Desde el día después de las elecciones primarias la economía perdió el techo de inflación y también el piso del nivel de actividad económica. Y si bien el Gobierno intenta paliar la crisis con controles de cambios que se intensifican casi día por medio, y con medidas de alivio fiscal para las empresas y los bolsillos de los consumidores, no ha logrado resultados positivos, porque no han resultado suficiente para restablecer la confianza en los mercados, sino por el contrario se mantiene el apetito por la demanda de dólares, y el desprendimiento de los inversores de bonos del gobierno, y también de las empresas.
Para peor, se ha ingresado nuevamente en campaña hacia las presidenciales del 27 de octubre, y por tanto ni desde el oficialismo, como de la oposición, se emiten señales claras sobre equipos y medidas a tomar desde el 10 de diciembre, probablemente para no desanimar más al electorado, porque las vías de salida de esta crisis exigirá pagar altos costos, hasta que se vean los prometidos beneficios de “volver a crecer, recuperar el salarios real, bajar la inflación, atraer inversiones y exportar más”.
De ahí que “estamos en el limbo”, como define Marina Dal Poggetto, directora de la Consultora EcoGo, y ex subgerente general de Análisis Macroeconómico del Banco Central de la República Argentina al comienzo de una nueva entrevista con Infobae.
- Desde las PASO la economía tuvo un punto de giro notable respecto de la tendencia que marcaban los grandes agregados de la economía: inflación, tipo de cambio, actividad, riesgo país. ¿Por qué ocurre eso?
- Porque existe un alto nivel de apalancamiento que hace que se dependa del mercado, dada la concentración de vencimientos de la deuda pública de corto plazo, y el Gobierno aspira a llegar al ballotage, con la economía ajustando a una velocidad inusitada.
Existe un alto nivel de apalancamiento que hace que se dependa del mercado, dada la concentración de vencimientos de la deuda pública de corto plazo, y el Gobierno aspira a llegar al ballotage, con la economía ajustando a una velocidad inusitada
- Desde la oposición ganadora en las Primarias tampoco se han dado señales tranquilizadoras para revertir el escenario, para poder cambiar el curso de las cosas. ¿Por qué cree que ocurre eso?
- Porque están en campaña.
- Está claro, ¿cree que dejar que la economía se desmadre afectará su futuro, porque no podrá cumplir con las promesas de campaña, si logra repetir el resultado del 11 de agosto?
- Seguro, están en campaña los dos, oficialismo y oposición, y por tanto no hay cooperación, por eso estamos en un limbo hasta el 27 de octubre.
- ¿Cómo ve la presente coyuntura en la que se dice que el Banco Central relajó la política monetaria porque flexibilizó la emisión cero con un aumento de 2,5%, pero con una inflación que venía al 2% y se aceleró al 4% en agosto, y a más de 5% en septiembre, y sin embargo sobran pesos para comprar dólares y generar más subas de precios; se intensifica la recesión y las empresas ganan menos o entran en pérdida?
- Antes había un programa fiscal, financiero y monetario que tenían cierta coordinación. Pero una vez que el resultado de las PASO derrumbó el programa financiero, porque los bancos extranjeros pidieron la cancelación anticipada del REPO y porque desde entonces no se pudo refinanciar ninguna Letra más en el mercado en forma voluntaria, los programas monetario y fiscal quedaron implosionados. En la coyuntura el Banco Central flexibilizó un poco la emisión de dinero a 2,5% pero, frente a una inflación que en agosto fue 4% y que en EcoGo estimamos para septiembre en 5,5%, no es demasiado. Y cuando se ve el resultado de la recaudación de septiembre que crece 42,7%, y se le saca el efecto de las retenciones crece menos del 35%, y además está la indexación de las jubilaciones y pensiones, prenuncian que van a faltar muchos pesos en el resto del año, sobre todo en diciembre.
- En la AFIP sostienen que si a la recaudación del último mes se le quitan los efectos de la Reforma Tributaria de 2017 que es gradual, y las medidas de alivio para empresas, contribuyentes y a las familias en general para paliar la crisis pos PASO, los recursos hubiesen subido a un ritmo de 50%. ¿Hay que mirar la relación entre aumento de recaudación e inflación, para ver la perspectiva fiscal, o es más relevante cotejarla con la dinámica del gasto que venía creciendo mucho menos, hasta 12 puntos porcentuales?
- Lo que sucede es que el shock inflacionario de agosto y de septiembre no se trasladó a la recaudación, en cambio la dinámica del gasto tiene un grado de indexación que está pautado de antemano, como ocurre con la movilidad jubilatoria que se extendió a los planes sociales, entonces la cuenta previsional de septiembre ajustó por la inflación del trimestre enero a marzo, y la de diciembre por la que tuvo lugar el trimestre siguiente, de ahí que en términos anuales pasará de crecer de 46% a 52%; mientras que los recursos tributarios aumentaban parejos con la inflación, al 52%, ahora lo hace mucho menos. De ahí que la brecha fiscal negativa se ensancha.
