En el primer mes de control de cambios, salieron de los bancos USD 11.000 millones

Las dudas sobre el futuro, tanto respecto de la agudización de las limitaciones de compra de divisas como de remuneración del ahorro en pesos, provocaron una singular sangría de las colocaciones en pesos, y también en moneda extranjera

Los ahorristas confían en las entidades financieras, pero tienen dudas sobre las políticas del próximo gobierno

Al cierre del primer mes con control de cambios, que impuso limitaciones a las compras de dólares por parte de los sectores de altos ingresos, pero también a más de 50 días del resultado de las PASO, el conjunto de los clientes de las entidades decidieron un cambio sustancial en su política de ahorro y de resguardo de sus disponibilidades financieras en cuentas a la vista y a plazo.

Por un lado, la latente memoria de confiscaciones de depósitos, bajo diversas formas, en pesos y en dólares, y la falta de definiciones concretas de quien sacó amplia ventaja en las PASO de cara a las presidenciales de octubre sobre la política monetaria y financiera golpearon fuerte sobre los depósitos en moneda extranjera, en gran parte en cajas de ahorro a la vista.

El cierre de los datos del Banco Central a septiembre determinó que esas cuentas terminaran el mes con una caída neta promedio de USD 8.000 millones, se derrumbaron de USD 30.630 millones a USD 22.630 millones.

Y pese a la aceleración de la inflación a 4% en agosto y 5,8% en septiembre, según la estimación del consenso de los economistas del mercado, también cayeron fuertemente las imposiciones en pesos, con la única excepción de las colocaciones en cuentas corrientes, el denominado dinero transaccional, a un ritmo promedio de 4,8% ajustados por la variación del promedio de precios al consumidor; y 6,1% en el equivalente en dólares, a unos USD 42.344 millones, a la paridad cambiaria media del mes de 56,56 pesos.

Los depósitos en dólares del sector privado finalizaron septiembre en un nivel de USD 21.380 millones. Tras alcanzar tasas de caída superiores al 3% diario durante los últimos días de agosto y los primeros días de septiembre, el retiro de depósitos en dólares se redujo a valores diarios cercanos al 0,4% del stock hacia finales del mes bajo análisis. Las entidades financieras atendieron el retiro de depósitos en dólares principalmente con saldos en cuentas corrientes que mantenían en el BCRA y con el cobro de parte de los préstamos en dólares. La liquidez bancaria en dólares se mantuvo en niveles elevados, al promediar el 50,6% de los depósitos en esta moneda, con una mayor proporción de efectivo que en meses previos”, resalta el Banco Central en el Informe Monetario del mes.

En los primeros días de octubre se mantuvo el drenaje de depósitos en moneda extranjera, se ubican unos USD 1.500 millones por debajo del promedio de septiembre

Pero ese nivel de cierre del noveno mes del año fue inferior en USD 1.250 millones al promedio del mes, y sumado al desempeño en los primeros días de octubre, anticipa que la sangría de depósitos se extenderá otro mes más.

En términos de PBI, los datos del Informe Monetario permitieron estimar que la desmonetización global de la economía del conjunto del sector privado fue en septiembre equivalente a 2,3% del PBI, pasó de 16,1% del producto en agosto, a 13,8% un mes después.

En términos del PBI, el total de los depósitos del conjunto del sector privado, en pesos y dólares, se contrajo en un mes de 16,1% a 13,8 por ciento

La consecuencia de ese fenómeno es el achicamiento de una ya limitada capacidad de crédito al sector privado, necesaria para poder superar un largo cuadro recesivo, y reducción del costo del dinero.

Sólo si se garantiza a los ahorristas que sus colocaciones en pesos no serán “licuadas” por la inflación, como se desprende de la intención del candidato a presidente por el Frente de Todos, de destinar “la mitad de las tasas de las Leliq al aumento de las jubilaciones”, se habrá dado un paso fundamental para revertir la singular caída de la demanda de dinero, la cual ha actuado como principal acelerador del ritmo de alza de los precios y de la cotización del dólar.

Seguí leyendo: