El economista Emmanuel Álvarez Agis advirtió que el Banco Central va a llegar muy “escuálido” a diciembre. Y consideró como “injustificable” que el FMI no haya realizado el desembolso de USD 5.400 millones que aun se mantiene pendiente de revisión. “Me parece que a nivel institucional es pésimo. Hiciste todo lo que te dijo el Fondo y el programa fracasó porque estuvo mal diseñado. El Fondo lo diseñó mal. Pero, además, hacés todo lo que te dicen y después no te dan la plata. Me parece que eso institucionalmente es inaceptable”, señaló.
Aunque advirtió que actualmente no está trabajando en el equipo del candidato a presidente Alberto Fernández, Álvarez Agis fue uno de sus economistas de consulta y destacó que sigue manteniendo una muy buena relación y que aceptaría colaborar con quien sea el próximo presidente. “La situación va a requerir muchísima ayuda, mucha suerte y mucha pericia. Todavía hay bastantes factores de incertidumbre que hacen difícil imaginar ese día”, destacó en declaraciones a radio La Red.
Aquí sus definiciones sobre cómo llegará la economía al 10 de diciembre y los desafíos del próximo Gobierno:
El dólar a diciembre
“Los controles de cambios se ponen para evitar perder reservas. Y hoy estás perdiendo reservas igual, de USD 90 millones por día. Llegás con un Banco Central muy finito, con muy pocas reservas pero con un dólar estable. Esa es la ventaja del control de cambio. Pero la desventaja es que llegás con dos tipos de cambios: el formal y el que se va a armando en el mercado financiero (llamado contado con liquidación)”, señaló.
¿Cuál va a ser ese tipo de cambio a diciembre?". Según Álvarez Agis, va a depender a depender si el Gobierno empieza a repagar la deuda de corto plazo, un instrumento muy usado por las pymes para financiarse. Si se pagan, es probable que una parte se dolarice a través del tipo de cambio paralelo.
El control de cambios
“La Argentina tiene que quedar con un control de cambios como los de los años 2003, 2004 y 2005, que no generaban muchos efectos colaterales. Es una economía donde no ahorramos en pesos, no por un problema cultural sino por un problema económico porque siempre que ahorramos en pesos nos va mal. Es un problema estructural y la ayudita es tener un control de cambios, pero uno que no te genera más problemas”, explicó.
Impuesto a la riqueza
“La Argentina tiene una estructura tributaria que tiene cosas básicas que están mal, pero un impuesto a la riqueza lo pensaría en el último lugar. En la Argentina tenés impuestos muy altos a las empresas y muy bajos a las personas y en general, la teoría tributaria en el mundo está tendiendo a bajar impuestos a la empresas y subir a las personas para incentivar que el dinero quede en las empresas produciendo y no se reparta entre los accionistas”, destacó.
Álvarez Agis detalló que en los Estados Unidos las empresas pagan impuestos a las ganancias del 22% al 22%, mientras que en la Argentina el porcentaje es del 35%. También advirtió que una persona que gana $5 millones por mes paga la misa alícuota máxima del impuesto que una persona que gana $90.000.
Los tres desafíos del próximo presidente
“Tenés una economía que hoy está en caída libre a nivel de actividad económica. ¿Por qué cae? Porque no sabés si va a venir la plata del FMI, si vamos apaga la deuda. El primer objetivo es estabilizar y poner la inflación en niveles que son altísimos, pero que los extrañamos, del 30%, que es la mitad de lo que tenemos ahora”, anticipó.
Según su visión, el presidente tiene que tener “tres pelotas” en el aire: el FMI, el mercado financiero y, la más importante, la situación interna del país. “Tenés que decidir si hacer todo junto o un programa más secuencial, lo que depende mucho del punto del partida”, dijo.
Dolarización
“Si agarrás todos los pesos de la economía y lo cambiás por dólares en el Banco Central, el tipo de cambio implícito está por encima de los 100 mangos. Dolarizar es poner un tipo de cambio muy alto. En general, la teoría dice que es para solucionar el déficit fiscal, pero las tres economías dolarizadas de América Latina (El Salvador, Ecuador y Panamá) perdieron su moneda y no solucionaron el défcit fiscal. No lo recomiendo bajo ningún punto de vista”, concluyó.
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