Puntualmente, para diciembre en EcoGo estimamos que estarán faltando unos $200 mil millones, antes de intereses; y el resultado final, teniendo en cuenta los vencimientos de pesos del último trimestre, y que se usa la caja de pesos que aún tiene el Tesoro, en bancos públicos, y éstos en Leliq, aún estarán faltando unos $240 mil millones, que es equivalente a 10% de base monetaria amplia (incluido el stock de Leliq). Por eso sigue la presión sobre la dolarización, porque el mercado está viendo que el programa monetario, que es exageradamente restrictivo, no luce estable, en tanto y en cuanto no se tenga un programa fiscal y financiero consistente. Eso no se va a tener hasta un nuevo gobierno.
El shock inflacionario de agosto y de septiembre no se trasladó a la recaudación, en cambio la dinámica del gasto tiene un grado de indexación que está pautado de antemano, como ocurre con la movilidad jubilatoria
- ¿Con un nuevo gobierno, supongamos que se repite el resultado de las PASO, con las medidas populistas que promete llevar a cabo, para recuperar el poder adquisitivo de los salarios, bajar las tasas de interés para las pymes, asegurar un tipo de cambio competitivo para la exportación quiere hacer populistas en cuanto darle plata al bolsillo de la gente de los jubilados baja la tasa de interés las pymes, cómo cree que va a poder financiar semejante desbalance de arrastre y semejante expansión de gasto en perspectiva?
- No he oído mucho sobre lo que van a hacer. Los dos mensajes concretos hasta ahora son: acuerdo de precios y salarios; y el reperfilamiento de los bonos, de corto y largo plazo. Creo que esos son 2 de los 5 puntos que debe tener plan del próximo gobierno.
- ¿Cuáles cree que deberán ser los otros 3?
- El tercero la consistencia fiscal y monetaria, para lo cual tendrán que manejar la nominalidad de las tarifas, que es la contracara de los subsidios; y de las prestaciones previsionales que están indexadas al pasado, en línea con el acuerdo de precios y salarios para asegurar la consistencia fiscal…
- ¿Socialmente, cree que una iniciativa de ese tipo será aceptada, porque frente a una amenaza de paro en la última semana por parte de los aeronáuticos el candidato por el Frente de Todos, Alberto Fernández, les pidió que no tomaran esa medida, y le respondieron que a él también le reclamarán la apertura de paritarias?
- Si ese fuera el caso, y se generalizara, significaría que no habrá acuerdo de precios y salarios; y si las jubilaciones se seguirán ajustando por la inflación pasada, con una tasa de inflación que en EcoGo proyectamos en 62% a fin de año; la situación fiscal se desborda. Por eso creo que es necesario la consistencia fiscal y también la monetaria. Esta tiene asociada la situación de las finanzas públicas, pero también la restricción de vencimientos de pesos el año que viene, suman unos USD 30.000 millones; la mitad son pesos y la otra mitad en dólares; y de esta un tercio está bajo legislación extranjera y dos tercios con jurisdicción local; que a su vez se divide casi en partes iguales en Letes de corto plazo y en bonos largos.
Sobre esta última parte es donde se puede plantear una negociación a la uruguaya, sobre todo con la porción de deuda bajo legislación local, porque sería más rápido y porque se llega a fin de año casi sin caja, y es equivalente a 10% de la base monetaria, o si prefiere otra relación, es casi igual a los pasivos remunerados del Banco Central (Leliq), unos 1,3 billones de pesos, de los cuales unos $650 mil vencen hasta mayo próximo. Por tanto, el acuerdo de precios y salarios sin consistencia fiscal y monetaria no le alcanzará al próximo gobierno para estabilizar la economía; como tampoco la consistencia fiscal y monetaria sin acuerdo de precios y salarios es inviable. Por eso digo que el acuerdo con el Fondo Monetario ha implosionado, se necesita 1% del PBI de financiamiento inmediato.
- ¿El punto 4 del plan del próximo gobierno cuál sería?
- El cuarto punto es un esquema cambiario, asociado a la política monetaria, un poco más rígido; porque no se podrá lograr un acuerdo de precios y salarios manteniendo un tipo de cambio inestable.
- ¿Flotante?
