Comenzó el Foro de Davos, la cumbre que se realiza en la localidad suiza homónima cuenta con la asistencia de los políticos más influyentes del mundo y los representantes destacados de los negocios y está celebrando su 50 edición bajo el tema “Partes interesadas para un mundo coherente y sostenible”.
La presencia argentina en el encuentro será bastante acotada. Luego de que con el ex presidente Mauricio Macri el país pasara de ser el “niño mimado” a un actor secundario, el Gobierno nacional decidió participar a través del presidente de la compañía petrolera YPF, Guillermo Nielsen.
Nielsen participará de un panel que lleva el título de “Más allá de la geopolítica”, donde compartirá ponencias con la titular el titular de la OCDE, Angel Gurri, la Secretaria de Economía del Gobierno de México, Graciela Márquez Colin, la secretaria de la Cepal, Alicia Bárcena Ibarra, el ministro de economía de Brasil, Paulo Guedes y el presidente de Ecuador, Lenin Moreno Garcés.
Con la presencia de Nielsen el Gobierno se asegura la participación en el encuentro pero no lo hace a través de ninguna de sus figura de primera línea. A pesar de que el evento tiene trascendencia en el mundo económico y que, como cumple medio siglo, se plantea con mayor exposición.
Durante el kirchnerismo no hubo presencias relevantes, mientras que, apenas asumió, Macri fue acompañado por Sergio Massa, entre otros; tanto el ministro de Economía Alfonso Prat Gay como el presidente del Banco Central Federico Sturzenegger también participaron. Ahora, el nuevo gobierno parece escoger un camino intermedio.
Por el mundo de los hombres de negocios, están presente en la villa suiza Alejandro, Marcos y Juan Martín Bulgheroni, Saúl Zang, Martín Eurnekian y Sebastián Bagó hijo. Un empresario que suele participar de este encuentro es Eduardo Elsztain, pero señalan que este año no está en Davos porque será parte de los homenajes a las víctimas del Holocausto, en el 75 aniversario de la liberación de Auschwitz que se desarrollarán en Israel y en donde estará presente el presidente de la Argentina, Alberto Fernández.
Pero además de Nielsen y los empresarios la Argentina también estará presente a través de un reconocimiento que otorga el Foro. En el marco del encuentro se reconocerán 100 iniciativas/proyectos de sus socios estratégicos cuyo objetivo es reconocer las contribuciones que el mundo de los negocios hace para alcanzar mejoras en temas sociales.
Entre los proyectos elegidos por el board del WEF está el plan de urbanización del Barrio 31 de Retiro, una iniciativa del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) en la cual KPMG Argentina participa prestando asesoramiento profesional y técnico vinculado, básicamente, al proceso de reubicación de las familias en nuevas viviendas.
Parte de esto también está en las personalidades que confirmaron su presencia. Así que se podrá ver en la pequeña cuidad suiza al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, la canciller de Alemania, Angela Merkel, el primer ministro de Italia, Giuseppe Conte, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el jefe del Gobierno de España, Pedro Sánchez, la presidenta de la Confederación de Suiza, Simonetta Sommaruga, el presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, el primer ministro de Austria, Sebastián Kurz, el presidente de Colombia, Iván Duque, la primera ministro de Finlandia, Sanna Marin, el primer ministro de Grecia, Kyriakos Mitsotakis, el primer ministro de Holanda, Mark Rutte, la primera ministra de Noruega, Erna Solberg, el primer ministro de Pakistán, Imhran Khan, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski.
Los presidentes de las principales potencias mundiales y de los organismos económicos participan de la 50 edición del Foro Económico Mundial
A este grupo se le suman el secretario general de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, la presidenta del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, la presidenta del Banco Central Europeo y “vieja” conocida de la Argentina, Christine Lagarde, el secretario general de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Roberto Azevedo, el secretario general de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), Mohammed Sanusi Barkindo, el secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), José Ángel Gurría y el secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Jens Stoltenberg.
Como inicio del encuentro se conoció el informe mundial del Fondo Monetario Internacional en donde la entidad crediticia proyecta que el crecimiento mundial, que según estimaciones fue de 2,9% en 2019, aumente a 3,3% en 2020 y a 3,4% en 2021; es decir, una revisión a la baja de 0,1 puntos porcentuales para 2019 y 2020 y de 0,2 para 2021, en comparación con las cifras presentadas en la edición de octubre de Perspectivas de le economía mundial (informe WEO).
“La revisión a la baja se debe principalmente a resultados inesperados negativos de la actividad económica en unas pocas economías de mercados emergentes, en particular India, que dieron lugar a una revaluación de las perspectivas de crecimiento correspondientes a los próximos dos años. En unos pocos casos, esta revaluación también tiene en cuenta el impacto del mayor malestar social”, señala el informe.
El FMI prevé un menor crecimiento para América latina por recortes de perspectiva en México y Chile pero asegura que la caída se “compensa” con una mejora de Brasil
En su exposición, Kristalina Georgieva envió un mensaje claro al comenzar diciendo que la recuperación económica es “perezosa” y señalar a las grandes potencias que tiene que estar “listos para actuar si el crecimiento se ralentiza de nuevo”.
Para el caso de América latina, el WTO proyecta que el crecimiento se recupere de 0,1% estimado en 2019 a 1,6% en 2020 y 2,3% en 2021 (0,2 y 0,1 puntos porcentuales menos que lo señalado respectivamente en el informe WEO de octubre). A la hora de explicar esa revisión a la baja el FMI dice que se deben “a un recorte de las perspectivas de crecimiento de México en 2020-21, entre otras razones por la continua debilidad de la inversión, y a una importante revisión a la baja del pronóstico de crecimiento para Chile, que se ha visto afectado por la tensión social. Estas revisiones están en parte compensadas por una revisión al alza del pronóstico de 2020 para Brasil, gracias a una mejora de la actitud tras la aprobación de la reforma de las pensiones y la disipación de las perturbaciones de la oferta en el sector minero”.
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