Hans Humes, de 55 años, es uno de los líderes y voceros de los acreedores privados que renegociará la deuda con el gobierno argentino.
Desde su casa en Brooklyn, dijo en una entrevista con Infobae que no habrá un nivel de enfrentamiento similar entre la Argentina y sus acreedores al que se registró en 2005. Además, elogió al presidente Alberto Fernández por ser “pragmático” y al ministro de Economía, Martín Guzmán, por ser “muy inteligente”.
Fundador de Grelylock Capital, ahora maneja su propio fondo de inversión y, aunque participará activamente en la negociación con el país, quiere dejarle lugar a “la gente más joven”. “Ya tengo casi la misma edad que Daniel Marx”, bromea.
El ejecutivo enfatizó que ningún actor de la negociación apostará a la dureza del pasado, ni los fondos buitre, ni el kirchnerismo más duro.
El ejecutivo enfatizó que ningún actor de la negociación apostará a la dureza del pasado, ni los fondos buitre, ni el kirchnerismo más duro
En la entrevista, que respondió mientras a la vez cuidaba de su pequeña hija, Humes afirmó que todavía no es el momento para hablar de una quita aceptable en la deuda, aunque en el mercado algunos ejecutivos den por descontado que el descuento rondará el 30 por ciento.
- ¿Qué opina sobre los primeros días del gobierno de Alberto Fernández?
- Entendemos que pasó poco tiempo desde que asumió el nuevo gobierno, así que queremos que miren primero la situación económica. En todo caso, la herencia no es tan mala como se pensaba, así que hay más lugar para el optimismo. Es importante que la negociación con los bonistas y el FMI se haga de acuerdo a los principios internacionales de buena fe, ya que, de nuestro lado, los acreedores nos acercaremos de buena fe. Entendemos que hay problemas en el país que deben ser atendidos. Pero si la Argentina atiende algunas reformas tiene mucho potencial para crecer.
- Han designado a UBS para que los represente...
- Sí, es un banco con muchas conexiones a nivel local e internacional y su presidente, Axel Weber, es una persona clave en el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, que reúne a los bancos de todo el mundo). Estamos muy abiertos al diálogo que, de hecho, ya empezó de modo informal.
El ministro Martín Guzmán es inteligente, flexible, puede comprometerse y es pragmático
- ¿Cuál es su opinión sobre el inicio de la gestión del ministro Martín Guzmán?
- Guzmán tiene mucha experiencia académica y me sorprende que mucha gente en el mercado no lo supiera: para mí no fue una sorpresa. Estoy contento por las medidas que se adoptaron. El ministro es inteligente, flexible, puede comprometerse y es pragmático. Tiene la edad ideal para manejar esta cuestión. Con más experiencia, Adrián Cosentino y Daniel Marx también pueden aportar mucho.
- ¿Las medidas adoptadas son suficientes para convencer al mercado?
- La clave es que la Argentina recupere su acceso al mercado voluntario; eso tardará de 18 a 24 meses, no antes. Uno puede estar en desacuerdo con algunos ejes, pero la situación es compleja. Además, algunos meses atrás la gente pensaba que la Argentina colapsaría. Eso no ocurrió, hubo una transición ordenada y los argentinos deben estar orgullosos. El lapso transcurrido entre agosto y diciembre generó mucho estrés en el mercado, pero el sistema funcionó: el peronismo estuvo en la oposición y pasó al gobierno sin problemas.
- Algunos cuestionan al ministro por su falta de antecedentes en términos de política pública…
- No comparto esa visión. Lo vi en Columbia y su visión y perspectivas son muy sofisticadas. Como en cualquier caso, siempre hay un trade off. Es inteligente y tiene buenos consejeros.
- Antes de asumir, Guzmán difundió un paper que proponía un plazo de dos años sin pagarles a los acreedores. ¿Lo aceptarían?
- Alguna gente cree que se puede pagar antes, pero entendemos que los pagos al FMI en 2021 y 2022 son muy fuertes. Hay que sentarse y negociar.
- ¿El FMI debe estar involucrado en estas negociaciones?
- La idea de que ellos deben aceptar la propuesta que nos haga el país, no tiene sentido en términos de secuencia. Pero, a la vez, todos quieren que el país vuelva al mercado. Así que debemos asegurar que cualquier discusión tenga acuerdo suficiente de todas las partes.
No creo que se repita el escenario del 2005, cuando hubo muchos litigios, porque ahora el stock de deuda es más bajo, hay cláusulas de acción colectiva y la mayoría de los fondos de inversión son más constructivos que antes
- ¿Aceptarían una quita del 20% o 30% como la que descuenta el mercado en el precio de los bonos?
- Es prematuro fijar un número todavía. Dependerá de la propuesta que haga el país, que debe atender su problema de liquidez. Pero no me guiaría por el precio de un par de días. De todos modos, el mercado desde las PASO hasta ahora subió por la confianza de que el país está en muy buenas manos. No creo que se repita el escenario del 2005, cuando hubo muchos litigios, porque ahora el stock de deuda es más bajo, hay cláusulas de acción colectiva y la mayoría de los fondos de inversión son más constructivos que antes.
- ¿Aún los fondos buitre?
- No va a funcionar del mismo modo. Vamos a manejar para que no ocurra lo mismo que pasó antes. Vamos a hablar con ellos. Además, el humor en las cortes de Nueva York no es el mismo que hace 15 años; no está la cláusula pari passu tampoco. La razón de los conflictos es que la participación en el primer canje, en 2005, fue muy baja.
- ¿Puede demorar dos o tres meses el cierre de la negociación?
- Sí, se puede lograr si nos movemos rápido. En Grecia, con una situación igual o más compleja, cerramos la negociación en poco más de un mes.
- ¿El actual rol de Cristina Kirchner, que tuvo una postura muy dura como Presidente de la Nación con los bonistas, puede complicar el acuerdo?
- Ella es vicepresidenta por decisión de los argentinos. Y es una persona muy inteligente, que puede elegir la postura que quiere. Estuve al frente de 23 reestructuraciones soberanas, siempre en situaciones complejas y nunca observé estos procesos como una cuestión de buenas o malas personas. Ella aprendió y yo también del pasado. Por otro lado, Alberto Fernández es un dirigente muy pragmático.
Estuve al frente de 23 reestructuraciones soberanas, siempre en situaciones complejas y nunca observé estos procesos como una cuestión de buenas o malas personas. Cristina Kirchner aprendió y yo también del pasado
- ¿Usted qué aprendió del pasado?
- Tengo un entendimiento mayor de la situación del país, al igual que otros actores del mercado. Ambas partes cometimos errores en aquel momento. Por ejemplo, el cupón ligado al PBI debería haber sido optativo, no obligatorio; de esa manera, la oferta hubiera valido bastante más y la aceptación habría sido del 95% en 2005. Y la ley cerrojo nos arrinconó demasiado, debería hacer sido más suave. Hirió a casi todos, salvo a Elliott.
- ¿Habrá grupos de presión, como el GCAB, u otros?
- Eso no volverá a pasar de nuevo; fue un resultado de aquella circunstancia en la que no nos comunicamos bien.
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