La transición en la provincia de Buenos Aires fluye sin grandes sobresaltos: un grupo de siete personas designadas por el gobernador entrante, Axel Kicillof, recorren los diferentes despachos ministeriales y todos los funcionarios provinciales tienen la orden de María Eugenia Vidal de brindar toda la información.
Pero los buenos modales y los tratos republicanos no esconden las diferencias. Kicillof asegura que la provincia tiene un problema de caja y de deuda y fue quien acuñó la frase de “nos dejan tierra arrasada”, que se volverá a escuchar con insistencia en estos días de anuncios. Sin embargo, Vidal lo refuta al asegurar que le deja la caja provincial con fondos “por $ 25.000 millones y un déficit menor al que recibimos, en torno a los $50.000 millones y la deuda en torno a los USD 11.000 millones".
El acuerdo fiscal firmado en 2017 estableció que la provincia recibiría $21.000 millones en 2018 con un ajuste de 10% por inflación y $44.000 millones este año con un ajuste de 23%. En 2018 el costo de vida tuvo un alza de 47.6% y para este año se estima que podría llegar a 55%
La gestión de la gobernadora Vidal había pedido la actualización del monto compensatorio a recibir del Fondo del Conurbano ($21.000 millones en 2018 y $44.000 millones durante este año), dado que la inflación superó las estimaciones realizadas en el Consenso Fiscal.
Según anunció Vidal en su repaso de gestión, la provincia logró un acuerdo con el gobierno nacional y se anunció una nueva actualización del Fondo del Conurbano, “lo que permitirá contar con más recursos para los bonaerenses.” A la hora de explicar cuánto más recibiría la provincia, la gobernadora saliente dijo que “los equipos técnicos del gobierno nacional junto al provincial se encuentran trabajando para definir la implementación e instrumentación del acuerdo alcanzado".
La reestructuración de los fondos que pide la provincia se debe a que cuando se firmó el Pacto Federal a finales de 2017 -cuando los indicadores económicos mostraban signos de recuperación-, se estableció una tasa de ajuste por inflación que quedó muy rezagado respecto de la realidad. De hecho, la estimación de ajuste pactada para 2018 fue de 10% y la realidad demostró que el aumento del costo de vida terminó en el 47,6 por ciento.
Axel Kicillof debería recibir como compensación navideña más de $ 30.000 millones que son de libre disponibilidad apenas comience su gestión
El propio ministro de Hacienda de la Nación, Hernán Lacunza, cuando era el ministro de Vidal, había reclamado este ajuste. En febrero de este año señaló que el Pacto Fiscal “no previó una actualización automática por inflación porque se utilizó la estimación de ese momento, que era de 10%, para 2018. A partir de entonces, Lacunza reclamaba que se actualizara el monto por la inflación real;, según sus cálculos, la diferencia era de 20.000 millones de pesos.
Con respecto a los fondos de 2019, la provincia ajustó sus fondos en un 23%, mientras que, según el último Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) que publicó esta semana el Banco Central, el costo de vida se incrementará este año en un 54,6 por ciento.
Si se tomara el dato presupuestado, la provincia de Buenos Aires recibió $ 10.200 millones por encima de lo estimado; sin embargo, de acuerdo al dato del REM, debería cerrar 2019 con un incremento de 24.024 millones de pesos.
Con este número como referencia, la administración de Axel Kicillof debería recibir como compensación navideña más de 30.000 millones de pesos que son de libre disponibilidad en la previa a que comience la gestión.
Según comentaron fuentes de la Casa Rosada a Infobae en estos días “se terminará de definir el monto y la forma” en la que se actualizará el pago. Pero aclararon que se realizará “antes del cambio de gestión”. Esto significa que Kicillof tendrá la ventaja de poder enfrentar una discusión menos en un contexto de restricciones y, además, olvidarse del tema, ya que a partir de 2020 está previsto que el Fondo del Conurbano se actualice según el nivel de inflación promedio.
Seguí leyendo: