Un extraño círculo completó el dólar durante los cuatro años de gestión de Mauricio Macri. Comenzó con un importante salto de casi 40% en diciembre de 2015, cuando se liberaron los controles de cambio del gobierno de Cristina Kirchner, mientras que volvió a quedar ajustado por restricciones después de las últimas elecciones, también con un abrupto salto de más de 30%, en el nivel de precios presente, cerca de los 63 pesos para la venta al público.
Este lunes 9, último día de pleno ejercicio del gobierno de Cambiemos, la divisa terminó a $62,99 en el promedio de bancos, con un aumento acumulado de 539,5 por ciento.
Para el dólar mayorista, que cerró en $59,945, el alza fue de 515% desde el 10 de diciembre de 2015, cuando se pagó a $9,75, aún con la vigencia del control de cambios anterior. Si se toma el tipo de cambio del 30 de diciembre de 2015, de $13,01 por dólar mayorista, el aumento fue igualmente significativo, de 361 por ciento.
Este derrotero del dólar, que aumentó seis veces su valor en cuatro años, corresponde en realidad a una constante devaluación del peso, en una economía que acumuló una inflación de 300% desde 2015: la moneda doméstica -según la referencia mayorista- perdió 83,7% de su poder de compra medido en dólares. Un peso equivalía a 10,2 centavos de dólar hace cuatro años; hoy, apenas a 1,7 centavo de dólar.
Como sucede con todo control de capitales, regresaron las brechas entre el tipo de cambio formal y los precios alternativos de la operatoria bursátil y el mercado libre.
El dólar libre o “blue” terminó operado este lunes a 69,75 pesos con una brecha de 10,7% respecto del minorista. Comparado al dólar paralelo del 10 de diciembre de 2015, en los $14,73, la suba del billete en “cuevas” y “arbolitos” fue de 373,5% en cuatro años.
Según la referencia mayorista, el peso argentino perdió en cuatro años el 83,7% de su valor medido en dólares
El dólar “contado con liquidación”, implícito en la compraventa de acciones y bonos argentinos que cotizan en el exterior, descontó un 4,3% este lunes y para rondar los $76,61, con una brecha de 27,8% respecto del mayorista. En comparación con el “liqui” del 9 de diciembre de 2015, entonces en $15,40, el salto cambiario según esta referencia del mercado bursátil fue de 397,5 por ciento.
Vale recordar que al finalizar el gobierno del Frente para la Victoria el 9 de diciembre de 2015, la brecha entre el dólar oficial mayorista y el “contado con liqui” alcanzó el 58%, mientras que entre el minorista y el dólar libre se ubicó en el 50 por ciento.
En 2015, con la vigencia de control de capitales de la segunda presidencia de Cristina Kirchner, la brecha cambiaria rozó el 70% el 19 de octubre, a días de las anteriores elecciones presidenciales, con un dólar “blue” que entonces superaba los 16 pesos.
“Con menos turbulencias que en meses anteriores, finaliza una larga transición que vio a las autoridades extremar los controles de capitales para contener la depreciación del peso y entregar el Gobierno con algo más de reservas”, puntualizó un informe del Grupo SBS.
Acotó que ahora “un nuevo equipo económico tendrá el desafío de anunciar un programa que busque revertir la desconfianza corrigiendo las vulnerabilidades y construyendo sobre los aciertos de los últimos años”.
La consultora Invenómica evaluó que “el cepo cambiario no hay dudas que se mantendrá independientemente de la reestructuración de la deuda, y en el corto plazo favorecerá el consumo porque habrá un excedente de pesos importantes”.
Invenómica rescató que la restricción al dólar “puede impulsar el consumo, pero no es la solución para el mediano y largo plazo: solo hay que mirar la evolución de las variables económicas entre 2011 y 2015 luego de cuatro años del cepo impuesto en la presidencia de Cristina Kirchner”.
Seguí leyendo: