Dos renuncias en 10 días; las únicas dos del gobierno de poco más de un mes de Alberto Fernández. La secretaría de Energía, que depende del ministerio de Desarrollo Productivo, a cargo de Matías Kulfas –un sector estratégico por el que pasa desde Vaca Muerta hasta el congelamiento del precio de los combustibles– parece ser por el momento el área más endeble del gobierno, donde se plasman con más dureza internas y tensiones.
Ayer quedó afuera de la estructura Federico Martelli, un joven dirigente kirchnerista que fue precandidato a intendente de La Plata, fundador del Movimiento de Unidad Popular (MUP) y quien ocupaba el cargo de jefe de Gabinete del misionero Sergio Lanziani, secretario del área.
Un día antes, Martelli posteó un sugerente video en Twitter. Allí, Juan Domingo Perón habla de traidores y enemigos de adentro y afuera del movimiento justicialista y de “defensores de intereses”. Claramente, el ahora ex funcionario se siente traicionado por otros integrantes del Frente de Todos.
Hace 10 días, dos después de que saliera en el Boletín Oficial su designación y la misma mañana en la que juraban sus pares, renunció Maximiliano Galli, subsecretario Administrativo de Energía. “Ojalá puedan superarse diferencias personales y enfrentamientos”, dijo en un breve mensajes a sus allegados.
Sector en tensión
“No se puede ocultar el sol con las manos. El único sector que en pocos días tuvo dos bajas importantes es Energía. Eso habla de que allí el contexto no es claro”, reconocen fuentes oficiales.
Martelli es un hombre del Grupo Callao, cercano al presidente Fernández y a Santiago Cafiero. De hecho, está en la primera fila de la foto fundacional de grupo que es usina del Gobierno. “Claro, del otro lado también son amigos del presidente”, destacan las fuentes.
¿Quiénes están del otro lado? Según detalló el sitio especializado en energía Econojournal, donde se publicó la noticia del alejamiento de Martelli, el ahora ex funcionario se fue por esquirlas de la interna kirchnerista en La Plata. Martelli fue precandidato compitiendo con Florencia Saintout, Victoria Tolosa Paz y otros. Tolosa Paz perdió por 700 votos con Saintout –quien luego no pudo en la general con el candidato de Cambiemos, Julio Garro– y desde sectores de la interna platense cuestionaron a Martelli por no haberse bajado de la candidatura en favor de la actual titular del Consejo Federal de Políticas Sociales y esposa de José “Pepe” Albistur, otro hombre muy cercano al Presidente. Resabios de esa interna –y de lo que viene para el kirchnerismo platense, aseguran en la capital bonaerense– son los que dejaron a Martelli fuera de su cargo.
Por qué esas cuestiones no se resolvieron antes de designarlo (aunque aún no lo estaba oficialmente por temas administrativos) es una de las preguntas que se hacen hoy en Energía. Otros creen que esperar solo fue una demostración de poder.
“El clima interno es muy malo. Lanziani no quiere saber nada con el cargo, solo quiere ser candidato a gobernador y eso enoja mucho al Instituto Patria. El sector es estratégico, pero para los medios, no parece que lo sea para el Gobierno, que solo quiere entretener a los inversores. Martelli no tenía función, es alguien que se dedicaba a abrir unidades básicas y fue embajador plenipotenciario con mucho foco en Venezuela”, asegura una alta fuente del sector de los hidrocarburos con llegada a los despachos oficiales.
Hoy en Energía se habla de “apretadas” y se critica la muñeca del secretario, para muchos un “intelectual brillante” pero poco capacitado para conducir el sector. En el entorno de Martelli prefieren el silencio: solo confían en que Fernández no fue parte de la decisión.
La otra renuncia
El viernes 10 de enero, solo dos días luego de su designación formal y mientras su jefe y sus ex colegas juraban formalmente en el piso 9 del ministerio de Desarrollo Productivo, Maximiliano Galli, secretario Administrativo de la secretaría de Energía de la Nación, renunciaba a su puesto.
“Ojalá puedan superarse diferencias personales y enfrentamientos, desde adentro y hacia afuera; y que todos puedan tener la oportunidad de demostrar lo que pueden aportar y más aún, puedan ser debidamente reconocidos por eso”, escribió el ex funcionario, contador de la UCA con un postgrado en Finanzas en la Universidad Torcuato Di Tella y con nueve años como director de PWC. No dio más detalles sobre los “enfrentamientos”.
“Es amigo del secretario, pero no se pusieron de acuerdo con la organización administrativa. No estaba vinculado a la política energética, tiene que ver con un tema administrativo. Su salida no es por ninguna interna, no las hay”, aseguraron entonces voceros de Kulfas. Diez días después, otra renuncia.
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