En la jornada cambiaria, con un dólar formal que sigue su sendero de estabilidad, cobra relevancia el aumento de los dólares alternativos, es decir, aquellos que no son alcanzados por las restricciones.
Este jueves, el “contado con liquidación” se pactó al cierre a 83,56 pesos, con puntas vendedoras en 83,86 pesos al cierre de las bolsas.
Un valor similar tocó de manera puntual en la semana previa a las elecciones presidenciales del 27 de octubre, pero que no se sostuvo. La rueda bursátil, muy desfavorable para la cotización en dólares de acciones argentinas que se operan en el exterior, presionó al alza de este tipo de cambio implícito.
En el mercado mayorista la divisa de EEUU finalizó a 60,08 pesos. “La pequeña recuperación del tipo de cambio mayorista vino de la mano del empuje de algunas compras de bancos oficiales para atender obligaciones propias”, comentó Gustavo Quintana, agente de PR Corredores de Cambio.
El monto negociado en el segmento de contado (spot) alcanzó los USD 210,5 millones, mientras que en futuros se negociaron USD 129,9 millones en el ROFEX y otros USD 42,2 millones en el MAE (Mercado Abierto Electrónico (MAE). Los contratos para fin de mes terminaron a $60,74, mientras que para fin de marzo se pactaron a 65,35 pesos.
“La pequeña recuperación del tipo de cambio mayorista vino de la mano del empuje de algunas compras de bancos oficiales para atender obligaciones propias”, comentó Gustavo Quintana, agente de PR Corredores de Cambio.
Nicolás Chiesa, director de PPI, refirió que el sendero bajista para las tasas de interés “busca incentivar por ahora sin éxito el crédito. Mientras que la brecha cambiaria –muy ligada a esta política–, se ha incrementado de niveles del 20% a más del 30 por ciento. No descartamos incluso que pueda seguir siendo presionada al alza”.
El Banco Central efectuó entre el 19 de diciembre y el 16 de enero cuatro recortes de la tasa de referencia de las Letras Leliq (Leliq) por un total de 13 puntos porcentuales, para dejarlas en el 50% anual. Esta baja de la tasa de política monetaria se transmite a todo el sistema, con rendimientos en torno al 36% para la tasa Badlar (para depósitos de más de un millón de pesos), y por debajo de 35% para depósitos a plazo fijo a 30 días. Frente a una inflación que no cede de un piso de 50% anual, estos rendimientos lucen negativos en términos reales.
Para Nery Persichini, gerente de Inversiones de GMA Capital, “cuando el rendimiento real del peso es tan bajo, el faro de las expectativas descansa en la cotización libre del dólar. En esas circunstancias, el valor oficial pierde tracción ya que solo sirve para atrasar la competitividad y hacer caer el saldo comercial”.
Persichini recordó que “el spread promedio entre el ‘contado con liqui’ y el oficial durante el cepo anterior fue 40%, aunque marcó picos superiores al 80%”.
El pulso del mercado de cambios lo está marcando el sesgo bajista de los activos financieros argentinos tanto en la plaza doméstica como en el exterior, ante las crecientes dudas de los inversores sobre la implementación de la reestructuración de deuda soberana impulsada por el presidente Alberto Fernández.
“El mercado aún mantiene la incertidumbre sobre cuál será la oferta que propondrá el Gobierno para reestructurar la deuda”, resumieron desde Research for Traders.
El ministro de Economía, Martín Guzmán, anunció el envío al Congreso de un proyecto de ley para la reestructuración integral de la deuda pública, en tanto que la provincia de Buenos Aires informó que extendió el plazo para que tenedores del bono 2021, con ley de Nueva York, en consentimiento para diferir el pago del capital por 250 millones de dólares.
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