El resultado de las elecciones primarias abiertas simultáneas y obligatorias adverso al Gobierno generó desde la segunda mitad de agosto un severo punto de giro en el desempeño de la industria manufacturera y de la construcción, según revelaron los datos de actividad del Indec.
Después de un julio con indicadores que anticipaban la posibilidad de ingresar a agosto con niveles superiores a los ya deprimidos de un año antes, en particular en el caso de las manufacturas, el organismo oficial de estadística registró el pasaje de una contracción del 1,8% en julio a un receso de 6,4% en agosto, en ambos casos en comparación con el año anterior.
Y frente a medidas del Gobierno que se consideran tardías, y “oportunistas” con fines electorales, según sostienen muchos empresarios en estricto off de record, mientras que otros se manifiestan esperanzados con un cambio de rumbo por parte del candidato del Frente de Todos, Alberto Fernández, que fue recibido por los industriales en la sede de la UIA, ajustaron a la baja los presupuestos de actividad y empleo para los próximos 3 meses.
Dos rubros sensibles como son el empleo y las horas trabajadas se proyectan para el trimestre septiembre a noviembre con sendos saldos de respuesta negativa en casi 1 de cada 4 empresas, en contraste con apenas de 1 de cada 16 que esperan incorporaciones netas de personal.
Dos rubros sensibles como son el empleo y las horas trabajadas se proyectan para el trimestre septiembre a noviembre con sendos saldos de respuesta negativa en casi 1 de cada 4 empresas, en contraste con apenas de 1 de cada 16 que esperan incorporaciones netas de personal
Mientras que en lo referente a la intensidad del trabajo 1 de cada 3 empresarios anticipó que disminuirá y sólo 1 de cada 16 estimó que aumentará, como consecuencia de previsiones de mayor debilidad de las ventas internas, y mínima mejora de las exportaciones.
Desarrolladores inmobiliarios con menos negocios
Los resultados obtenidos por el Indec en la encuesta cualitativa de la construcción revelaron la perspectiva de una severa agudización de la crisis sectorial, porque al receso que venía manifestando el gasto público, pese al año electoral, por necesidades de caja, se agregaron el receso de la demanda privada potenciado por el control de cambios, la aceleración de la inflación y la suba de las tasas de interés.
De ahí que se acentuó en septiembre la previsión de profundización de la caída de la actividad en una proporción cercana a 3 de cada 4 desarrolladores, tanto entre los abocados preferentemente a la obra pública, como a la privada, pese a que por quinto mes consecutivo aumentaron los pedidos de permisos para construir en comparación con un año antes.
En línea con esa proyección, el Indec detectó que 1 de cada 2,5 empresarios del sector orientado a la obra privada planificó reducir la nómina de personal; y algo menos, 1 de cada 3 de los concentrados en la obra pública.
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