El presidente Mauricio Macri despidió a finales de octubre de 2018 el buque regasificador que estaba en el puerto de Bahía Blanca. Lo hizo buscando simbolizar el fin de la política energética del kirchnerismo que ese barco representaba porque era el que se había utilizado para las importaciones de gas durante diez años.
Pero esa imagen de un buque que convierte el gas en líquido para que sea transportado por los mares nunca se fue de la Argentina. Cada cuatro meses aproximadamente se realiza un nuevo llamado para el “alquiler” de dos buques de este tipo para que sean operados en el puerto de Bahía Blanca y de Escobar. Y, según pudo confirmar Infobae, hay uno en el puerto de Escobar que tiene contrato hasta 2024 y que nunca dejó de operar. La soberanía energética aún está lejos.
Aunque el ex presiente Mauricio Macri despidió al buque regasificador que estaba en Bahía Blanca, la Argentina nunca dejó de importar gas
“En general son barcos de bandera extranjera que van renovando el permiso cada cuatro meses. En este caso los dos que están operando los permisos vencían el 15 y el 16 de este mes”, explicó una fuente de la industria naval a Infobae.
La publicación de los pedidos de estos buques fueron realizadas por la subsecretaría de Puertos y Vías Navegables de la Nación ayer por la tarde y en ambos casos serán hasta junio. Y cada uno tendrá una función específica.
En la primera de las embarcaciones, que tendrá como destino el puerto de Escobar, las especificaciones señalan que debe ser “apto para la recepción, almacenamiento y transporte y regasificación de gas natural licuado” pero detalla que tiene que tener capacidad para “la regasificación e inyección a gasoducto”.
En el caso del que tendrá como destino el puerto de Bahía Blanca, el pedido señala que deberá ser apto para la recepción de gas natural “en estado gaseoso, licuefacción, almacenamiento y entrega del gas natural licuado producido a buques metaneros”. En el primero de los casos se utilizaría para la importación de gas mientras que en el segundo su función estaría relacionada con la exportación.
Uno de los buques que está solicitando la subsecretaría de Puertos y Vías Navegables se utilizará para la importación de gas y otro para la exportación, pero el que tiene como destino Bahía Blanca también tiene que poder almacenar el fluido por tiempo indeterminado
En el mercado especulan que este nuevo llamado se realiza buscando una solución a un problema que se puede volver crónico este invierto. “En 2019 el Gobierno tuvo la suerte que por un lado porque el invierno fue muy benigno y, por el otro, la caída de la actividad hizo que el consumo de gas cayera. De todas formas el buque que está en Escobar estuvo trabajando a full. Para 2020 el escenario podría ser diferente. La producción de Vaca Muerta es menor, el invierno puede ser más crudo y los contratos de importación con Bolivia pueden sufrir cortes consecuencia de los cambios políticos”, explicaron especialistas.
Quienes entienden que el 2020 la Argentina podría importar más gas -algo que sucede con cierta regularidad en muchos países del mundo porque es menos costos que la construcción de un gasoducto o la importación de combustible fósil- señalan que entre las características requeridas para el buque con destino a Bahía Blanca está la de tener la capacidad de “conservar el tiempo que sea necesario” el gas que en ese caso llega desde Vaca Muerta. “Puede ser que estén pensando en almacenar el excedente de la producción para luego llevarlo a Escobar y ahí reinsertarlo en la red”, explicó una fuente del sector energético.
En algunas áreas de Gobierno suponen que este año por el crecimiento de la actividad industrial y por los conflictos que se puedan suscitar con Bolivia con los contratos de gas por el cambio político y por la escasez de dólares, hará falta tener una provisión asegurada de gas para no tener que sufrir cortes.
Días atrás se conoció que YPF comenzó a realizar exportaciones de gas natural licuado (GNL) desde el puerto de Bahía Blanca con destino a Brasil. El gas provenía de Vaca Muerta y la estrategia de la petrolera es seguir realizando ventas al exterior hasta mayo en que comenzará a dedicarse al consumo local.
Al Gobierno argentino le preocupa la continuidad de los contratos de importación de gas con Bolivia por los cambios políticos y por el costo en dólares que puede llegar a tener
A pesar de que Macri despidió el buque, la nave volvió a los pocos meses al mismo lugar ya que la Argentina aún no logró abandonar en invierno la dependencia del gas extranjero. Básicamente, lo que sucedió es que la partida del buque regasificador que estaba fondeado en Ingeniero White dio lugar a que las importaciones se realizarán por otro puerto, ubicado en el Paraná de las Palmas.
En la actualidad, la estrategia de la secretaría de Energía es que las compras de gas para el invierno que podría necesitar la Argentina se realizarán por el puerto de Escobar.
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