La existencia de tipos de cambios múltiples es moneda corriente en la Argentina desde la caída de la convertibilidad. Cuando el gobierno de Eduardo Duhalde volvió a apelar a las retenciones a las exportaciones como un instrumento central para mejorar los ingresos fiscales, los productores del agro empezaron a percibir por sus ventas beneficios en dólares por debajo de los precios del mercado de las materias primas.
Esta situación tuvo numerosas variantes en las últimas dos décadas. El impuesto del 30% creado para la compra de moneda extranjera “sin fin específico” no hace más que agregarle un nuevo capítulo a la saga de “desdoblamientos” del tipo de cambio en los que Argentina hace escuela a nivel mundial.
En estos días proliferaron los análisis de economistas sobre los dólares diferenciales que convivirán a partir de ahora con la Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva en el Marco de la Emergencia Pública.
El tipo de cambio más bajo será el percibido por el agro y el más alto, el que pagarán los ahorristas. Hay más de una decena de tipos de cambio diferenciados. Entre ellos se pueden identificar:
Dólar soja, $40,20. Para los productores del complejo oleaginoso desde el grano a los derivados industriales, como aceites, harinas y residuos, se prevé una retención de hasta 33%. Con una cotización del dólar mayorista al filo de los $60 el neto que percibirá cada etapa se reduce en unos 20 pesos respecto del nivel de referencia.
“En definitiva, a la retención impositiva que se le aplica a los exportadores, se les va a agregar una retención cambiaria, que es la diferencia en lo que verdaderamente vale un dólar –que son los paralelos, más cerca del ‘contado con liqui’- y lo que verdaderamente le pagan en el oficial a los exportadores. Esa sumatoria hoy implica que un exportador de soja va a estar recibiendo un 60% de lo que le corresponde por lo que vendió en el exterior. Y con eso, todavía tiene que pagar todos los impuestos que paga el resto de los seres humanos y las empresas, y también pagar sus costos. Y después, si el clima lo permite, por ahí ganar plata. La verdad que no es la mejor forma de generar divisas genuinas incentivando las exportaciones”, precisó a Infobae Aldo Abram, director Ejecutivo de Libertad y Progreso.
Dólar cereal, $51. Otros cultivos relevantes, como trigo y maíz, el derecho de exportación asciende a 15%. También aplica a las exportaciones de girasol.
A los derechos de exportación se agrega la “retención cambiaria”, que es la diferencia entre el dólar oficial y las cotizaciones alternativas
“Hay muchos tipos de cambio, más los derechos de exportación que también da un tipo de cambio distinto, pero hacia abajo, para el sector agro, muestran una variante de tipos de cambio hacia distintos lados”, comentó el economista Orlando Ferreres. “En algunos casos, como en el campo, disminuye esos precios relativos, entonces actúa negativamente sobre inflación. Son las fórmulas que se están usando para dar un poco de dinero al bolsillo de la gente sin tener que aumentar mucho los sueldos y las jubilaciones, que algo va a haber que aumentarlos. El impacto inflacionario va a haber que esperarlo, pero no esperemos que sea mucho más fuerte que en los últimos meses”, añadió.
Dólar carne, $54,60. A las ventas al exterior de este rubro se le aplicará una retención de 9%. Esta percepción abarca a todos los cortes de carne, animales vivos, pescados, productos lácteos, cabellos, cerdas y tripas, plumas, otros subproductos animales, harinas y sémola, grasas, maní, leña y carbón, madera, lana y algodón.
Dólar Vaca Muerta, $55,20. Con el foco puesto en el desarrollo del campo no convencional del sector energético, el nuevo Gobierno decidió bajar las retenciones a las exportaciones de petróleo, de 12 al 8%. También incluye a exportaciones mineras.
Dólar servicios, $56. Con la vigencia de la retención de $4 por cada dólar exportado por servicios y manufacturas industriales, este tipo de cambio tributa un 6,7% por operaciones en el exterior, lo que reduce cada dólar facturado por este concepto a 56 pesos.
Dólar cereza o de economía regionales, $57. Aunque la Ley de Emergencia Económica no brinda mayores detalles, se establece que la “alícuota para los productos agroindustriales de las economías regionales” no podrá superar el 5 por ciento.
El aporte fiscal diferencial que significa la suba de derechos de exportación, es decir la mayor transferencia de ingresos que podría hacer el sector productor exportador hacia el fisco en el 2020. Y también a rubros deficitarios en materia comercial, con fuerte demanda de divisas, como muchas producciones industriales.
El nuevo esquema cambiario busca eliminar la demanda privada, de modo que el BCRA pueda a comprar dólares muy baratos
Es decir, que la brecha entre los tipos de cambio diferenciados y los 60 pesos del dólar mayorista, que es el que se cursa para grandes transacciones como las del comercio exterior, se la queda el Estado, para disponer de ella y “redistribuir” entre sectores menos competitivos, además de solventar gastos corrientes, ayuda social y pago de la deuda.
