La empresa de golosinas Suchen, fabricante de productos clásicos de los años 80 como las tiras de Mielcitas y el jugo congelado Naranjú, se prepara para volver a producir luego de permanecer más de dos meses paralizada. Los propios empleados formaron una cooperativa y planean poner en marcha la planta, ubicada en Rafael Castillo, partido de La Matanza, en las próximas semanas.
Allí, además de las tradicionales Mielcitas y jugos, se fabricaban alfajores con la marca Suchen y snacks de semillas de girasol. Para volver a producir, los 88 empleados —en su mayoría mujeres— que formaron la cooperativa están esperando obtener un número de CUIT, un trámite que iniciaron en la AFIP, para poder comercializar los productos, y negociar con el propietario del inmueble que les permita unos “meses de gracia” en el pago del alquiler, hasta que comiencen a obtener ingresos y puedan ponerse al día con el pago.
Desde el año pasado, los propietarios de la firma comenzaron a pagar los salarios en varias cuotas y a otorgar vacaciones obligatorias y anticipadas
Según relató Silvia Ayala, delegada y empleada de la empresa por más de 12 años, desde el año pasado, los propietarios de la firma comenzaron a pagar los salarios en varias cuotas y a otorgar vacaciones obligatorias y anticipadas y la cantidad de materia prima se iba reduciendo. El 11 de julio, la fábrica cerró y los empleados no volvieron a tener noticias de sus dueños. “Veíamos que se estaba haciendo un vaciamiento de la empresa y no podíamos producir. Tampoco fue un problema de que el país esté mal, fue una mala gestión. La empresa sobrevivió a miles de crisis, como la de 2001. Es un producto barato”, explicó la delegada en declaraciones a Radio La Patriada.
Luego de denunciar por falta de pago de los salarios a los propietarios de la firma —Roberto y Maximiliano Duhalde—, los trabajadores tuvieron tres audiencias en el Ministerio de Trabajo de la provincia, pero no obtuvieron respuestas. Desde entonces, los empleados permanecen en la planta para “cuidar la fuente de trabajo”, destacó Ayala. Para sostenerse durante estos meses realizaron festivales y parrilladas. También recibieron donaciones de distintas agrupaciones sociales.
“Hace un mes decidimos hacer los trámites para formar la cooperativa. Justo viene la temporada de Naranjú y teníamos un poco de materia prima para arrancar y armar stock, lo que no estamos pudiendo hacer es salir a la venta porque no tenemos el permiso y el CUIT”, destacó Ayala.
Este próximo lunes, los trabajadores se reunirán en la Municipalidad de San Justo con el dueño del inmueble para solicitar dos o tres meses de plazo para abonar el alquiler del predio donde funciona la planta. Con todo, aseguraron que en estos meses no dejaron de abonar los servicios como electricidad y agua.
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