El extenso proyecto de ley que el ministro de Economía, Martín Guzmán, explicó hoy en conferencia de prensa dedicó un breve apartado a los préstamos para la compra de viviendas en UVA, es decir, ajustados por inflación.
El texto de la norma enviada por el Ejecutivo establece que el Banco Central de la República Argentina (BCRA) evalúe el funcionamiento de los créditos hipotecarios UVA y su impacto, a la vez que le impone estudiar sus consecuencias negativas atendiendo al “criterio del esfuerzo compartido”.
Esta teoría, avalada oportunamente por la Corte Suprema de Justicia de la Nación, se utilizó para resolver conflictos entre acreedores y deudores luego de la crisis económica de 2001 y la megadevaluación de entonces. Para conciliar posiciones, en especial en contratos no bancarios, la vía del “esfuerzo compartido” proponía una cotización intermedia para el dólar entre el valor de $1 que querían pagar los deudores y el de $3 o $4 que pretendían sus contrapartes.
El proyecto menciona la teoría del esfuerzo compartido, utilizada para resolver conflictos entre acreedores y deudores luego de la crisis económica de 2001 y la megadevaluación de entonces
El artículo 56 del proyecto de ley enviado al Congreso dice: “El Banco Central de la República Argentina realizará una evaluación sobre el desempeño y las consecuencias del sistema de préstamos UVA para la adquisición de viviendas, sus consecuencias sociales y económicas, y estudiará mecanismos para mitigar sus efectos negativos atendiendo al criterio del esfuerzo compartido entre acreedor y deudor”.
Todavía rige el congelamiento de las cuotas dispuesto por el gobierno de Mauricio Macri tras el resultado de las PASO. La medida afecta sólo a aquellos tomadores de préstamos menores a 140.000 UVAs y que hayan tomado el crédito para comprar su única vivienda.
Según los últimos datos disponibles del BCRA, sobre un total de 103.195 financiaciones hipotecarias en UVA otorgadas a personas humanas solamente 705 se encuentran en situación irregular.
La normativa original de los préstamos UVA contempla además la posibilidad de extender el plazo de repago sin aumentar las cuotas en caso de que las mismas se encarezcan un 10% por encima del valor que tendrían si se hubieran calculado en base al crecimiento de los salarios.
Los “efectos negativos” de los préstamos hipotecarios UVA a mitigar, según se señala en el proyecto de ley, no se reflejan en la morosidad. El nivel de cumplimiento de los créditos UVA es muy elevado, por encima del resto de los préstamos. La irregularidad de los hipotecarios UVA llega al 0,5% de la cartera, muy por debajo del 5% del sistema.
Según los últimos datos disponibles del BCRA, sobre un total de 103.195 financiaciones hipotecarias en UVA otorgadas a personas humanas en el sistema financiero (73% generadas por bancos públicos, 16% por privados nacionales y 11% por privados extranjeros), solamente 705 se encuentran en situación irregular.
Seguí leyendo: