Como anticipó Infobae el sábado pasado, el mercado low cost argentino, el mismo que inauguró con bombos y platillos la administración de Mauricio Macri a poco de asumir y que bautizó como “la revolución de los aviones”, tendrá su primera baja. Este mediodía se anunciarán negociaciones avanzadas para que la operación local de Norwegian Argentina sea adquirida por JetSmart, otra de las empresas que vende pasajes “baratos” a nivel local. La tercera es Flybondi, pionera en el país.
Si bien por estás horas aún hay conversaciones finales entre Chile, desde donde controla el negocio regional JetSmart; Buenos Aires, donde está en este momento su CEO, el guatemalteco Estuardo Ortíz, y Oslo, la capital noruega, la venta se anunciará en una conferencia de prensa convocada para este mediodía en un hotel de Retiro. Aún no trascendió el monto, pero fuentes del mercado aseguran que incluirá el traspaso del total del negocio: las rutas y, en principio, la absorción de los 200 empleados de la empresa en el país. Norwegian, por su parte, se va del país.
JetSmart llegó a la Argentina el año pasado luego de comprar la empresa Alas del Sur, que ya tenía rutas otorgadas por el Gobierno. Es parte de Indigo Partners, un fondo de inversión privado basado en Phoenix, Arizona, en EEUU, que invierte en aviación de bajo costo desde hace 15 años y fue fundado por el empresario aeronáutico Bill Franke. La operación regional tiene base en Chile, donde opera 13 rutas desde 2017.
Franke, quien en septiembre de 2018 se reunió con Macri, asegura ser “padre del modelo ultra low cost”. Indigo transporta 1,4 millones de pasajeros y controla otras compañías de bajo costo, como Wizz Air (Europa), Volaris (México) y Frontier Airlines (Estados Unidos).
“Queremos convencer a la gente de que se puede viajar en un avión nuevo, seguro, confiable y llegar a tiempo por pocos pesos. Hay cierta tendencia a pensar que bajos costos es baja calidad, y no es así. Nuestro modelo de negocios, comprobado en varias partes del mundo, está basado en invertir en calidad y confiabilidad. Y aviones nuevos. Se puede tener precios más bajos y llegar a un público que no existía, a un mercado que no volaba. La clase media quiere volar, pero no puede”, le dijo el año pasado a Infobae Ortíz, CEO de JetSmart.
Hace tres meses, Gonzalo Pérez Corral, gerente general de JetSmart en Argentina, protestó por una medida de la jueza federal Martina Forns, quien ordenó restringir la actividad en el aeropuerto low cost de El Palomar por la noche, entre las 22 y las 7 de la mañana. “Esto cambia las reglas de juego”, aseguró e incluso puso en duda la continuidad de la empresa a nivel local. “No da previsibilidad, no hay reglas claras y complica todo. ¿Plan B? No hay. Tendríamos que desdoblar la operación, ir a Aeroparque, donde no hay lugar; y se encarece todo”, dijo el ejecutivo en ese momento. Ahora, con la compra de Norwegian, podría volar también desde la terminal porteña ya que la noruega nunca operó desde El Palomar.
“La compañía sigue operando normalmente y vendiendo pasajes”, afirmaron voceros de Norwegian el fin de semana y no hubo más comentarios sobre el tema. Desde entonces, hay hermetismo absoluto en la empresa. Lo mismo en JetSmart.
Norwegian, que empezó a volar recién hace un año, se va del país en medio de un contexto económico local desfavorable para el sector y una situación compleja a nivel global para una compañía que busca el equilibrio financiero y que está readecuando operaciones en Europa. También la golpeó el escándalo de las fallas de los Boeing 737 MAX que obligó que 18 de los aviones no puedan volar desde comienzos de este año.
Las versiones de su salida cobraron fuerza hace unos días, cuando sitios especializados detectaron que sólo vendía tickets hasta fines de marzo. Según trascendió esta mañana, la operación se mantendrá y los pasajes vendidos serán válidos. Sólo que ahora los aviones y los boarding pass tendrán el nombre de JetSmart.
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