Los jubilados, nuevamente la variable de ajuste del Estado

Los diputados trabajaron estos últimos días intensamente como no lo habían hecho a lo largo del 2019. Hubo sensatas críticas a la falta de trabajo legislativo, uno de los pilares para que funcione la democracia.

El resultado de la aprobación de la Ley de Emergencia es una larga propuesta en torno a quién debe pagar las consecuencias de un país que se ha quedado sin fondos y debe reprogramar sus ingresos. Todo el trámite lleva un nombre: devaluación, palabra odiosa para algunos oídos. Que la tienen que solventar el campo, los jubilados y la clase media entre los más castigados.

De paso, hubo intercambios de grueso calibre, dirimidos con palabras que contenían, como siempre, defensas y cuestionamientos dentro de un ámbito arquitectónico donde debe imperar, teóricamente, el respeto entre las partes.

Por suerte fue anulado el artículo 85 que otorgaba todo el poder al Gobierno que podía disponer de los fondos como se le ocurriera y sin control. El pretexto de las máximas autoridades fue igualar la manera en que gobernó Néstor Kirchner sin informar a nadie.

En medio de todo el procedimiento, el presidente Alberto Fernández siguió las distintas fases del tratamiento legislativo y contestó consultas formuladas por Sergio Massa, a cargo de la Cámara Baja, afirmaron en la Casa de Gobierno.

El que no quiso escuchar nada ni asesorar a nadie fue el ex-presidente Mauricio Macri, quien prefirió viajar con su mujer a Qatar para ver un partido de fútbol. Puede decirse, entonces que el ex-Jefe de Estado -como es sabido- es un devoto admirador de un deporte en tiempos en que se votaba la suerte de gran parte de la sociedad. O eligió dejar de hacer política y dedicarse al ocio o bien fue a recuperar fuerzas y despejarse de tanto ruido político. Respuestas terminantes se desconocen.

¿Pero por qué vuelven a perder una suma importante los jubilados? ¿Deben ser ellos la variable de ajuste? ¿Es imprescindible que sea de esa forma? ¿No había otras sugerencias para hacer a un costado el colapso fiscal? Los fondos de los jubilados, la AnsesNSES, ha venido financiando todos los vacíos de recursos en el Estado.

En tiempos de Cristina Kirchner, cuando el mundo le daba la espalda y no conseguía ayuda externa, la Anses atendió los pedidos, como si fuera una entidad sometida. También lo siguió haciendo en la etapa Macri, aunque con menos asiduidad que en el cristinismo.

No se sabe con claridad total cuántos fondos administra la Anses, mantenida con los aportes de los trabajadores en blanco, en relación de dependencia. Esos aportes también sirven para cubrir los dos millones de personas que nunca trabajaron pero que cobran el monto mínimo. Son los que ingresaron al sistema por una decisión demagógica de Cristina.

Eso sí: en la misma sesión que ya concluyó se confirmó que no serán afectados inicialmente por la suspensión de la movilidad previsional que venía imperando a las jubilaciones, pensiones y haberes de retiro cobrados por ex presidentes, jueces de la Corte Suprema y magistrados y funcionarios del Poder Judicial y los mismísimos legisladores. Aunque todavía no se sabe si no hay más beneficiados por las exclusiones. Faltaría que el gobierno lo aclare.

No le sacaron la "coronita" a quienes están exentos de pagar impuestos. Los jubilados, que no están movilizados ni con protestas en la calle como en otras oportunidades, son una parte de los parias del momento. Hay que sumar a la clase media argentina que tendrá que afrontar incrementos altos en los impuestos.

Si todo sigue así, la escala del marketing que fijan categorías como "clase media alta", "clase media -media" y "clase media sin recursos" se derrumbarán. Habría, por algún tiempo, una clase media que no podría sobrevivir con equilibrio entre los costos educativos, el alto valor de los sistemas de salud, el valor estrafalario de los remedios, el alto costo de vida para alimentar a la familia y el crecimiento de las expensas en los edificios.

Es el campo otro perjudicado, el principal sector productivo que trae dólares de sus ventas al exterior. Le incrementaron las retenciones otro impuesto ,considerado injusto por todas las entidades rurales. Quien salió a contestar esta decisión oficial fue la diputada Elisa Carrió.

Ella puso en evidencia que las mineras son beneficiadas en su producción y exportación, sin ingresos al erario público, en tanto se le toca la herida abierta a los productores del campo.

¿Falta de experiencia o de plan?

A la falta de un plan económico de corto y mediano plazo, hasta ahora sólo trascendieron disposiciones de emergencia. Muchos economistas han salido a cuestionar la falta de experiencia en políticas públicas del actual ministro de Economía.

Sin embargo, si el ministro Martín Guzmán alcanzara a brindar soluciones apropiadas para salir del desbarajuste, su rostro juvenil y su falta de agenda no tendrán importancia.

Por otra parte hay sí incompatibilidad entre lo que el presidente Alberto Fernández quiere congraciarse con los sindicatos con aumentos de salarios por decreto y el estado general de las empresas medianas y las pymes, cuyo nivel económico y financiero es muy deficitario.

Están ausentes en estas horas cómo y de qué manera la administración Fernández se ocupará de la realidad cotidiana. La inflación ha crecido del 27% en 2015 a 54% actual. No se conoce plan para achicarlo. En el mismo período el índice de precios acumuló subas del 300%. La caída del PBI es del 5%. Todavía sigue en lugar desconocido la promesa oficialista de formular un plan económico sostenible, con inclusión social.

Veremos cómo reacciona el poder ya constituido. Llevamos dos años de paralización económica y distintas dificultades. El tiempo que viene es incierto. Habrá que transitarlo con cuidado.

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