Dentro del listado de 310 productos que integran la edición 2020 del programa Precios Cuidados aparecen 10 de ellos que estuvieron presentes, con igual presentación, tamaño y marca, en el lanzamiento de la medida, en 2014. Más allá de haber mantenido sus precios en constante negociación con los gobiernos de turno, muchos de ellos han aumentado sensiblemente por encima de la inflación.
Según un relevamiento del economista Gabriel Caamaño, de la consultora Ledesma, existen productos “pioneros” en Precios Cuidados que han aumentado sus precios muy por encima de la inflación general y de la de los alimentos. La comparación fue realizada con el Indice de Precios al Consumidor (IPC) de la Ciudad de Buenos Aires, en virtud de las adulteraciones del IPC nacional, entre productos presentes en ambos programas.
El programa arrancó en enero 2014 con 194 productos y llegó a un máximo de 545 en 2017. Hubo pocos productos que se mantuvieron en el listado sin modificaciones. Entre 2014 y 2020, la pasta dental Odol (90 g) aumentó un 1.467,5%; la sal fina Dos Anclas (500 g), un 723,5%; el jabón en polvo Zorro (800 g), un 852,4%; la cerveza Quilmes de 1 litro, un 725%; las hamburguesas Paty, por 4 unidades, un 552%. En el mismo período, la inflación creció por debajo de esas cifras: el IPC porteño creció 529,4% y el IPC porteño que abarca alimentos y bebidas en forma específica, el 493,3%.
Según Camaño, cada producto puede tener particularidades, en especial por tener insumos dolarizados, que hagan subir su precio por encima de la inflación general, aún con la restricción de Precios Cuidados. Pero las cifras dejan en claro, además, la “cobertura” que las empresas hacen sobre sus precios antes de sentarse a hablar con los funcionarios a elaborar los listados.
El economista explicó a Infobae las limitaciones de esta clase de programas: sin minimizar su efecto, aseguró que no hacen bajar la inflación sino que sirven como un complemento de medidas anti-inflacionarias más profundas: “Cuando hay inflación alta y persistente se pierde la referencia de los precios, se paga cualquier cosa y hay una dispersión enorme aún dentro de comercios similares en el mismo barrio. Esa dispersión es un elemento más que empuja el proceso inflacionario.”
Ni siquiera en 2014 y 2015, con las tarifas y el tipo de cambio ‘pisados’, Precios Cuidados contuvo la inflación. Este tipo de programas no hace bajar la inflación pero si existe algún plan para bajarla, ayuda (Caamaño)
"En los países donde uno va al almacén y encuentra el mismo producto al mismo precio que hace dos o tres años, eso solo ya sirve como referencia. Pero aquí no lo tenemos. En ese sentido, un programa como Precios Cuidados sirve. Pero no deja de ser un complemento”, señaló Caamaño.
“Son acuerdos voluntarios, no contienen a todos los productos ni a todos los canales, ya que abarca solo a supermercados. Sirve para marcar una referencia de precios y arbitrar para que el resto de los productos no se aleje tanto”, agregó.
Advirtió que, pese al pregonado regreso de las primeras marcas al programa, "en los segmentos en que no había marcas líderes, sigue sin haberlas. Las grandes marcas eligen en que casos ingresar. En aceites o harinas, por ejemplo, no aparecen marcas líderes.
El economista explicó que cada empresa que ingresa a Precios Cuidados cede algún margen de sus ganancias a cambio de la escala que implica la publicidad del acuerdo. Cuando la pérdida de ese margen no es compensada con esa publicidad, las empresas salen de Precios Cuidados para recuperar sus precios y son reemplazadas por algún competidor. A lo largo de los años, este fenómeno se ha repetido aún con marcas líderes, como Coca-Cola y Pepsi, o Paty y Swift.
El comienzo de Precios Cuidados llegó tras la devaluación de enero de 2014, con Juan Carlos Fábrega como presidente del Banco Central y Axel Kicillof como ministro de Economía. “Ni siquiera en 2014 y 2015, con las tarifas y el tipo de cambio ‘pisados’, Precios Cuidados contuvo la inflación. Este tipo de programas no hace bajar la inflación pero si existe algún plan para bajarla, ayuda”, dijo Caamaño.
Al respecto, en la actualidad Caamaño ve que el gobierno “apunta a tener las tarifas y el tipo de cambio oficial, el de las exportaciones, sirvan como dos anclas para contener los precios y que en 2020 la inflación desacelere por inercia. Habrá que esperar a la renegociación de la deuda y seguir el nivel de esfuerzo fiscal del gobierno para ver si las anclas son sustentables”.
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