Una familia de cuatro miembros que no tiene que pagar el alquiler de su vivienda necesitó en noviembre $37.596 para no caer en la pobreza y $15.098,79 para no ser indigente, de acuerdo con la información dada a conocer hoy por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
Para ese tipo de configuración familiar es el salto más importante del año, con una suba entre octubre y noviembre de 5,5 por ciento. En lo que va del año, la canasta de pobreza registró un aumento de 42 por ciento.
El incremento de la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que marca el límite entre la indigencia y la pobreza, fue del 6,3% respecto de los niveles de octubre, en tanto la canasta básica total (CBT) tuvo una suba mensual del 5,5 por ciento.
Ambas canastas aumentaron el mes pasado por encima de la evolución del Índice de Precios al Consumidor (IPC) del 4,3%, lo que pone en evidencia el mayor peso de los alimentos básicos en la inflación general.
En la medición interanual, las dos canastas registraron una suba del 49,2%, indicó el organismo estadístico nacional.
Las canastas de indigencia y de pobreza aumentaron en noviembre por encima del 4,3% de inflación que para el mismo mes informó el Indec
La CBA se define como el conjunto de diversos alimentos, expresados en cantidades suficientes para satisfacer las necesidades de calorías de un hogar promedio. La CBT, en tanto, incluye bienes y servicios no alimentarios, como vestimenta, transporte, educación y salud.
Por su parte, la Dirección General de Estadística y Censos de la Ciudad de Buenos Aires determinó para noviembre un nivel de ingresos de $37.224,87 para no ser pobre y de $18.476,38 para no revistar en la indigencia, con incrementos mensuales del 5,04% y 5,99%, respectivamente.
En la ciudad de Buenos Aires, una familia tipo necesitó el mes pasado ingresos de por lo menos $58.449,99 para ser considerada de clase media
A diferencia del Indec, que sólo mide pobreza e indigencia, el organismo porteño reconoce seis estratos sociales en su clasificación.
Para noviembre, una familia de cuatro miembros propietaria de su vivienda necesitó en la ciudad de Buenos Aires ingresos entre $37.224,87 y $46.759,98 para integrar el segmento de no pobres vulnerables, entre $46.759,99 y $58.449,38 para revistar en el sector medio frágil y entre $58.449,99 y $187.039,95 para ser considerada de clase media. Con ingresos superiores, la familia del ejemplo pasó a integrar en noviembre los sectores acomodados.
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