Cuáles son las claves para reimpulsar la relación comercial con Brasil

Expertos convocados en la Embajada de Brasil destacaron la necesidad de políticas de Estado y una diplomacia eficaz como pilares para mejorar la relación con el principal socio comercial

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Rosendo Fraga y Gustavo Segré, en la Embajada de Brasil en la Argentina
Rosendo Fraga y Gustavo Segré, en la Embajada de Brasil en la Argentina

Ante las expectativas que generó la asunción del nuevo presidente Alberto Fernández, se llevó a cabo en la sede de la Embajada de Brasil, en el barrio porteño de Retiro, el encuentro “Proyecciones de negocios Brasil-Argentina 2020”, en el que se convocaron a destacados expertos para analizar el presente económico de ambos países y los principales desafíos que se aproximan.

El evento organizado por la consultora especializada en Comercio Exterior y Administración de Empresas Center Group estuvo moderado por el analista internacional y socio director de la entidad, Gustavo Segré, y contó con la participación de Félix Peña, director del Instituto de Comercio Internacional de la Fundación ICBC; Rosendo Fraga, analista político internacional, y Fausto Spotorno, director del Centro de Estudios Económicos de Orlando Ferreres, entre otros especialistas disertantes.

Spotorno y Segré fueron los convocados para analizar las proyecciones económicas de Argentina y Brasil, respectivamente, para el próximo año.

En un momento político complejo con Brasil, los factores personales pueden escalar los conflictos innecesariamente (Fraga)

Fausto Spotorno explicó que los problemas de corto plazo de la Argentina son el déficit fiscal primario y financiero, la falta de financiamiento al Estado y la elevada inflación. “Se observa una caída importante de la demanda de dinero, es decir de la monetización de la economía, lo cual lleva a la aceleración de la inflación”, resaltó.

Además,el economista identificó como problemas estructurales o de largo plazo la elevada presión tributaria y exceso regulatorio, el estancamiento económico (recesión a corto plazo y PIB potencial estancado) y la caída de la productividad.

Por el lado de Brasil, Gustavo Segré planteó que la pirámide económica del país se apoya en tres pilares: superávit fiscal, meta por inflación y cambio libre. “Brasil determinó políticas de Estado hace mucho tiempo y las respeta sin importar quién es el gobierno de turno”, destacó. “Existe una enorme diferencia entre políticas de Estado y políticas de Gobierno. Sin políticas de Estado, no es posible resolver los problemas estructurales de Argentina”, agregó.

Los problemas de Argentina en el corto plazo son el déficit, la falta de financiamiento y la elevada inflación (Fausto Spotorno)

El experto en la realidad de Brasil hizó una comparación entre las principales variables de la economía en 2018 y 2019: bajó la tasa de desempleo de 12,4% a 11,5% de la oferta laboral; la tasa de interés del Banco Central cayó a un mínimo histórico, de 6,5% a 5% anual; y la inflación anual proyectada se reduce de 3,75% a 3,29 por ciento.

Asimismo, el analista de Center Group resaltó el aumento en la cantidad de nuevos empleos netos, de 350.000 contra 831.000 a octubre de 2019; el ingreso de USD 70.000 millones al año por inversiones extranjeras directas, la cuarta más importante del mundo, luego de Estados Unidos, China y Francia; y superávit comercial de USD 45.000 millones previsto para este año. “Estos números demuestran que Brasil se encuentra en un momento sumamente oportuno para tomar demanda de productos de todo el mundo", afirmó Segré.

La lectura política

El cierre del encuentro estuvo a cargo del analista político Rosendo Fraga, quien consideró: “estamos en un momento complejo de la relación bilateral con Brasil y los factores personales pueden escalar los conflictos innecesariamente”.

Brasil determinó políticas de Estado hace mucho tiempo y las respeta sin importar quién es el gobierno de turno (Gustavo Segré)

El especialista explicó que el momento más difícil en el vínculo con el país vecino a lo largo del siglo XX tuvo lugar entre 1906 y 1910 y se desató en gran medida por los factores personales en los liderazgos -el deterioro de la relación hizo que al conmemorarse en Argentina el primer Centenario, no estuviera presente ninguna representación brasileña-. “Revisar ese período es útil para mirar hacia adelante”, sostuvo.

“Hace falta una voluntad política, que es lo que nos va a permitir evitar que los conflictos personales se acrecienten, prevenir crisis por error de cálculo e implementar una diplomacia eficaz, capaz de contener y resolver los problemas”, concluyó.

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