- Flotante seguro que hay que mantenerlo, pero asegurando la competitividad del tipo de cambio, porque todos los planes de estabilización tuvieron algún tipo de atraso cambiario, con lo cual estoy pensando un sistema más rígido, no fijo; lo ideal sería un sistema de bandas, con alguna pendiente. De ahí la importancia del reperfilamiento de la deuda de largo plazo a la uruguaya, que va a exigir requerir cómo se manejarán los pesos para que no se vayan a dólares, y que baje rápidamente el índice de riesgo país, y por tanto las tasas de interés en pesos, para permitir que se recupere el capital de trabajo de las empresas.
- ¿Y el punto 5?
- El quinto va a ser un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario.
- En los últimos tiempos se ha visto un FMI más flexible en sus exigencias de políticas macroeconómicas para aprobar un acuerdo de préstamo. ¿Cree aceptará un plan basado en un acuerdo de precios y salarios?
- En el último año el FMI ha sido absolutamente flexible con la Argentina, ha perseguido un objetivo político de apostar a la reelección de Mauricio Macri. Luego del resultado de las PASO se corre, y frena el sexto desembolso por USD 5.400 millones que estaba previsto a partir del 15 de septiembre, para negociar con el que viene. Me parece que el FMI tiene una alta exposición de crédito con la Argentina, porque en un mundo donde la tasa de interés a 10 años es de 1,6% anual y el 20% de las economías tienen tasas de interés negativa, nadie quiere plata del FMI, sólo nosotros.
El FMI ha sido absolutamente flexible con la Argentina, ha perseguido un objetivo político de apostar a la reelección de Mauricio Macri. Luego del resultado de las PASO se corre, y frena el sexto desembolso por USD 5.400 millones que estaba previsto a partir del 15 de septiembre
- No porque nos guste, sino porque nadie le quiere prestar a la Argentina…
- Y la verdad es que el Fondo tiene cierta responsabilidad con el esquema que se diseñó en la Argentina, el cual el segundo era más consistente que el primero, en lo monetario y fiscal, pero tenía un sistema cambiario que era absurdo para la Argentina, como fue la banda de no intervención de 30%; y un exceso de optimismo sobre la capacidad de la política monetaria para bajar la inflación, pero no era consistente con la política. Lo he escuchado al presidente Macri decir, tras el acuerdo con el FMI “esto es una recesión de 5 meses”, pero nadie le explicó lo que estaba firmando la Argentina: crecimiento cero de la cantidad de dinero; cero déficit fiscal, partiendo de un desequilibrio de más de 5% del PBI implicaba un ajuste fiscal muy violento. Y con la flexibilidad cambiaria que tenía, no era un programa para intentar ganar una elección.
- El equipo económico de entonces le podría responder: “en los 3 meses previos a las PASO la actividad agregada había comenzado a ingresar en la senda positiva, de la mano de la recuperación de las cosechas, la maduración de las primeras inversiones en Vaca Muerta, y las actividades conexas, y muchos otros sectores empezaban a tocar piso en el proceso recesivo; mientras que la inflación se afirmaba en un sendero decreciente a menos de 2% mensual; había estabilidad cambiaria, y el índice de riesgo país era de menos de la mitad del de hoy”. Y todos los economistas saben muy bien que un plan de estabilización exitoso tiene un período previo de 12 a 15 meses. ¿Cree que la sociedad le va a dar ese plazo al nuevo gobierno, cuando le está prometiendo una mejora inmediata?
- Le voy a dividir la respuesta en 2 partes. En primer lugar, el Gobierno quería ganar la elección con una política monetaria y fiscal exageradamente restrictiva; y para eso quería además que las negociaciones de aumentos de salarios en paritarias le ganaran a la inflación. Pero la política monetaria influye sobre todos los precios, incluyendo la paritaria. De ahí que el intento de dar vuelta el ciclo que hacía que la actividad llegara al 11 de agosto con una actividad haciendo piso y una inflación tocando techo, tenía que ver con que había un ancla cambiaria que a su vez estaba notablemente apalancada en un enorme riesgo político. Y justamente, falló el armado político.
El intento de dar vuelta el ciclo que hacía que la actividad llegara al 11 de agosto con una actividad haciendo piso y una inflación tocando techo, tenía que ver con que había un ancla cambiaria que a su vez estaba notablemente apalancada en un enorme riesgo político. Y justamente, falló el armado político
En segundo lugar, sobre la viabilidad de mantener el ajuste, creo que la contracara de la suba adicional que tuvo el tipo de cambio en agosto, es que el ajuste global de la economía se profundizó, la inflación volvió a acelerarse y la actividad acentuando la caída; y el ajuste externo se está haciendo a pasos agigantados, la balanza comercial va a cerrar con un superávit de USD 12.000 millones, y la cuenta corriente estará cerca de alcanzar el equilibrio, no se logra por el nivel de las tasas de interés que paga la Argentina. El problema que surge es que el ajuste fiscal no se termina de concretar, porque en economías que no tienen inflación se hace a través del crecimiento de la actividad agregada; en el caso argentino se hace “licuando”, pero esto nunca termina porque hay mecanismos de indexación del gasto, que se agrava cuando se aceleran los precios, como ocurre con el sistema previsional.
