Luego de los trascendidos en materia de recomposición salarial que surgieron en las últimas horas a partir de una reunión que mantuvo, el martes, el futuro ministro de Trabajo, Claudio Moroni, con la mesa chica de la CGT, los empresarios comenzaron a elucubrar e intentar averiguar qué es lo que desde el equipo de Alberto Fernández están tejiendo para los primeros días de gobierno. ¿Aumento por decreto? ¿Convocatoria al Consejo del Salario? ¿Llamado a una gran mesa para anunciar un paquete de medidas por consenso? Si bien desde el sector privado consideran que es necesaria una mejora del poder adquisitivo para que comience a recuperarse el consumo y las fábricas vuelvan a funcionar, ponen como requisitos un conjunto de medidas de alivio que les permitan a las empresas, especialmente a las pymes, hacer frente a los aumentos de sueldos.
Directivos de la mesa chica de la Unión Industrial Argentina (UIA) aseguraron a Infobae que la recomposición salarial deberá negociarse en el marco de un gran acuerdo económico y social, donde queden claro cómo evolucionarán hacia adelante las principales variables macro: tasa de interés, inflación, tipo de cambio y tarifas de los servicios públicos. Eso en lo que respecta a una negociación para todo el año.
En cuanto a la emergencia, desde la central fabril desconocen esta posibilidad y aseguran que les fue descartada por los interlocutores del presidente electo. Por otra parte, será difícil, en el actual contexto económico, que las compañías más chicas puedan otorgar una suma fija a fin de año sin otras medidas a cambio, ya que hoy muchas firmas no pueden pagarla.
En este sentido, desde la Confederación General Empresaria (CGERA) plantearon, mediante un comunicado de prensa, “volcar los aportes patronales del medio aguinaldo y las vacaciones para transformarlo en una recomposición salarial para los trabajadores, refinanciando ese aporte a lo largo del año con el acompañamiento del Estado”. El titular de la entidad, Marcelo Fernández, enfatizó que “si no se recupera el mercado interno y el salario de los trabajadores, no se recupera el consumo y las pymes no tienen salida” y además planteó la voluntad de discutir este tema en un “diálogo abierto” con los equipos económicos y productivos.
A su vez, el vicepresidente de la entidad y representante del sector de marroquinería, Ariel Aguilar, agregó que “para el primer impacto se puede pensar alternativas, que sea a cuenta de IVA o de cargas sociales, pero no fue planteado y veremos cómo se resuelve". “Después un verdadero acuerdo social tiene que tener todas las variables y me parece que hay que centrarse ahí. Está claro que los salarios tienen que aumentar", remarcó el dirigente pyme.
Si no se recupera el mercado interno y el salario de los trabajadores, no se recupera el consumo y las pymes no tienen salida (Fernández)
Esta posibilidad de dar un aumento de suma fija para que los trabajadores de salarios más bajos salten un escalón fue discutida entre los dirigentes de la CGT y Moroni en un encuentro que tuvieron el martes. Ante los trascendidos del encuentro, los empresarios intentaron averiguar de qué se trataba y desde la UIA aseguran que tanto el futuro jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, como el posible ministro de Producción, Matías Kulfas, se lo negaron. Esperan, sin embargo, una convocatoria del nuevo gobierno para comenzar a discutir, luego del 10 de diciembre y con los funcionarios ya designados, cómo será esa mejora de los ingresos.
Tampoco estaban tanto los referentes del sector de Comercio y de la Construcción, quienes coincidieron con sus pares industriales en que, sin nada a cambio, será difícil dar una suma fija a fin de año. “Nos parece que es difícil la situación del sector comercial y que salga una medida por decreto obligando a pagar una suma determinada es bastante complicado, ya que, además, nuestra paritaria tiene una cláusula de revisión en los primeros días de enero, por lo que entendemos que ahí debería estar contemplada la diferencia entre la inflación y lo otorgado hasta ese momento”, afirmó a este medio el secretario de la Cámara Argentina de Comercio (CAC), Mario Grinman.
Desde la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), en tanto, coincidieron en el diagnóstico y aseguraron que, como los anteriores bonos, lo pagará el que pueda. “Está bien como definición general, pero hay infinidad de empresas en muy mala situación, algunas al borde de la quiebra. Si no está la plata, no se puede”, señaló un miembro de la entidad.
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