La fabrica de General Motors de General Alvear bajará la persiana en una semana y dejará de estar activa durante todo febrero. Así lo comunicó la seccional de General Alvear de Smata, gremio con el que se acordó que la parada de planta incluya el pago del 70% de los sueldos de los trabajadores. La empresa anunció que en marzo se iniciará la producción de un nuevo modelo de auto.
“Quedarán sólo algunos trabajadores para poner la planta a punto para comenzar con la producción del nuevo modelo", explicó Marcelo Barros, secretario general de Smata. “En marzo vuelve a trabajar la planta y además debemos sentarnos con la firma para establecer el cronograma de trabajo en primer semestre”, agregó.
Fuentes cercanas a la compañía señalaron a Infobae que que durante febrero “se trabajara en la linea de producción de la planta para avanzar con la inversión que nos permitirá fabricar un nuevo modelo. En marzo se retorna a las operaciones normalmente”.
Barros explicó a medios de la zona que el freno es para “adecuar las líneas para el nuevo vehículo que se va a hacer ahí” a partir de marzo. Entonces, se retomará la producción. Ahí reside la esperanza nuestra de que van a hacer dos vehículos. Si no venden uno, ahora pueden vender el otro", agregó el sindicalista al sitio Infogremiales.
Barros criticó la política del gobierno de Cambiemos y señaló que “hay que agarrar el toro por las astas y arreglársela con lo puesto. Tienen el 52% de impuestos y es una locura. No podes pagar un auto como el Cruze que valía $450.000 y hoy vale $2 millones; o una Tracker que salía $460.000 y hoy vale 1,46 millones”, lamentó.
Según el último informe del Instituto de Estadísticas y Censos (Indec) respecto al uso de la capacidad instalada, el rubro que tuvo el menor uso fue, nuevamente, la Industria automotriz con apenas el 38, por ciento. El sector fue el que se ubicó en el fondo del listado durante, prácticamente, todo el año. La principal consecuencia sería la disminución en las unidades fabricadas por las terminales automotrices.
Eso también se tradujo en los números de la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa) el 2019 concluyó con una caída en la producción de automóviles del orden del 32% respecto al acumulado en los doce meses del 2018. Mauricio Macri había anunciado un plan que proponía producir para el año 2019 750 mil vehículos hasta llegar a 1 millón en el año 2023. El fracaso del programa fue total al producirse el año pasado 314.787 automóviles, según señaló el informe anual de Adefa.
La actividad en General Motors viene siendo modificada. En diciembre, la planta frenó sus operaciones y adelantó las vacaciones del personal. Luego retomó la actividad con el cronograma de suspensiones rotativas vigentes en virtud de un acuerdo logrado a fines del año pasado.
El plan que no pone primera
En los primeros días de enero se presentó un plan integral para la industrial automotriz. La intención del Gobierno, el sindicalismo y las cámaras del sector automotor de darle impulso a la actividad luego de la caída de la producción y las ventas de los últimos años se enfrenta con la necesidad de divisas para la importación de autopartes, en un contexto de “escasez manifiesta de dólares” que representa un cuello de botella para el desarrollo del sector, según el análisis de la consultora Invenómica, que propuso “generar cambios de fondo” en la estructura productiva antes de impulsar un aumento en la comercialización de vehículos.
Con ese panorama, el 17 de diciembre de 2019 presidente Alberto Fernández expresó su apoyo al “Acuerdo Social y Productivo para el sector automotor 2030” presentado por SMATA, la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA), la Asociación de Concesionarios de Automotores (ACARA), la Asociación de Fábricas Argentinas de Componentes (AFAC), y la Comisión Automotriz de la Asociación de Industriales Metalúrgicos (ADIMRA), con el propósito de reactivar el sector para llegar dentro de una década a exportar 1.400.000 automóviles por USD 46.000 millones.
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