Los inversionistas y analistas, quienes predijeron erróneamente que el Mauricio Macri ganaría unas elecciones primarias en agosto, ahora dicen que una victoria de su rival el domingo es una conclusión inevitable. Creen que la única pregunta que queda es qué tan amplio será su margen, y si puede darse el lujo de atenuar la retórica populista de la campaña que lo llevó a la victoria.
Los administradores de dinero –y prácticamente todos los encuestadores y analistas– adivinaron mal cuando Alberto Fernández superó a Macri en una votación primaria que casi le garantizó al retador una victoria este fin de semana. Las acciones, los bonos y el peso se desplomaron mientras los inversores lloraban la campaña de Macri y se preocupaban por el retorno al peronismo y el riesgo del noveno incumplimiento de la deuda argentina.
A medida que se acerca la elección, no necesitarán presionar el botón de pánico nuevamente, aseguró Carolina Gialdi, estratega sénior de renta fija en BTG Pactual. Las probabilidades están a favor de Fernández, y su victoria aún dejaría mucho tiempo para que los mercados digieran las políticas futuras antes de que asuma el cargo en diciembre.
“Una vez elegido oficialmente, Fernández puede comenzar a hacer definiciones”, dijo en una entrevista. “Puede anunciar su gabinete, puede anunciar medidas, podría reunirse con inversores”.
Los inversores se preparando para este resultado desde agosto, por lo que los precios de los bonos, las acciones y el mercado ya tienen su victoria “totalmente valorada”, asegura.
También se votarán por casi la mitad de los escaños en el Congreso y gobernaciones clave, incluida la provincia de Buenos Aires. Estos son algunos de los escenarios que economistas, estrategas e inversores están considerando en los días previos a las elecciones del 27 de octubre:
Fernández gana
Fernández y su compañera de fórmula, la expresidente Cristina Fernández de Kirchner, vencieron a Macri por 16 puntos, con casi 48% de los votos en las primarias obligatorias de agosto. Un discurso esperado el domingo por la noche también será seguido de cerca, en busca de cualquier señal de calma a los inversores que pueda ayudar a que los precios suban.
Los precios de los bonos soberanos, que están en el rango medio de 40 centavos, probablemente caerían si el margen de Fernández es mucho más amplio de lo esperado “porque el mandato del populismo que tendríamos sería más fuerte y la composición del congreso sería más de izquierda”, explica Gialdi.
El economista jefe de TPCG, Juan Manuel Pazos, ve los bonos cerca de 40 centavos si Fernández arrasa con la competencia, y los precios caerían aun más si una victoria peronista es lo suficientemente grande como para alinear a ambas cámaras con el partido de Fernández.
Una victoria en las elecciones de este mes dejaría a los inversores a la espera de claridad sobre sus políticas y el nombramiento de un gabinete, asegura Adrián Yarde Buller, economista jefe de la correduría Grupo SBS, con sede en Buenos Aires. Un tono más favorable al mercado una vez que esté fuera de la campaña respaldaría una recuperación de los activos argentinos.
“Los miembros del gabinete deberían ser revelados en cuestión de días”, asegura Buller. “Esperamos que Fernández dé rápidamente algunas señales sobre la política fiscal y monetaria para estabilizar la economía, moderar la pérdida de reservas e intentar reclamar un ancla nominal”.
Segunda vuelta
Es posible, aunque poco probable, que Fernández no obtenga al menos 45% de los votos, o 40% con un margen de 10 puntos sobre el segundo lugar, lo que obligaría a los argentinos a regresar a los centros de votación el 24 de noviembre.
“Incluso si [Macri] logra llegar a la segunda ronda, es poco probable que tenga posibilidades en la segunda vuelta”, dice Gialdi de BTG Pactual. “El mercado reaccionaría positivamente, aunque contenido por el hecho de que no puede ganar”.
Una segunda vuelta podría llevar el peso a entre 50 y 55 por dólar, asegura Win Thin, jefe global de estrategia cambiaria de Brown Brothers Harriman & Co. en Nueva York. En ese caso, espera una “liberación inmediata”, en la cual los activos ganen temporalmente, asegura.
Otros dicen que una segunda vuelta podría marcar un cambio en el sentimiento de los votantes lo suficientemente grande como para noquear a Fernández. Pazos, de TPCG, le asigna una probabilidad baja, pero afirma que eso podría significar que Macri gane un segundo mandato, lo que provocaría un corto repunte de alivio en los bonos en el rango de 50 centavos. Cualquier ganancia estaría limitada por un incumplimiento inminente, dice.
Es posible, aunque poco probable, que Fernández no obtenga al menos 45% de los votos, o 40% con un margen de 10 puntos sobre el segundo lugar, lo que obligaría a los argentinos a regresar a los centros de votación el 24 de noviembre
“Si vamos a una segunda vuelta, es probable que los diferenciales superen 2.000, pero no llegarán a 1.500”, dijo en una entrevista. “Será en algún lugar en el rango de 1.700”.
Segundo período
Macri conmocionaría a los mercados ganando directamente en las elecciones de octubre. Los activos se recuperarían ampliamente, desde la renta variable hasta la moneda, afirma Benito Berber, economista jefe para América Latina de Natixis, en Nueva York. Mientras tanto, pronostica que el peso subirá más de 50 por dólar si Macri gana otros cuatro años.
“Incluso si Macri gana, no veo que los bonos suban a más de 60”, asegura Walter Stoepplewerth, director de inversiones de Portfolio Personal Inversiones en Buenos Aires. “Eso se debe a que el próximo gobierno heredará una situación difícil en términos de amortización de la deuda, inflación y crecimiento”.
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