- Se hizo buena parte del ajuste fiscal y de la economía en su conjunto, pero la sociedad lo consideró muy fuerte y por eso le votó en contra al Gobierno. ¿Usted cree que hacer falta más ajuste?
- Es cierto, gran parte del ajuste fiscal se hizo, también del sector externo, y de buena parte de la economía; pero ahora le toca a la política, en el marco de los 5 puntos que describí antes, que el acuerdo de precios y salarios le permita al Poder Ejecutivo manejar la recomposición de ingresos de asalariados de 24% y jubilados 22% de una vez, con la proyección a diciembre próximo, lo que sucederá es que se irá a un estadio de inflación más alto. Se supone que el acuerdo de precios y salarios intentará frenar la nominalidad, pero para eso se requiere de la consistencia fiscal y monetaria.
Se supone que el acuerdo de precios y salarios intentará frenar la nominalidad, pero para eso se requiere de la consistencia fiscal y monetaria
- ¿Cómo se logra la consistencia fiscal y monetaria con la magnitud de vencimientos acumulados y sostenida caída de la demanda de dinero por parte del público?
- Si se aspira a volver la demanda de pesos a los niveles de enero de 2018 le permitiría al Banco Central expandir la base monetaria en unos $1,1 billones.
- ¿Un programa como el que plantea, que tiene que ser muy exigente, muy rápido, tiene que pasar por el Congreso, sobre todo un cambio en la movilidad jubilatoria?
- Si el cambio de actualización de las jubilaciones; o la Corte Suprema de Justicia tendría que definir la aceptación del cambio de la movilidad…
- La Corte ya le dijo no al Gobierno a la baja de IVA sobre los alimentos y Ganancias a las personas humanas, porque afectaba la coparticipación con las provincias, como plantearon muchos gobernadores. ¿Se puede esperar que apruebe el cambio en el ajuste de las jubilaciones por un decreto?
- Creo que el cambio en el régimen de la movilidad que impulsó el gobierno de Macri a fines de diciembre de 2017…
- Lo votó el Congreso…
- Sí. Ese proyecto, básicamente, tendía a licuar, al saltear un trimestre el ajuste, pasó de una base trimestral, a otra semestral, pero con aplicación cada 3 meses, le dio más peso a la variación de los salarios que al del índice de inflación. El esquema anterior tenía muchos problemas, pero una virtud era que le ponía un límite al ajuste, porque no podía superar a la tasa de variación de la recaudación de impuestos. Mientras que el actual suponía que la economía iba a crecer y la inflación comenzaría a desacelerar, con lo cual licuaba de una vez y luego empezaría a recuperarse el ingreso. Lo que no supuso el Gobierno fue que se volvería a incurrir en un shock inflacionario, y tampoco que la variación de la recaudación de la Seguridad Social iba a caer a 30% con inflación de más de 50%, aun cuando ellos mismos sabían que comenzaban a disminuir las contribuciones patronales. Y si esto no se logra algún mecanismo que permita incluir el freno a la movilidad jubilatoria en un acuerdo de precios y salarios, la situación fiscal se torna inconsistente.
- ¿Cree que socialmente sería aceptable una iniciativa de esa naturaleza?
- Creo que Alberto Fernández llega con altas probabilidades de asumir la presidencia a partir de una coalición muy particular. Y si no logra estabilizar la economía en el arranque el problema lo va a tener después, porque no comenzará con caja suficiente para enfrentar la brecha fiscal.
- ¿Y del lado de los mercados, cree que le darán su aval a un plan que incluya los 5 puntos que propone, o esperarán a ver los primeros resultados?
- Los precios de los bonos de la deuda pública muestran que el mercado está descontando una reestructuración bastante agresiva, no como la del 2005. Y como dijo Guillermo Calvo: “Cuando la izquierda ajusta, la derecha acompaña”. El margen de maniobra del peronismo para tomar medidas duras cuando la economía está en la cuerda floja en general aparece. Hoy se ha acumulado una caída de la actividad del 7%, desde el segundo trimestre de 2018; en la anterior, que fue desde fines de 1998 a mediados de 2002 fue de 20%; y entre 2008 y 2009 fue de 7%; y ahora me parece que la recesión se puede extender hasta un 10% hacia fin de año. Por eso la pregunta es si se puede encontrar un esquema estabilización a partir de ese nivel, o si se cometerán más errores que lleven a un retroceso mayor de la actividad agregada.
Fotos: Lihue Althabe
Seguí leyendo: