Eduardo Hecker, un economista valorado por su seriedad y profesionalidad por funcionarios y dirigentes de distintos partidos, es uno de los nombres en danza para presidir el Banco Nación. Hecker podría quedar así con el puesto que, según circuló en la calesita de las designaciones, Sergio Massa habría procurado para José de Mendiguren, quien en cambio preferiría como destino la presidencia del Banco de Inversión y Comercio Exterior.
Un tercer banco público sujeto a los cambios de administración es el Banco de la Provincia de Buenos Aires, Bapro, donde se le asignan fuertes chances a Juan Cuattromo, un joven economista vinculado al gobernador electo, Axel Kicillof.
En la Ciudad, si bien no hay cambio de color político, sí habría cambio de titular en el Banco Ciudad, producto de las negociaciones que en su momento y para reforzar su campaña llevó adelante el reelecto jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, con el ahora senador nacional electo Martín Lousteau.
Esos son los nombres
Un importante funcionario del equipo económico ya confirmado por Alberto Fernández dijo ignorar quiénes serán finalmente los titulares de los tres bancos públicos dependientes de la Nación y de la Provincia de Buenos Aires, pero reconoció Hecker, Cuattromo y Mendiguren son, efectivamente, los nombres en danza.
Nadie, por supuesto, quiere decir “esta boca es mía” mientras no haya confirmación definitiva.
Hecker tiene a su favor una larga relación de trabajo y amistad con el ya designado ministro Matías Kulfas, que se remonta a cuando el primero era secretario de Desarrollo Económico en el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, con Aníbal Ibarra como jefe de Gobierno, y Kulfas trabajaba bajo su égida en funciones de asesor.
De hecho, ambos fueron los ideólogos de lo que entonces se fundó como el “Centro de Estudios para el Desarrollo Económico Metropolitano”.
Hecker y Kulfas fueron los ideólogos del “Centro de Estudios para el Desarrollo Económico Metropolitano”.
De allí, Hecker saltó a la presidencia del Banco Ciudad y ya antes de la llegada del macrismo a la ciudad, en 2006, pasó a presidir la Comisión Nacional de Valores (CNV). En 2009, su salida de ese organismo, regulador de las empresas que cotizan en Bolsa, fue interpretada en función de las diferencias que ciertamente tenía con el estilo del secretario de Comercio, Guillermo Moreno, en particular por el manejo que el polémico funcionario hacía del caso Papel Prensa.
En una de las Asambleas de esa empresa, un casus belli que se había autoimpuesto el kirchnerismo, Moreno provocó un escándalo al presentarse con guantes de boxeo, desafiar a los gritos a los asambleístas e impedir que se votaran las cuestiones para las que se había convocado la Asamblea.
En aquella oportunidad, el hoy presidente electo, Alberto Fernández, que ya había dejado de ser jefe de Gabinete y balbuceaba sus cada vez más fuertes críticas a la presidencia de Cristina Fernández, salió en defensa de Hecker. Ahora, sin embargo, en cercanías del potencial futuro titular del Banco Nación, le bajan el precio a esas memorias y dicen que las diferencias con Moreno fueron apenas un condimento del panorama “más complejo” en que se produjo su alejamiento.
En los últimos años, Hecker se dedicó a actividades privadas de consultoría y mantuvo siempre su amistad y contacto profesional con Kulfas, lo que constituye una carta a favor para presidir el banco público más grande de la Argentina, clave en el ideario del nuevo gobierno para impulsar el “Desarrollo Productivo” del país, precisamente el nombre con el que fue rebautizado el ministerio que encabezará Kulfas.
Retribución al massismo
En tanto, la postulación de Mendiguren al BICE contaría con el visto bueno de Alberto y sería otra módica retribución al massismo. Para “el Vasco”, como lo llaman en los círculos de constante toma y daca entre empresariado, lobbying y política, el BICE sería algo parecido a administrar un gran kiosco de golosinas. El único accionista de la entidad es la Nación y el banco ofrece créditos blandos de mediano y largo plazo para inversiones y comercio exterior, con el objeto declarado de “fomentar el crecimiento”.
El único accionista del BICE es la Nación. El Banco ofrece créditos blandos de mediano y largo plazo para inversiones y comercio exterior con el objeto de “fomentar el crecimiento”
Cuattromo, el candidato al Bapro, fue subsecretario de Programación Económica en la gestión ministerial de Kicillof, que luego lo impulsó al directorio del Banco Central, en reemplazo de Waldo Farías, cargo en el que duró un año, de septiembre de 2015 a septiembre de 2016, pues si bien el kirchnerismo lo había designado hasta 2021, el gobierno de Macri consideró que su mandato sólo cubría el mandato trunco de Farías.
Mismo jefe de Gobierno, distinto banquero
En la Ciudad, si bien no hay cambio de color político, el inicio de la segunda gestión de Horacio Rodríguez Larreta y las negociaciones que tuvo con Martín Lousteau para sumarlo como candidato a senador nacional por la Ciudad en su campaña reeleccionista, apuntan a la designación de Guillermo Laje, un economista cercano (de hecho, es primo) de Lousteau como futuro presidente del Banco Ciudad, en reemplazo de Javier Ortiz Batalla, que seguiría vinculado al gobierno de Larreta, pero en condiciones de asesor.
Laje, su probable reemplazante, tiene experiencia en el sector bancario, pues trabajó en los bancos Galicia y Comafi, pero su carta principal es su cercanía con Lousteau, a quien también acompañó en funciones comerciales en Washington, cuando el ahora senador electo fue, hasta que quiso dejar de serlo, embajador del gobierno de Mauricio Macri en los Estados Unidos.