El ex presidente del Banco Central, Martín Redrado, uno de los economistas que quedó en “lista de espera” del equipo de gobierno de Alberto Fernández, publicó en Twitter un gráfico de cómo quedan los vencimientos de letras de 2020 tras el re-reperfilamiento decidido por el ministerio de Economía.
El gráfico especifica que el cálculo incluye los vencimientos de diferentes tipos de letras, tanto en pesos como en dólares, pero calculados en la moneda norteamericana y “netos del sector público”. La cuenta total resulta en 31.200 millones de dólares, calculados al “tipo de cambio estimado 2020”.
Con el nuevo calendario, el gobierno reduce del equivalente de 21.200 millones a 16.000 millones de dólares los vencimientos del primer semestre respecto de los que señalaba el calendario antes del re-reperfilamiento. Este alivio tiene como contrapartida recargar los vencimientos en la segunda mitad, cuyos meses más exigentes serán agosto, cuando vence el equivalente a 6.200 millones de dólares, el grueso de ellos de bonos y letras en dólares bajo ley argentina, y octubre, cuando deba afrontar otros 4.800 millones, aproximadamente la mitad en bonos y letras en dólares bajo ley argentina, y el resto entre bonos y letras en pesos bajo ley argentina y bonos en dólares bajo ley extranjera.
Los cálculos están hechos a un tipo de cambio “oficial”, que la Fundación Capital estimó en un promedio para 2020 de 78 pesos, llegando a mediados de año a la vecindad de los 75 pesos y cerrándolo en 88 pesos, precisó en respuesta a Infobae el economista Juan Goldman. Los vencimientos más exigentes del calendario re-reperfilado son agosto, cuando vence el equivalente a 6.200 millones de dólares, y octubre, cuando el Tesoro deberá afrontar 4.800 millones
Si bien el Gobierno señaló que el aplazamiento hasta agosto del pago de Letes alcanzaba sumaba 9.000 millones de dólares, la elaboración de la Fundación Capital precisa en 6.200 millones los vencimientos de ese mes. Eso se debe, explicó Goldman, a que el cálculo se refiere a las Letras en manos de inversores privados y excluye aquellas en poder del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de la Anses o del Banco Nación, que serían de aproximadamente 2.800 millones.
Los beneficios
Goldman destacó los dos principales efectos de la medida. El primero es que alivia en unos 3.000 millones de dólares los vencimientos hasta fines de marzo, período que coincide exactamente con la ventana de tiempo que se habría fijado el ministro de Economía, Martín Guzmán, para restructurar la deuda con bonistas extranjeros y renegociar el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, en principio bajo la premisa de postergar por al menos dos años los pagos de intereses y capital.
El segundo es que, al postergar hasta agosto del año próximo los vencimientos de Letes, le da al gobierno la posibilidad de incluir las letras en dólares en la restructuración más amplia que se propone terminar en el primer trimestre del año. Aunque aquí podría, eso sí, diferenciar entre las letras en dólares bajo legislación nacional y aquellas bajo legislación extranjera.
El re-reperfilamiento no sorprendió mucho al mercado, si se tiene en cuenta que los papeles re-reperfilados cotizaban por debajo de la par, respondiendo a la misma lógica por la cual los bonos en divisas bajo ley extranjera se desplomaron en agosto pasado, luego de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) hasta llevar el riesgo país por arriba de los 2.400 puntos básicos, con cotizaciones que incorporaban una alta probabilidad de default.
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