“Yo quería estar acá en un momento delicado como este, con una crisis económica tan profunda. Es cuando más vale poner el conocimiento al servicio del país y nos sentimos muy cómodos”, señaló el ministro de Economía, Martín Guzmán, durante el brindis que ofreció para los periodistas acreditados en la sala del Palacio de Hacienda.
Llegó acompañado de algunos miembros de su equipo, como el secretario de Política Económica, Haroldo Montagú, el de Finanzas, Diego Bastourre, y su vocero, Ángel Coraggio. Saludó con un beso a cada uno de los periodistas y lo primero que hizo fue enfatizar que el 2019 “termina en una situación de relativa paz” y que seguirán trabajando para que esa estabilización se profundice en 2020.
Luego se dispuso a contestar algunas preguntas. Aunque no dio definiciones respecto de las negociaciones para reestructurar la deuda ni tampoco en qué estado están las discusiones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para repactar el acuerdo “caído”, según reconoció en la última rueda de prensa el propio ministro. “La política será ir comunicando las novedades por escrito o por conferencia en la medida en que las vayamos teniendo”, respondió Guzmán, ante una pregunta de Infobae sobre el avance de las discusiones con los acreedores y sus expectativas de cara al proceso de renegociación.
Sí, en cambio, se refirió a cuestiones más conceptuales y repitió los mensajes que viene dando en cada aparición pública. Al ser consultado sobre las versiones que indican que durante el tiempo de gestión del actual gobierno hubo mayor emisión –se habla de unos $100.000 millones adicionales–, el ministro remarcó que “no se puede pasar a tener superávit de un día para el otro, pero es importante tener una secuencia, y se han tomado medidas para que el déficit no aumente”. Se refirió así, aunque sin mencionarlo, al paquete de medidas de ajuste incluidas en la Ley de Solidaridad y Reactivación Productiva.
“Hay que seguir una secuencia de resultados primarios y externos consistentes con una economía en recuperación y no hay con qué, en este momento, generar una expansión sustancial del gasto porque no hay financiamiento. No quiero recurrir a un aumento de financiamiento por parte del BCRA porque en un contexto como el actual en el que la demanda de activos financieros en pesos ha caído tanto, eso sería desestabilizante”, remarcó Guzmán, quien eligió brindar con agua en lugar de sidra.
Sobre la inflación, señaló que durante la gestión pasada hubo un mal entendimiento de la trasmisión de la política monetaria a los precios, ya que se creía que con una expansión cero de la base monetaria se contendrían los precios y nada de ello ocurrió, sino todo lo contrario. “Vemos que en la Argentina hay una inercia inflacionaria y por eso estamos trabajando en distintas medidas, como el acuerdo de precios y salarios”, remarcó el ministro.
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