De acuerdo con los resultados de un estudio privado que analizó 37 sistemas de jubilaciones en todo el mundo, la Argentina obtuvo una de las peores calificaciones. Según el Indice Mundial de Pensiones elaborado por la consultora Mercer, Holanda y Dinamarca se mantienen en el primer y segundo lugar como los mejores sistemas —con la calificación A—, mientras que la Argentina ocupa el anteúltimo lugar y el último entre los países de Latinoamérica relevados.
Para elaborar el índice, Mercer utiliza el promedio entre tres subíndices: adecuación, sostenibilidad e integridad de cada sistema de jubilación, para lo que toma en cuenta más de 40 indicadores. Holanda logró el valor más alto del índice, con 81, y Tailandia el más bajo, con 39,4. La Argentina, en tanto, se ubicó en el anteúltimo lugar con un índice de 39,5.
Al medir la probabilidad de que un sistema actual pueda entregar beneficios a futuro, el subíndice de sostenibilidad sigue resaltando la debilidad de muchos sistemas
El índice de adecuación mide los beneficios, ahorro y soporte fiscal de cada sistema; el índice de sostenibilidad, en tanto, calcula la cobertura, el total de activos contribuciones, deuda gubernamental y crecimiento económico; la integridad, por último, estima las regulaciones y costos operativos, entre otras variables.
“La sostenibilidad sigue siendo una debilidad para una población que está envejeciendo. Al medir la probabilidad de que un sistema actual pueda entregar beneficios a futuro, el subíndice de sostenibilidad sigue resaltando la debilidad de muchos sistemas”, explicaron desde Mercer.
Además de la Argentina, muchos sistemas de la región o asiáticos obtuvieron una calificación de sostenibilidad con promedio “D”. Chile logró un fuerte 71,7 en este subíndice, pero Brasil y la Argentina recibieron un puntaje de 27,7 y 31,9 respectivamente.
“No obstante, este tema no está restringido a las economías en vías de desarrollo. Muchas economías europeas enfrentan presiones similares. Aunque Dinamarca logra el puntaje más alto para el subíndice de sostenibilidad con un 82, Italia y Austria recibieron un puntaje de solo 19 y 22,9”, precisó el informe.
Un “sistema ideal” —de acuerdo con el informe— es el que proporciona una pensión mínima a los sectores más pobres, que representa un porcentaje razonable de los ingresos promedio y donde la tasa de reemplazo al momento de la jubilación para un empleados a tiempo completo es de 70%. Y donde los activos actuales de los fondos de pensiones deben ser superiores al 100% del PBI para financiar pasivos de pensiones futuras.
Las recomendaciones de la consultora para contribuir a la sostenibilidad incluyen incentivar o requerir un mayor nivel de ahorros para el futuro, aumentar gradualmente la edad para recibir la pensión del Estado y permitir —o persuadir— a las personas para que trabajen más años.
“Aunque Argentina se encuentre último entre los países relevados en Latinoamérica es importante resaltar que en términos de sostenibilidad el subíndice es mejor que el de Brasil y en términos de adecuación de los beneficios e integridad del sistema es mejor que México”, señaló Clara Estevarena, ejecutiva de Wealth de Mercer.
"La Argentina continúa con calificación D, como sistema que contiene características deseables pero con mejoras que requieren abordarse. En este sentido es preciso trabajar en la promoción del ahorro familiar. La última reforma tributaria intentó, de forma inicial, introducir mejoras paulatinas, como que las empresas puedan facilitar la deducibilidad impositiva a sus empleados. Pero es preciso que el Gobierno introduzca medidas que atiendan las particularidades de cada segmento de la población”, comentó la experta.
Aunque cada sistema de pensiones tiene sus particularidades, el informe muestra que hay mejoras comunes que se pueden hacer a los desafíos que están enfrentando todas las regiones. "En todo el mundo los sistemas están enfrentando una expectativa de vida nunca antes vista y una creciente presión para que los recursos públicos garanticen la salud y el bienestar de los ciudadanos mayores. Es imperativo que los responsables de formular políticas reflexionen sobre las fortalezas y debilidades de sus sistemas para garantizar resultados más sólidos en el largo plazo para los jubilados del futuro”, señaló David Knox, ejecutivo de Mercer y autor del estudio.
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