El Gobierno evalúa permitir que los contribuyentes que traigan su dinero del exterior para no tener que pagar la alícuota del 2,25% en el impuesto a los Bienes Personales puedan invertirlo en proyectos inmobiliarios ante la falta de interés en depositarlo en el sistema financiero local.
Así lo indicaron a Infobae fuentes al tanto de las conversaciones que se desarrollan entre el Ministerio de Economía y la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) en torno de esta cuestión.
La idea es ampliar la finalidad del dinero que los contribuyentes traerían para evitar pagar la alícuota más alta que se fijó en la ley de Emergencia Económica para el impuesto a los Bienes Personales.
Según la ley votada por el Congreso Nacional, este 5%, que debe girarse desde el exterior antes del 31 de marzo, solo puede ser depositado en una cuenta en un banco local, donde debe permanecer hasta el 31 de diciembre.
Si el contribuyente aceptara traer el 5% de los activos financieros declarados en el exterior, entonces pagaría una alícuota máxima del 1,5%.
Cabe recordar que en 2019 el impuesto a los Bienes Personales recaudó unos $ 30 mil millones, por lo que se trata de uno de los tributos con menos peso específico dentro de la recaudación de impuestos nacionales. De hecho, con el blanqueo 2016-2017 el gobierno de Mauricio Macri había contemplado una reducción de sus alícuotas, que luego se revirtió.
Hasta ahora, esta posibilidad generó escaso interés, ya que los contribuyentes de alto poder adquisitivo prefieren pagar una alícuota mayor antes que dejar sus dólares en una cuenta en el país, dada la larga historia de confiscaciones de las últimas décadas.
Generar un incentivo para que el dinero que vuelva al país se utilice en inversiones inmobiliarias podría garantizar un mayor éxito para el Gobierno y, a la vez, ayudaría a sacar al sector de la construcción de su parálisis actual
Los funcionarios creen que el escaso rendimiento que obtienen los ahorristas por depositar sus ahorros en el exterior podría funcionar como un incentivo para la repatriación, sobre todo si esta no se limita a un depósito bancario.
Por este motivo, la nueva herramienta consistiría en que ese 5% pueda destinarse a “actividades productivas” en general o a la construcción en particular, como lo proponen los empresarios del sector, uno de los más afectados por la recesión y por la restricción a la compra de dólares.
Las discusiones que se desarrollan en ambos organismos oficiales no sólo apuntan al fondo de la medida, sino también a su instrumentación jurídica.
Al respecto, algunos funcionarios creen que es necesario que esta modificación se aplique a través de un decreto, dado que la ley le dio un fin específico a la repatriación de capitales, pero otros consideran que alcanza con una resolución general de la AFIP.
Los tributaristas consultados por Infobae consideraron que la innovación podría ser positiva, aunque admitieron que el dinero que reingrese al país será mucho más difícil de controlar.
“Es una buena idea que se puedan utilizar los fondos en inversión en la economía real, mercado de capitales, o inmuebles”, sostuvo César Litvin.
En particular, consideró que serviría para desarrollar “cualquier inversión inmobiliaria en nuevas unidades, oficinas, casas y departamentos, ya que con esta herramienta se mueve la economía real; pero también puede aplicarse para el mercado de capitales, en títulos públicos o para la capitalización de empresas”.
Un colega que prefirió hablar en forma anónima dijo que “la propuesta puede torcer el fuerte escepticismo de la gente a traer los fondos del exterior si quedan inmovilizados en un banco”.
Sin embargo, admitió que “permitir que este dinero se invierta fuera del sistema financiero hará muy difícil su control: ¿quién asegura que la gente no trae la plata, la invierte en un fideicomiso y luego la saca del sistema?”. Este desvío, recordó el especialista, ya se dio en el blanqueo del 2009.
Por otra parte, esta semana se podría conocer la reglamentación de la moratoria para los pequeños contribuyentes y luego la referida a las nuevas tasas de Bienes Personales y a la mencionada repatriación de capitales.
Seguí leyendo: