El ministro de Economía, Martín Guzmán, aseguró este mediodía que el gobierno convocará a las entidades del campo para definir nuevas condiciones para modificar el esquema actual de las retenciones. El funcionario realizó el anuncio durante la presentación del Proyecto de Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva.
El proyecto, que será enviado al Congreso, contempla un aumento del 3% al tope de las retenciones a la soja, el maíz y el trigo. La iniciativa fija en un 33% el tope para el poroto de soja, y un 15% en los cereales. Y para las retenciones de los productos agroindustriales de las economías regionales quedan en un 5%.
Si bien ayer, los integrantes de la Mesa de Enlace postergaron el inicio de medidas de fuerza y ratificaron su vocación al diálogo, hace instantes desde Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) anunciaron la declaración del estado de “Alerta y Movilización”, al recibir con mucha preocupación las medidas adoptadas por el gobierno, luego de la reunión que mantuvieron ayer con el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Luis Basterra.
Además, desde CRA expresaron: “Agotaremos los canales de diálogo con el gobierno. En la entidad, muchos dirigentes y presidentes de Confederaciones se mostraron sorprendidos por el rápido trámite y lo inconsulto de la medida, pese a las gestiones realizadas por la entidad al respecto”.
Repercusiones
Por su parte, el presidente de la Sociedad Rural Argentina, Daniel Pelegrina rechazó la posibilidad de nuevas subas a las retenciones, y apeló a las autoridades que representan al sector, “a no acompañar este nuevo atropello al campo”.
A su vez, Pelegrina manifestó: “El campo no soporta un gramo más de presión impositiva”, y agregó, “permanentemente se nos pide al sector privado un mayor esfuerzo pero no lo vemos por parte de la Política en todos los niveles del Estados: Nación, provincias y municipios”.
Sobre las decisiones que está tomando el gobierno en materia de retenciones, el titular de la rural, dijo, “creemos que este no es el camino. Es necesario que el esfuerzo del sector privado sea acompañado de un ajuste en la política: una reducción drástica del gasto público”.
Y además comentó: “Si la intención de llevar las retenciones al 33% en soja y al 15% en trigo y maíz prospera, el año que viene habrá una menor producción y eso no es solo negativo para el campo, sino para todo el país. Consideramos que esta suba es absolutamente contraproducente para la producción, las exportaciones, las familias que viven del campo, las actividades que se generan a partir de la producción agropecuaria, y derivaría en un menor arraigo en las diversas comunidades”.
Según el cálculo realizado por el economista de la Fundación Mediterránea, Juan Manuel Garzón, teniendo en cuenta las exportaciones de todo el complejo sojero, más las de Trigo y Maíz que se aproximan a US$ 25 mil millones, la suba de un 3% de las retenciones de estos productos implicaría una nueva extracción de recursos al campo, en este caso de unos US$ 750 millones. Este monto estimado sería el aporte adicional al fisco.
Ahora, si el aumento de un 3% es solamente a la soja, el adicional se reduce a poco menos de la mitad, puede quedar cerca de los USD 300 millones, dependiendo de la asignación final del producto entre sus destinos.
Por estas horas hay un permanente contacto de las autoridades de la entidad con las bases de productores para analizar la realización de medidas gremiales, y conocer los resultados de las asambleas que se están organizando en diferentes puntos del país.
Por último, en estos momentos, en Roque Sáenz Peña, en el sur de la provincia de Chaco, un grupo de productores realizan una protesta al costado de las rutas y amenazan con cortar las mismas en el caso que el gobierno nacional decida avanzar con un nuevo aumento de las retenciones.
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