Las tasas de plazos fijos ahora pierden contra la inflación pero por las trabas cambiarias cada vez hay más depósitos

Las tasas de plazos fijos minoristas volvieron a caer. En plazos de 30 días pagan menos del 4,1% de inflación esperada. A pesar de que es una inversión perdedora, los depósitos crecen porque el mercado cambiario permanece cerrado.

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Sin acceso al mercado cambiario, los ahorristas colocaron más plazos fijos en noviembre.
Sin acceso al mercado cambiario, los ahorristas colocaron más plazos fijos en noviembre.

A pesar de que el Banco Central (BCRA) mantuvo un piso alto del 63% para la tasa de referencia con el objetivo de sostener los rendimientos de los depósitos bancarios, la relajación monetaria de los últimos meses y las menores posibilidades de dolarización que generan las trabas cambiarias hicieron que las tasas que ofrecen los plazos fijos bancarios cayeran por debajo de la inflación esperada. Así, el rendimiento de ahorrar en pesos es “negativo en términos reales” ya que no permite ni siquiera proteger los ahorros frente al avance del nivel general de precios.

El promedio de tasas de plazos fijos minoristas del sistema bancario cayó a 42,4% anual a fines de noviembre. Un rendimiento que para una colocación a 30 días de plazo equivale a un 3,48% mensual, que es lo que pagan los depósitos de menos de $ 100.000 según datos del BCRA.

Entre los mejores pagadores se encuentran el Banco Nación y el Banco Hipotecario, que dentro de la iniciativa de plazos fijos online para no clientes buscan captar ahorristas tentándolos con tasas algo mayores, del 46% y el 47% anual, respectivamente. Son, en términos mensuales, rendimientos efectivos apenas mayores: del 3,78% y del 3,86%. El Banco Nación bajó la tasa que ofrece para no clientes del 49% al 46%.

Al comparar el rendimiento mensual de un plazo fijo con las expectativas de inflación para diciembre se encuentra que, según el último relevamiento de expectativas de mercado del Central la previsión de inflación para diciembre está en 4,1%, muy por encima del saldo que arrojan las colocaciones bancarias.

Cuando el premio de los depósitos está por debajo de la inflación esperada, los economistas dicen que la tasa es “negativa en términos reales ex ante”. Esto es, que el resultado al que pueden aspirar los ahorristas a la hora de colocar su dinero es en principio una apuesta perdedora.

“En este esquema el efecto directo principal de una tasa real negativas es una brecha más alta, lo que te distorsiona todas las decisiones: consumir bienes que puedan estar ligados al dólar oficial es atractivo -por ejemplo autos o turismo-, evitar vender dólares al oficial -sesgo anti exportador-, importar todo lo que puedo al oficial, se exacerban los mecanismos de fuga al oficial, entre otros”, dijo Eric Ritondale de Econviews.

“A nivel actividad no hay beneficios, porque las tasas negativas terminan con mayor represión financiera y menor crédito disponible, nadie quiere pagar el pato de la boda, por eso se empieza a regular el crédito”, agregó Ritondale. “El beneficio es para el Tesoro sobre todo, que con el control de capitales puede financiarse con emisión monetaria sin un efecto inmediato sobre el dólar oficial”, dijo.

Los datos de inflación esperada, sin embargo, no siempre predicen en forma exacta lo que termina pasando con el nivel general de precios. En octubre los precios avanzaron 3,3%, un número menor al esperado por los analistas. Pero las expectativas son la mejor guía con la que pueden contar los ahorristas a la hora de tomar decisiones a futuro, a falta de otras referencias.

El rendimiento promedio de los plazos fijos minoristas paga 3,48% en 30 días, por debajo de una inflación esperada para el mes de diciembre del 4,1%

“Con el endurecimiento del cepo, el BCRA había podido bajar el piso de la tasa de interés de las Leliq hasta el 63%. Rápidamente la tasa bajó al piso del mes, nivel que se mantiene hasta hoy. Recordemos que la tasa que paga el BCRA por las Leliq sirve para remunerar parte de la tasa de plazos fijos que pagan los bancos, y esta bajó hasta 45%, quedando rezagada contra la inflación. El BCRA se sigue mostrando más expansivo”, dijo el economista Fernando Marull en un informe para sus clientes.

La tasa de plazos fijos minoristas promedió en noviembre 44%, una caída de 11 puntos respecto a su pico de septiembre pasado. Fueron rendimientos que debieron competir con una inflación del 3,3% en octubre, del 5,9% en septiembre y del 4% en agosto.

Ahorristas se conforman con menos tasa

En la que fue la última decisión de política monetaria previa al cambio de Gobierno, el viernes pasado el Banco Central decidió mantener el piso de la tasa de Leliq en 63% para diciembre. Aunque la decisión pueda ser revisada cuando asuman las nuevas autoridades luego del 10 de diciembre, la entidad recalcó que mantenía la referencia sin recortes para sostener el rendimiento de los ahorros bancarios.

“En el contexto actual, se refuerza la importancia de sostener un rendimiento real positivo para los ahorristas. Por lo tanto, el Comité de Política Monetaria juzga necesario mantener el límite inferior para la tasa de interés de las Leliq en 63% anual”, dijo el comunicado oficial.

Sin embargo, la expansión monetaria que permiten las trabas cambiarias impuestas en septiembre y reforzadas luego de las presidenciales de octubre hizo caer las tasas de interés del sistema.

“El beneficio de tasas por debajo de la inflación esperada es sobre todo para el Tesoro, que con el control de capitales puede financiarse con emisión monetaria sin un efecto inmediato sobre el dólar oficial”, dijo Eric Ritondale de Econviews.

Pero sin la posibilidad de comprar más de USD 200 mensuales como alternativa, los argentinos tuvieron que recurrir a las tasas que les ofrecen los bancos de todas formas. Eso se ve en el repunte que tuvieron las colocaciones a plazo en noviembre.

Los depósitos en pesos a plazo fijo crecieron 8% en los últimos 30 días, a pesar de que avanzan sólo 5% en términos interanuales. El 28 de octubre, día en que el cupo mensual para las compras de dólares para atesoramiento se redujo, muestra el punto de inflexión para los depósitos en pesos.

El stock promedio de plazos fijos rozaba $ 1,17 billón en los primeros 27 de días de noviembre, una suba de $ 14.000 millones (1,26%) frente al mismo período de octubre. El repunte, aunque modesto, interrumpió 10 meses consecutivos de retrocesos.

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