La Argentina obtuvo en 2019 un superávit comercial con Brasil de USD 1.017 millones, el primero en 17 años, como resultado de la devaluación y la contracción del consumo interno, que provocó una caída de las importaciones del 36,9%, de acuerdo con datos difundidos hoy por el Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior del país vecino, a su vez relevados por la consultora Abeceb.
La brusca contracción de las importaciones neutralizó el retroceso interanual del 4,5% en las exportaciones argentinas a Brasil, en el marco de una reducción del comercial bilateral de los dos principales socios del Mercosur.
El año pasado, las exportaciones argentinas a Brasil cayeron 4,5% en relación con las de 2018, en tanto las importaciones disminuyeron 36,9%
El informe de Abeceb indicó que en 2019 la Argentina exportó a Brasil por un total de USD 10.552 millones, USD 501 millones menos que los USD 11.053 millones vendidos en 2018, pero esa merma en las exportaciones no impidió que el año cerrara con saldo favorable, debido al derrumbe de USD 5.581 millones en las importaciones, que bajaron de USD 15,116 millones a USD 9.535 millones.
En diciembre, la balanza comercial bilateral arrojó un superávit de USD196 millones para la Argentina, producto de exportaciones por USD 905 millones e importaciones por USD 709 millones.
Ecolatina analizó la caída de las exportaciones argentinas en diciembre a “la apreciación cambiaria que acumuló nuestro país en el último bimestre” y señaló de cara a los próximos meses que “es importante que la divisa comience a deslizarse en pos de no resignar la mejora cambiaria” registrada a partir de agosto del año pasado.
Por otra parte, destacó los “atisbos de recuperación” de la economía argentina sobre el cierre de 2019, que “posiblemente hayan incrementado la demanda de productos brasileños, así como de la producción local”.
En las exportaciones del último mes del año, los rubros que registraron las mayores contracciones fueron vehículos de carga, nafta, energía eléctrica, alcoholes y derivados acíclicos, polímeros plásticos, trigo integral, malta entera o rota, perfumería, tocador y cosméticos y enzimas.
Por su parte, entre las importaciones de diciembre las mayores caídas se dieron en minerales de hierro, vehículos y materiales ferroviarios, óxidos e hidróxidos de aluminio, autopartes, hierro laminado plano y acero, dispensadores automáticos de papel moneda, tubos de hierro fundido, ferroaleaciones, insecticidas, y herbicidas.
Con este resultado, el superávit comercial del 2019 fue de USD 1.017 millones, con una mejora de USD 5.080 millones respecto de 2018, cuando se registró un déficit de USD 4.063 millones.
El superávit comercial en la balanza bilateral en 2019 fue de USD 1.017 millones y contrasta con el déficit de 4.063 millones de 2018
El último año que la Argentina había cerrado un año con saldo comercial favorable en su intercambio con Brasil fue en 2002, en el que las exportaciones habían superado a las importaciones en USD 2.331 millones.
Desde entonces, el intercambio comercial bilateral fue favorable para Brasil durante 16 años consecutivos, aunque en los últimos meses de 2018 comenzó a revertirse la tendencia en favor de la Argentina, como consecuencia de la devaluación del peso iniciada en abril de ese año, que tornó más caros los productos importados y a la vez, por la pérdida del poder adquisitivo, redujo la demanda interna.
Las perspectivas del intercambio bilateral para 2020 estarán sujetas tanto a la evolución de la actividad económica de ambos países como a la de la paridad cambiaria en la Argentina, luego del considerable salto de la cotización del dólar de los últimos 18 meses.
Al respecto, Ecolatina presentó proyecciones “optimistas” para el presente año, en base a las expectativas de “crecimiento para la economía brasileña, aunque todavía en niveles magros” que al impulsar el consumo interno en ese país favorecería las exportaciones argentinas.
“Concretamente, proyectamos que el saldo positivo se mantendría durante este año y rondaría los USD 1.200 millones, un número nada despreciable en este contexto de fuertes necesidades financieras en moneda dura”, pronosticó la consultora.
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