementan con las ya existentes a 7 días, mientras que limitó la subasta de Letras a los días martes y jueves.
Los analistas de Research for Traders señalaron que “al mismo tiempo, la entidad prepara el desembarco de Letras con vencimientos a 21 días para la semana que viene y más adelante llegarían a un plazo de 28 días”, como las Lebac emitidas hasta 2018 por el BCRA, aunque en este último caso podían ser suscriptas por minoristas, mientras que las Leliq y los Pases pasivos (a un día de plazo) son exclusivos para bancos.
En ese sentido, el stock de pasivos remunerados del BCRA (Leliq más Pases) alcanzó un récord nominal cercano a $1,9 millones el pasado 23 de enero, con lo que volvieron a superar a la Base Monetaria, que subió por encima de $1,7 billón el 21 de enero.
“En este sentido, la explicación del BCRA apunta a que, al mantener la tasa de 50% para el plazo de 7 y 14 días, el rendimiento efectivo que perciben los bancos y, por ende, el costo que paga el Central, disminuye porque se capitaliza en menos ocasiones a lo largo del mes. Así, seguiría reduciendo la tasa efectiva, a la vez que buscaría realizar solo una subasta por semana”, añadieron desde Research for Traders.
Riesgo país y bonos
El riesgo país argentino, en tanto, se estacionó por encima de los 2.000 puntos básicos, como un signo de la incertidumbre sobre la reestructuración de deuda pública que contagia a las valuaciones de los bonos. Este viernes, el indicador de JP Morgan ascendió 85 unidades o 4,3% para la Argentina, a 2.080 puntos básicos.
“Las miradas mantienen foco en las negociaciones de la reestructuración de la deuda, y principalmente, en la provincia de Buenos Aires”, indicó Portfolio Personal Inversiones.
Los bonos en dólares operaron con una caída promedio de 2% en sus principales referencias, con paridades por debajo de 50% de su valor nominal.
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