El mapa de la morosidad en los préstamos bancarios muestra que el Gran Buenos Aires es la región del país en la que se registraron mayores incumplimiento en los últimos dos años. Si bien hubo un alza en los atrasos en los pagos para devolver los préstamos en todo el país, el conurbano fue la zona más castigada. En particular, la morosidad en el financiamiento a empresas se cuadruplicó en casi dos años, con un salto del 2,2% en 2017 a 9,3% en septiembre de este año.
Los problemas de pago crecen en todas las regiones del país, pero el conurbano, el Norte y la región Pampeana son las zonas más afectadas, según un informe de la consultora Curat, Martínez Larrea & Asociados. Esa compleja situación para el entramado productivo, advierten los autores del estudio, puede explicar incluso el desempeño electoral de Cambiemos.
“En el Gran Buenos Aires, la región en la que más votos perdió el oficialismo en las elecciones presidenciales, fue la zona en la que la mora más aumentó. Alcanzó el 10,5% de los préstamos de consumo y el 9,5% de los comerciales”, señaló el economista Pablo Curat.
“Por el contrario, en la Ciudad de Buenos Aires y en Neuquén, de la mano del boom de Vaca Muerta, la mora se ha mantenido en niveles bajos”, agregó.
Las dificultades crediticias del empresariado muestran claros matices en el desglose de la morosidad entre las distintas actividades económicas. En un contexto de caída fuerte del consumo, la actividad que más incumplió sus obligaciones fue el comercio, con una mora que subió de 2.3% a 10,2% en casi dos años. Le siguió en suerte la construcción, con un salto de 3,8% a 9,4%, signada por la caída en los proyectos privados y el parate de la obra pública generado por los recortes presupuestarios y la causa de los cuadernos.
“Las empresas constructoras, por el fuerte ajuste de la obra pública y la construcción privada, han sido las más golpeadas: la morosidad de los créditos destinados al sector construcción llega casi al 35% en GBA y alcanza un pico del 62% en Santa Cruz”, explicó Curat.
“A casi un año de firmado el último programa con el FMI el crédito al sector privado cayó 30% en términos reales y la mora mayor a 30 días se duplicó”, agregó el economista. A nivel nacional, la irregularidad de los préstamos del sector privado en su conjunto alcanzó 6,7% en el tercer trimestre de 2019 tras un modesto 3,2% en 2017.
Y el dato llamativo es que por primera vez en muchos años, apuntó Curat, la morosidad del crédito comercial superó a la de los préstamos para el consumo, a personas físicas. Todos los datos, además, deben interpretarse en un marco de restricciones crediticias fuertes, con tasas de interés crecientes y oferta comercial de préstamos en declive.
Según el estudio, los bancos extranjeros presentan la mejor calidad de cartera, bancos los públicos tuvieron una buena performance en los préstamos a personas y mala en los destinados a empresas. En el caso del préstamo no bancario, en general focalizado en el consumo, los incumplimientos superaron el 15%.
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