Con el Fondo Monetario Internacional “estamos trabajando desde hace semanas”, aseguró Alberto Fernández, en la rueda de prensa en que presentó a las principales figuras de su gabinete.
Si bien el presidente electo no había mencionado la cuestión de la deuda ni tampoco al organismo internacional cuando, antes de las preguntas, fue presentando a los hombres y mujeres de su equipo de gobierno, al turno de las preguntas, consultado sobre el tema dijo “estén tranquilos, porque estamos ocupados en el tema”. Y completó “con el FMI estamos trabajando, es un trabajo que debe hacerse silenciosamente”.
Cabe recordar que después de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias de agosto, dos funcionarios del Fondo, el director de Departamento Hemisferio Occidental, Alejandro Werner, y el delegado del organismo en la Argentina, el jamaiquino Trevor Alleyne, visitaron al futuro presidente en las oficinas que entonces mantenía en la calle México. A posteriori, se difundió que el Fondo le había manifestado a Fernández su preocupación por un supuesto “vacío de poder”, cosa que fue luego desmentida desde Washington.
Con el FMI estamos trabajando, es un trabajo que debe hacerse silenciosamente
Un segundo contacto se produjo el 19 de noviembre pasado, cuando, traductor mediante, Fernández y la nueva directora gerente del FMI, la búlgara Kristalina Georgieva, conversaron por teléfono. Esa vez, Alberto calificó como “muy productiva” la conversación con la funcionaria internacional y ésta, a través de un comunicado, dijo que le había asegurado al presidente electo “la disposición del Fondo a colaborar con su gobierno y trabajar para allanar el camino hacia un crecimiento sostenible y reducir la pobreza. Acordamos seguir manteniendo un diálogo abierto para el beneficio de los argentinos”.
Ocho días después, en una entrevista radial, Fernández dijo que pensaba prescindir de los poco menos de 13.000 millones de dólares del crédito acordado por el gobierno de Macri con el FMI, pero aún no desembolsados por el organismo. "Yo quiero dejar de pedir y que me dejen pagar”, señaló entonces.
Fuentes del organismo internacional señalaron esta semana a Infobae que el Fondo está dispuesto a evaluar distintas alternativas, desde el desembolso hasta la extensión de plazos del acuerdo y apoyar el “reperfilamiento” de la deuda con acreedores privados, pero con dos requisitos: evitar cualquier forma de “default” argentino, que dañaría su condición de “acreedor privilegiado”, y que el gobierno presente un programa fiscal “consistente”.
Yo quiero dejar de pedir y que me dejen pagar
Además, recientemente el organismo internacional dispuso una modificación en el equipo de trabajo con la Argentina, reemplazando al italiano Roberto Cardarelli con el venezolano Luis Cubeddu.
Cubeddu tiene experiencia en el trato con la Argentina, pues entre 2003 y 2004 trabajó en las oficinas que el organismo tenía entonces en el Banco Central.
En principio, el Fondo se siente más cómodo con ideas como las del designado ministro de Economía, Martín Guzmán, de estirar plazos y no incurrir en quitas agresivas. Además, el propio Guzmán sería partidario de un esquema con superávit fiscal, lo que significaría un acercamiento adicional a las preferencias del FMI. Resta ver, en todo caso, cómo se logran esos objetivos.