La Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva en el marco de la Emergencia Económica dispuso, en materia de de impuestos, que se aumente la tasa de estadística desde el 2,5% a 3% sobre las importaciones, algo que afecta negativamente al sector.
Rubén García, titular de la Cámara de Importadores (CIRA), emitió un fuerte reclamo al gobierno del presidente Alberto Fernández para que avance con medidas para retrotraer esa alícuota y levantar las trabas que afectan al comercio exterior.
En ese contexto, el representante de la empresa de grifería FV consideró que se trata de un mal argumento implementado por el Gobierno anterior. “Me parece un impuesto absurdo. Hay que esperar a la implementación de la ley para ver los detalles”, afirmó.
Cabe recordar que la tasa de estadística que paga la mercadería que ingresa al país, se mantenía congelada en 0,5% desde 1998, y el gobierno del ex presidente Mauricio Macri la subió a 2,5% en mayo a través del decreto 332/2019 publicado en el Boletín Oficial.
La tasa de estadística que paga la mercadería que ingresa al país, se mantenía congelada en 0,5% desde 1998, y el gobierno del ex presidente Mauricio Macri la subió a 2,5% en mayo
A partir de la ley de Emergencia Económica, el Gobierno estableció que hasta el 31 de diciembre de 2020, se determine en 3% la alícuota, “la cual resultará aplicable a las destinaciones definitivas de importación para consumo y a las destinaciones suspensivas de importación temporaria, con excepción de aquellas destinaciones registradas en el marco de Acuerdos Preferenciales suscriptos por la República Argentina, que específicamente contemplen una exención”.
La suba de este impuesto a las importaciones le permite al Poder Ejecutivo ganar algunos puntos de recaudación para alcanzar el equilibrio fiscal.
García cuestionó al Gobierno y remarcó: “Esperaría que empiecen a hacer un análisis y colaboren con el esfuerzo que hace el sector privado. Le pediría que empiece a analizar todas las trabas burocráticas que hay. Que empiecen a trabaja en eso para que haya un comercio legítimo que nos permita competir con el mundo”.
“El país está en un estado en comercio exterior de terapia intensiva. Las grandes líneas de ineficiencia y trabas burocráticas siguen existiendo”, añadió.
En otro orden, reclamó Rubén García, tal como lo venía haciendo con el gobierno del ex presidente Mauricio Macri, que modifiquen los requisitos que estableció la comunicación "A" 6818 del Banco Central que exige un plazo de 90 días para que se cumpla el ciclo de compra venta e ingreso al país de lo que se importa. “Los que exige el Banco Central es de difícil cumplimiento tanto en los aspectos logísticos como en los comerciales”, advirtió.
“El país está en un estado en comercio exterior de terapia intensiva. Las grandes líneas de ineficiencia y trabas burocráticas siguen existiendo” (Rubén García, titular de CIRA)
Para el titular CIRA, más allá del aumento de la tasa de estadística contemplado en la ley de Emergencia Económica, la cual considera absurda, "la problemática que hoy tiene el sector viene arrastrada del 31 de octubre cuando la anterior conducción del Banco Central dispuso la comunicación que estableció un plazo de anticipo de pagos por importaciones de 90 días.
"Con esa comunicación hoy prácticamente no se puede importar del sudeste asiático. Si vos tenes que sacar un anticipo de dinero para pagar tus importaciones y esperar a que la persona que está en el exterior fabrique el producto y te lo venda, tenes solamente 90 días máximo para ingresar el producto, algo que no alcanza", explicó.
Y agregó que es prácticamente imposible que en ese plazo se cumpla el ciclo de compra venta e ingreso al país de lo que se importa. “Se lo venimos diciendo al Banco Central y ahora se lo pusimos en conocimiento a su flamante titular Miguel Pesce”, destacó.
Según García, el sector necesita, para estar confortable, 365 días de plazo. “Lo que está limitando el BCRA con esa comunicación es el desarrollo del país. Mas del 80% de lo que país importa va a la industria y a la producción. Están atando de pies y manos a las fábricas que producen”, advirtió.
El sector necesita, para estar confortable, 365 días de plazo. “Lo que está limitando el BCRA con esa comunicación es el desarrollo del país (Rubén García)
Sostuvo el importador que hace 16 meses que el intercambio comercial las importaciones vienen en caída limpia y que si bien ha crecido el superávit comercial, “la diferencia entre las puntas está dada en la caída violenta de las importaciones”.
Consultado sobre si el tipo de cambio actual se puede retrasar y favorecer a las importaciones en medio de un plan de productividad, señaló: “Ese análisis no es el que yo hago. El dólar es un componente. Pero si no tenes mercado interno, no sirve. De qué sirve un dólar barato si por ejemplo no puedo importar de China”, graficó.
Lo cierto es que el sector importador continúa demandando medidas para aliviar al sector y una reactivación del mercado interno.
Seguí leyendo: