En la última sesión ordinaria del año, la Legislatura porteña debatirá hoy el proyecto de Presupuesto 2020. El mismo fue estimado en 480 mil millones de pesos y contempla un cambio en la metodología del cobro de alumbrado, barrido y limpíeza (ABL), que ya levantó polémica: se ajustará mensualmente por la inflación.
El paquete de leyes económicas, que reúne al Presupuesto, la Ley Tarifaria y el Código Fiscal, formará parte del extenso temario que abordarán los legisladores de la Ciudad de Buenos Aires en una asamblea que comenzará a las 12 y que se estima tendrá una larga duración.
Uno de los puntos más importantes del debate será la actualización del ABL, que se reformulará todo los meses, de acuerdo con el índice de inflación correspondiente a cinco meses anteriores: para enero de 2020 se tomará el de agosto de 2019, que fue de 3,4 por ciento. De esta forma, se dejará de usar el sistema actual, que contemplaba un aumento por año.
Asimismo, se mantendrá la opción de adelantar las 12 cuotas anuales en un solo pago, durante diciembre o enero. En ese caso, los contribuyentes que decidan abonar el impuesto completo y por anticipado tendrán un ajuste del 15 por ciento para todo el año.
Los funcionarios porteños destacaron que la decisión respondió a amortiguar el impacto de trasladar toda la inflación de 2019 —un 54% acumulado hasta agosto de 2019— para que los aumentos sean graduales y paulatinos. Sin embargo, expertos en temas tributarios alertaron sobre el peligro de la indexación de impuestos según la inflación y el impacto que puede tener en otros tributos y variables económicas.
“La actualización por inflación de los impuestos por parte del Estado es una herramienta peligrosa en escenarios de inflación creciente porque puede generar una espiralización de la misma. Por otra parte, el Estado debería reconocer el mismo efecto sobre los créditos de los contribuyentes (saldos a favor) y eso implica una menor recaudación con la que el gobierno está jugando hace tiempo licuando sus obligaciones”, destacó Iván Sasosvky, especialista en temas tributarios y titular del estudio Sasovsky & Asociados.
“No necesariamente la valuación de los inmuebles, que se usa de base para determinar la tasa del impuesto inmobiliario, acompaña la inflación. Hoy por hoy, el mercado inmobiliario está detenido y ha habido bajas en dólares de hasta un 20%, lo que debería reflejarse en el monto en pesos”, indicó el tributarista Sebastián Domínguez.
“Los ajustes salariales se comenzaron a hacer en forma semestral por el incremento de la inflación, pero un ajuste mensual de una tasa podría ocasionar que se traslade a precios. En el caso de la persona que alquila un local o una oficina va a intentar trasladarlo a los precios. Empieza una carrera que en vez de ser cada seis meses en cada mes”, agregó.
En tanto, el Presupuesto General de Gastos y Cálculo de Recursos ingresó el lunes 25 de noviembre a la Legislatura (junto con la modificación del Código Fiscal y la Ley Tarifaria) con casi dos meses de atraso, dado que de acuerdo a la normativa porteña debería haber sido presentado ante los diputados el 30 de septiembre.
El Gobierno de la Ciudad sostiene que “es un presupuesto financieramente equilibrado, con superávit económico y primario, formulado con las mismas variables macroeconómicas proyectadas por el gobierno nacional: una variación de la actividad económica de 1%, un tipo de cambio promedio de $67,1 y un nivel de inflación de 34%”.
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