A mediados de agosto, la quita del Impuesto al Valor Agregado (IVA) para los alimentos de la canasta básica tuvo un rápido efecto en la desaceleración de la inflación en productos de rubros como pan, leches, aceites, huevos, azúcar, pastas secas, arroz, harinas de trigo, polenta, pan rallado, yerba mate, mate cocido, té, conservas de frutas, hortalizas y legumbres y yogures. Sin embargo, con el transcurso de las semanas, ese efecto fue disminuyendo y los precios de esos productos se volvieron a incrementar como el resto.
Durante agosto, la variación del nivel general y de alimentos y bebidas del índice de precios que elabora la consultora Ecolatina fue de 3,8% y 3,6%, respectivamente; mientras tanto, en el caso de la canasta de los alimentos afectados por la quita del IVA fue de 2%, especialmente impulsado por aumentos en supermercados tradicionales (autoservicios o comercios de barrio que no estaban alcanzados por la medida). Con todo, el aumento fue menor en la segunda quincena, cuando fue aplicada la medida, por lo que no impactó plenamente en el mes.
El precio de los productos incluidos en la lista de exentos de IVA que más crecieron fueron aceites 7,5%; harina 4,8%; pastas secas 4,5%; arroz 3,9%; y yerbas 2,3 por ciento
Sin embargo, durante septiembre, esta canasta de alimentos sin IVA creció 5,3%, en línea con el capítulo de Alimentos y Bebidas (5,5%) y el Nivel General (+5,5%). Por lo tanto, una vez que la medida impactó sobre los precios de los bienes sin IVA, el ritmo de crecimiento de los precios parece ser el mismo que el del resto de los alimentos.
Según un relevamiento de la firma Focus Market, en septiembre -siempre en comparación con agosto-, el precio de los productos incluidos en la lista de exentos de IVA que más crecieron fueron aceites (7,5%), harina (4,8%), pastas secas (4,5%), arroz (3,9%) y yerbas (2,3%). En tanto, tuvieron un descenso rubros como leches 5,9% y pan rallado 10,4 por ciento.
“Aquellos productos a los que se les quitó el IVA tuvieron un baja promedio del 11% en la tercera semana de agosto, a diferencia del resto de los bienes de la canasta que registraron un aumento del 8% en promedio. Esta reducción del IVA permitió moderar las subas de precios de los alimentos y bebidas después del salto cambiario posterior a las PASO”, indicó Santiago Taboada, del Centro de Estudios Económicos de la consultora Orlando Ferreres & Asociados.
Pero también advirtió que ese efecto fue disminuyendo. “Cambió con el correr de las semanas, lo que observamos es que hubo cierta heterogeneidad en la evolución de los precios de los productos sin IVA. La mayoría registraron aumentos del orden del 5% y 7% recuperando cierto terreno. No obstante, consideramos que, de no haber existido esta medida, la suba de alimentos y bebidas de septiembre se debería haber ubicado muy cerca del 5%, en lugar del 3,8% que arrojó para el mes pasado”, agregó Taboada.
Los analistas estiman que, siempre y cuando no haya nuevas turbulencias cambiarias, puede haber una desaceleración lenta de la inflación, pero así y todo será difícil alcanzar este año un índice mensual menor al 3 por ciento
Baja de una vez
Para Damián Di Pace, director de Focus Market, el programa de quita de IVA fue efectivo en agosto, pero en septiembre en varias categorías ya está superando el 21% de quita del impuesto por aumento del acumulado bimestral agosto y septiembre.
“En agosto, la medida tuvo impacto hacia mediados de mes y en el caso de almacenes y pequeños comercios no podían descargar ese IVA y ahora eso se solucionó”, señaló Di Pace.
En septiembre, de acuerdo a las mediciones de la consultora, la categoría alimentos presenta una suba del 62% interanual, en tanto, las categorías que no tienen quita del IVA se movieron por encima: cuidado personal 67,8% y limpieza 60,5%; mientras que bebidas fue la de menor incremento (42 por ciento).
La categoría alimentos sin IVA acusó en septiembre una suba del 62% interanual, en tanto, las categorías que no tienen quita del IVA se movieron por encima: cuidado personal 67,8% y limpieza 60,5%; mientras que bebidas fue la de menor incremento (42 por ciento)
¿Lo peor ya pasó? Los analistas estiman que, siempre y cuando no haya nuevas turbulencias cambiarias, puede haber una desaceleración lenta de la inflación, pero así y todo será difícil alcanzar este año un índice mensual menor al 3%, ya que los precios continuarán ajustándose luego del shock posterior a las elecciones primarias (PASO).
“La parcial recomposición del ingreso de los trabajadores, que por ahora toma la forma de un bono pero no descartamos el adelantamiento de las cláusulas de renegociación vigentes en las distintas paritarias, también impondrá un piso elevado a la inflación en lo que resta del año”, agregó Ruiz. Por el lado de los alimentos, otra de las presiones puede venir por el lado del aumento de los combustibles, y en consecuencia, de los costos logísticos. Desde Ecolatina consideran que tendrán un crecimiento similar al del nivel general.
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