La proximidad de las elecciones presidenciales y las dudas sobre las políticas que aplicará el Gobierno a partir del 10 de diciembre motorizaron el ascenso del dólar, en un marco de controles de cambio que podrían profundizarse frente a la persistente inflación y caída de actividad.
En el circuito formal el avance de la divisa fue gradual. En las sucursales del Banco Nación ganó 50 centavos, a 60 pesos para la venta. En el promedio de bancos del microcentro porteño se ofreció al público a 60,73 pesos.
En el mercado mayorista subió apenas tres centavos, a $58,35, con el Banco Central como el principal vendedor. En la semana, la divisa interbancaria esbozó un alza marginal de 50 centavos o 0,5 por ciento.
Los movimientos más bruscos se observaron en las cotizaciones alternativas, aquellas paridades derivadas de la operatoria bursátil y en el mercado paralelo, libre o “blue”.
El “contado con liquidación”, implícito en la compraventa de acciones y bonos en pesos y dólares, marcó un nuevo récord histórico, a $75,07 poco antes de las 16, con alza de dos pesos o 2,8% en la jornada. Superó así el máximo anterior, de $73,25 del 13 de septiembre último.
“No hay dudas de que el dato financiero de la semana sigue siendo la brecha. La presión alcista se mantiene, y con ello se amplía el spread entre el dólar ‘Bolsa’ y el dólar oficial”, subrayó un informe de Portfolio Personal Inversiones.
La brecha entre el “liqui” y el dólar mayorista crece a 28,7 por ciento.
“Al acotarse el tiempo de cara a las elecciones primarias, el riesgo aumenta, y con ello la reducción de oferta de dólares en la Bolsa”, acotaron desde Portfolio Personal.
En tanto, el dólar informal llegó a pactarse a un récord de 67,75 pesos al mediodía, pero oferta de divisas para aprovechar la brecha de precios con el oficial (la maniobra llamada “puré” en la jerga financiera), lo hizo retroceder fuerte sobre el cierre, a 65,25 pesos.
La divisa “blue” es demandada por aquellos que intentan comprar más que los USD 10.000 mensuales autorizados para personas físicas y jurídicas, pero al ser un mercado muy reducido, cuando la oferta abunda los precios se repliegan con velocidad.
Las intervenciones del Banco Central tienen efecto en la reducción de las reservas, que cedieron unos USD 18.500 millones desde las elecciones primarias hasta ahora, además de los pagos de deuda.
Los activos continúan con su caída diaria y se ubicaron el jueves en niveles de USD 47.594 millones, según datos sujetos a ajuste, luego de haber restado 50 millones de dólares.
Parte de la caída se explica también por el permanente “goteo” por el retiro de depósitos en dólares, frente a los temores de los ahorristas ante un eventual cambio de gobierno.
Los depósitos privados en dólares en efectivo del día martes 15 (último dato disponible) presentaron una caída de USD 37 millones para alcanzar los 20.999 millones de dólares.
Este viernes, el Banco Central mantuvo equilibrada la tasa de política monetaria en la licitación de Letras de Liquidez (Leliq), a siete días de plazo, en 68,002% anual.
El Central anunció el mes pasado la baja para el piso del rendimiento de estos pasivos remunerados –exclusivos para ser suscriptos por bancos– a 68% en octubre, según un comunicado del Comité de Política Monetaria (COPOM).
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