Este virtual desdoblamiento no es marginal. Por ejemplo, las exportaciones del agro, circunscriptas a granos y derivados industriales, alcanzan este año unos USD 22.000 millones, casi 5% del PBI.
Dólar importador, $60,92. Para ingresar productos del exterior, en caso de estar autorizada la operación, se mantiene el tipo de cambio de la plaza interbancaria o mayorista, aunque subió la tasa de estadística de 2,5% a 3% del valor de la operación.
Aldo Abram explicó que con el nuevo esquema de cambios diferenciados, “la consecuencia más inmediata va a ser que al sacar a tanta gente que estaba en ese mercado oficial, se va a dejar solamente a los importadores -que hoy importan casi nada por la recesión- y al Estado –que no tiene plata-. Y como oferentes a todos los exportadores y a todos aquellos que están obligados a vender sus divisas –más allá de que les convenga o no-, de modo que el Banco Central va a comprar dólares muy baratos”.
“La Argentina será la economía más grande del mundo que aplica la fallida receta de Tipos de Cambio Múltiples. ¿Quiénes conforman este selecto club? Venezuela, Irak, Cuba, Ghana y Zimbabwe”, reflexionó Diego Falcone, Head Portfolio Manager de Cohen SA.
Para el Grupo SBS, “el impuesto a las compras de divisas, una medida que claramente no persigue un objetivo recaudatorio sino que intenta desalentar la demanda de dólares en el mercado mayorista para salvaguardar las reservas del BCRA”. Apuntó además que "se estará trasladando parte de la demanda de dólares hacia otros mercados y esto se reflejará en el tipo de cambio informal y el implícito en las cotizaciones de los activos financieros. No obstante, es importante recordar que se fijó un ‘precio mínimo’ que se encuentra por encima del ‘precio de mercado’, por lo que la brecha entre el tipo de cambio implícito y el mayorista no tiene por qué escalar al 30% de manera inmediata”, puntualizó el Grupo SBS.
El impuesto a las compras de divisas no persigue un objetivo recaudatorio sino que intenta desalentar la demanda privada para salvaguardar las reservas del BCRA (Grupo SBS)
Dólar bursátil, $73. Es un tipo de cambio legal y tiene sus variantes, como el “contado con liquidación”, el MEP y el dólar cable. Sus precios varían según la especie utilizada para dolarizarse y si esas divisas quedan depositadas en el país o el exterior. Tras superar los $80 en octubre, antes de las elecciones presidenciales, estas cotizaciones ahora promedian un 10% menos.
En el “contado con liquidación” influyó en las últimas jornadas el efecto del aumento del impuesto a los Bienes Personales correspondiente a 2019, pues hay contribuyentes que están repatriando capitales, pasándolos de divisas en el exterior a pesos en el mercado local, lo que redujo el valor de esta cotización bursátil. De esta manera, eluden la percepción de 2,5% por la tenencia del exterior a un 1,25%, que es la alícuota que se paga por contar con la plata en Argentina.
Con el paso del tiempo será inevitable que la demanda de dólares se traslade del mercado formal a los alternativos, con amplia brecha
Orlando Ferreres aportó que “un cierto impacto inflacionario puede tener el control de cambios y tantas diferencias de cambio, porque como es 30% más lo que cuesta algo en el extranjero, eso al tipo de cambio oficial de hoy, que es 63 pesos, nos da $82 por dólar. Después tenemos el informal, que está a $66 por dólar, el MEP o el contado con liquidación, que está también alrededor de ese número”.
Dólar libre, $76,25. Un tipo de cambio en franco ascenso. Confirmado el impuesto de 30% a la demanda para ahorro (acotada por las restricciones a solo USD 200 mensuales), además del turismo y consumos con tarjeta efectuados en el exterior, el horizonte del “libre” supera los 80 pesos.
Dólar ahorro, $82. Queda como el dólar más caro el de atesoramiento, que surge de aplicarle el 30% de impuesto al valor minorista, de $63,10 en promedio. Esta carga también alcanza al turismo y los consumos con tarjeta en el exterior, que significan un déficit de más de USD 5.000 millones anuales en la cuenta de servicios.
“Más que un desdoblamiento cambiario, en realidad en lo inmediato lo que va a hacer es sacar del mercado oficial de divisas a más gente. Al principio del cepo sacaron a las instituciones y a personas físicas que querían comprar más de USD 10.000, después sacaron a los que querían comprar más de USD 200 y ahora lo que están haciendo es sacara todos los que compraban hasta USD 200 y todos los que gastaban en turismo y compras en el exterior con tarjeta de crédito”, agregó Aldo Abram.
“Todas esas operaciones se van a canalizar a través del efectivo, o sea en el ‘libre’ y no con tarjeta de crédito, porque evidentemente es mucho más barato que pagar el oficial más el impuesto. Probablemente, cuando la brecha se incremente lo suficiente pase a haber otro tipo de cambio más adelante, podría llegar a haber algún tipo de desdoblamiento, pero no por ahora”, agregó el economista de Libertad y Progreso.
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