La nueva conducción del Banco Central (BCRA) no perdió el tiempo. En su primera reunión de directorio, el mismo día del nombramiento de cuatro de sus cinco integrantes, recortó el piso para la tasa de referencia del 63% al 58% y el rendimiento de las letras Leliq a una semana de plazo cayó los 5 puntos del recorte en una sola rueda. El movimiento fue acompañado de inmediato por las tasas de plazo fijo que ofrecen los bancos a sus clientes, lo que hunde al premio de los depósitos bien por debajo de las expectativas de inflación.
El Banco Nación recortó la tasa que ofrece a plazos fijos online para no clientes del 46% al 42%. La entidad que conduce Eduardo Hecker es una referencia en materia de competencia para captar ahorros de clientes de otros bancos. La tasa que ofrece desde que se creó el sistema en abril de este año tiende a ser la más alta o estar entre las primeras.
En el marco de la caída acelerada de tasas que propiciaron los controles de cambio y el BCRA, el principal banco público ya recortó dos veces el rendimiento que ofrece a los ahorristas minoristas en lo que va del mes. En total fueron 7 puntos porcentuales los que perdió en diciembre.
De la mano de la baja de tasas en el Nación, el resto de las entidades también recortó el premio que paga por depósitos.
El promedio de plazos fijos a 30 días de menos de $100.000 que releva el BCRA cayó a 38,4% el 20 de diciembre pasado. Es la cifra más baja desde marzo de este año. Implica un retroceso de más de 18 puntos porcentuales respecto al pico que marcaron el 30 de septiembre, poco después de que la tasa de referencia rozara el 86% como resultado del cimbronazo financiero posterior a las primarias presidenciales de agosto.
Ese promedio de tasa nominal anual arroja un resultado mensual del 3,12% para los depósitos a 30 días. Rendimiento que está bien por debajo de la inflación esperada para diciembre, 4,4%, y enero, 3,8%, según el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM). Son tasas, en consecuencia, que no alcanzan a proteger a los ahorros frente al avance de la inflación.
A pesar de que las colocaciones bancarias en pesos son una apuesta perdida casi segura, la vigencia de controles de cambio que impiden dolarizarse hace que muchos ahorristas elijan colocar sus pesos a plazo al menos para perder menos. Es así que en los primeros trece días hábiles de diciembre el stock promedio de plazos fijos del sector privado creció 2,8% en comparación con mismo período del mes anterior. El inicio del repunte coincide con la instauración del tope de USD 200 mensuales para atesoramiento, a fines del mes de octubre.
Las colocaciones a plazo también gozan del efecto de fin de año, ya que las tenencias depositadas a plazo fijo en entidades bancarias están exentas del pago del Impuesto a los Bienes Personales.
La pérdida de rendimiento por parte de los plazos fijos tradicionales, mientras tanto, impulsa una alternativa de ahorro que todavía es marginal pero gana adeptos ante picos de inflación. Los depósitos a plazo fijo ajustados por UVA, que pagan la inflación más una tasa, crecen 22,46% en diciembre en comparación con el mes anterior.
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