Con diez aumentos a lo largo del último año, los precios de los combustibles, las naftas y el gasoil, se incrementaron en promedio un 41,8% durante 2019. Y aunque en algunos meses hubo incrementos diferenciados, que fueron más altos para las estaciones de servicios de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y más bajos en el resto del país, la brecha de precios entre las distintas zonas del país se mantuvo elevada.
Hoy, cargar nafta en las estaciones de servicio de la Ciudad de Buenos Aires puede costar hasta $6 menos que en otras localidades del país. Mientras que en Capital Federal, el litro de nafta súper ronda los $53,45, en la provincia de Misiones y de Santiago del Estero se paga entre $59 y $59,60. En Entre Ríos, Chaco y Salta, está unos centavos por encima de $58. Y en en resto de las jurisdicciones se mueve en el rango de los $57 por litro.
Los valores extremos de la nafta súper se ubican entre $53,45 y $59,60 por litro
Incluso hay diferencias dentro de una misma provincia. En la ciudad de La Plata, el litro de súper se vende a $54,62 y en Mar del Plata (y otros municipios de la Costa Atlántica) llega a $58,66, más de $4 de diferencia. En todos los casos, la ciudad de Buenos Aires es el punto más barato del país.
La excepción son las provincias patagónicas, que por una ley nacional cuentan con una reducción aproximada del 22% en el precio de las naftas y 12% en el caso del gasoil. El precio más barato para la nafta super se encuentra en la provincia de Neuquén, con $44,68 por litro, según datos recopilados por la Federación de Empresarios de Combustibles de la República Argentina (Fecra).
Presión tributaria subnacional
A las diferencias por zonas también se suma una variación extra en los municipios de la provincia de Buenos Aires que cobran un impuesto llamado “tasa vial” y que se aplica directamente a los precios de venta final en el surtidor. Por eso, la nafta y el gasoil se venden más caros que en las estaciones de Capital Federal, aunque muchas veces estén a pocas cuadras de distancia.
En los municipios de la provincia de Buenos Aires que cobran un impuesto llamado “tasa vial” y que se aplica directamente a los precios de venta final en el surtidor
Es el caso de Ituzaingó impacta en 2% del precio por litro y m3 de GNC; en Vicente López 24 centavos por litro; General Rodríguez 35 centavos por litro; San Fernando y Berisso 45 centavos por litro y 25 centavos por m3 de GNC; Hurlingham entre 27 y 63 centavos por litro según el tipo de combustible; Escobar 1% del precio por litro y 0,90% del precio por m3 del gas; entre otros. “Esto crea una competencia y diferencias de precios injustas entre estaciones de servicio vecinas, sujetas a la voracidad fiscal de la autoridad municipal”, aseguraron desde Fecra.
“Los volúmenes de ventas en las estaciones de Capital Federal, cercanas a municipios que tienen la tasa vial, crecieron mucho en los últimos años. Si vivís en San Isidro y trabajás en Capital, ¿dónde vas a cargar?”, destacó un empresario del sector.
“En Córdoba hay en promedio un 11% de diferencia con los precios de la Ciudad de Buenos Aires. En campaña electoral se había mencionado que se iban a tratar de equiparar todos los precios de la Argentina, que fueran los mismos en el interior y en todas las provincias. Pero las petroleras nos explican que los precios dependen de la distancia y de la cercanía al puerto, pero hay muchas provincias que tienen tanques o tienen oleoductos donde tiene reservas”, dijo Gabriel Bornoroni, presidente de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos de la República Argentina (Cecha).
La incidencia de los fletes
Según fuentes oficiales, las diferencias se deben a variaciones en función del costo de flete (según la cercanía con puertos y refinerías), impuestos provinciales, Ingresos Brutos, impuestos municipales y otros factores relacionados con el mercado. Las empresas petroleras, además, suman como otro factor la relación entre oferta y demanda de cada zona: donde se vende más pueden ofrecer un mejor precio.
“Más allá de las cuestiones impositivas y de provincias que están exentas, el diferencial de precios tiene que ver con cuestiones logísticas. Para llegar al Norte argentino, el combustible sale de Buenos Aires por ducto a Santa Fe, de ahí se embarca en barcazas hasta el Chaco y con camiones cisternas el resto de trayecto. Otro tema es la estrategia comercial de cada compañía. Si tenés o no otra estación de servicio cerca, de la competencia, te podés permitir poner un precio más alto o más bajo”, aseguraron desde una de las empresas petroleras.
Más allá de las cuestiones impositivas y de provincias que están exentas, el diferencial de precios tiene que ver con cuestiones logísticas. Para llegar al Norte argentino, el combustible sale de Buenos Aires por ducto a Santa Fe, de ahí se embarca en barcazas hasta el Chaco y con camiones cisternas
Pero algunos algunos dueños de estaciones de servicios recuerdan que no siempre hubo brechas en los precios. Y aseguran que esto se originó durante la gestión de Guillermo Moreno como secretario de Comercio, cuando se comenzó a controlar los precios de los combustibles. En ese momento, se sospechaba que se daban aumentos menores en la ciudad de Buenos Aires para evitar un mayor impacto mediático y un peso menor en el índice de inflación.
“Las petroleras lo utilizaron luego como estrategia para mejorar sus márgenes o rentabilidad. El punto más barato es ciudad de Buenos Aires”, explicaron en off desde el sector. Y aseguraron que en los municipios del conurbano, donde hay refinerías cercanas -Dock Sud, Campana, Ensenada- la nafta es más cara que en la Capital Federal.
En los últimos diez años, varios legisladores presentaron proyectos para avanzar con un precio unificado de los combustibles para todo el país, pero ninguno prosperó.
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