Aunque la entidad monetaria tardó en configurar su nuevo directorio tras el cambio de Gobierno el 10 de diciembre, la llegada de un nuevo presidente, Miguel Ángel Pesce a la presidencia del Central no alteró por ahora la estrategia adoptada a partir del 28 de octubre. De hecho, la intensificó con el objetivo de sumar cada dólar posible a las reservas.
Después de las elecciones presidenciales que consagraron a Alberto Fernández, el BCRA dejó de ser vendedor neto en la plaza cambiaria y pasó a ser comprador hegemónico de la plaza, dispuesta la férrea restricción a la demanda privada, cristalizada en el límite de USD 200 mensuales para atesoramiento.
Desde el 28 de octubre, el saldo neto comprador del BCRA fue de unos USD 3.395 millones
A falta de crédito externo, el Gobierno reconoció las dificultades para cumplir con los vencimientos de los bonos, dado el peso decisivo de las emisiones en dólares, que representan el 80% de la deuda pública bruta, por unos USD 311.287 millones al cierre de noviembre. Sumar reservas para el pago de la deuda es la única salida para evitar un default, aún lanzado el reperfilamiento.
Por eso, el Banco Central empezó a alimentar sus reservas con la participación en el segmento de contado, donde absorbe entre un tercio y la mitad de la oferta mayorista diaria, en un período en el que cobraron protagonismo las liquidaciones de los exportadores, para anticiparse a la suba de las retenciones, en el marco de la Emergencia Económica.
Desde el 28 de octubre hasta el 19 de diciembre, el BCRA registró un saldo neto comprador de USD 3.395 millones, a un promedio de casi USD 92 millones por día en 37 ruedas cambiarias transcurridas desde la consagración del Frente de Todos.
Con el arribo Pese al BCRA, el ritmo diario de compras se aceleró a unos USD 150 millones desde los USD 92 millones previos
Según estimaciones privadas, desde que Pesce asumió en el BCRA el ritmo de compra se acentuó a casi USD 150 millones diarios en promedio. En las siete ruedas transcurridas entre el 11 y el 19 de diciembre las compras habrían sumado unos 1.024 millones de dólares. Es pronto para ver una tendencia y variaciones estacionales de las liquidaciones de exportaciones pueden afectar esta política a futuro. Pero lo cierto es que el nuevo Central toma cada dólar posible.
Este escenario contrasta con lo ocurrido antes de las presidenciales. Con un claro fin electoral, para evitar una escalada aún más violenta del precio del dólar, el BCRA inyectó un total de unos USD 7.460 millones entre el 12 de agosto y el 25 de octubre, obviamente sin un “cepo” estricto como el presente. Y ya en 2018 las ventas en el spot arrojaron un saldo neto de USD 15.973 millones, básicamente por el estrés financiero a partir del 25 de abril del año pasado.
Debido a otros conceptos, como pago de deuda y salida de depósitos en moneda extranjera, el reciente incremento de las reservas se acotó a unos USD 1.059 millones, desde los USD 43.503 millones del 25 de octubre a los USD 44.562 millones de este jueves.
La otra cara de la moneda de esta intervención del BCRA es la importante emisión de pesos que implica. Si bien la inyección de liquidez es un factor inflacionario, el Central aprovecha que el fin de año se caracteriza por contar con una mayor demanda de dinero, por las fiestas de fin de año, el pago de bonos y del medio aguinaldo y la previsión de gastos por vacaciones. Esta demanda puede neutralizar en parte shock inflacionario de este excedente de circulante, que necesariamente debería ser reabsorbido a partir de febrero.
Por la participación del BCRA en el mercado de cambios se emitieron unos $202.495 millones entre el 28 de octubre y el 19 de diciembre. A esto hay que sumarle unos $190.000 millones por adelantos transitorios girados por el BCRA al Tesoro, aún con Guido Sandleris como presidente del BCRA, entre el 21 de noviembre y el 5 de diciembre.
En ese lapso, la Base Monetaria creció unos $248.999 millones o 16,7%, de $1.487.182 millones ($1,49 billón) el 25 de octubre a $1.736.181 millones ($1,74 billón) el martes 17 de diciembre, último dato disponible.
Estrictamente en lo que se refiere a billetes y monedas en circulación, que integran la Base Monetaria y cuya dinámica es la que más impacta en inflación, el incremento en siete semanas se acotó a $137.769 millones o 14,9%, de $923.534 millones el 25 de octubre a $1.061.303 millones ($1,06 billón) el 17 de diciembre.
Seguí leyendo: