El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) informó que el Producto Bruto Interno (PBI) de Argentina avanzó un magro 0,6% interanual en el segundo trimestre del 2019, aunque las características recesivas de la economía siguieron dominando el escenario general.
El PBI argentino no registraba datos positivos desde el primer trimestre de 2018, cuando anotó un avance de un 4,1% en relación a igual período del año previo.
Argentina enfrenta una nueva recesión en su economía con creciente inflación, agravada por una crisis financiera que disparó el tipo de cambio y profundizó la caída en los activos locales, ante la reducida posibilidad de reelección para el presidente Mauricio Macri, después de la dura derrota en las elecciones primarias de agosto.
El ente estadístico detalló que el valor agregado del sector agricultura, ganadería, caza y silvicultura creció 46% en el segundo trimestre con respecto a igual lapso del año anterior, mientras que la industria manufacturera registró una baja en el nivel de actividad de 6,7% y la actividad de la construcción tuvo una baja de 5,6% interanual en el segundo trimestre.
Analistas consultados por Reuters coincidieron en que pese al buen desempeño del sector agroexportador –con una expansión interanual de 46%–, el deterioro en la actividad industrial y la construcción condicionaron el resultado del PBI del período abril-junio.
"En el segundo trimestre del año se apreciaba una economía que alternaba altas con bajas (…), empujada fundamentalmente por el sector agrícola. La industria y la construcción no ofrecían signos de recuperación", afirmó Pablo Besmedrisnik, director de la consultora Invenómica.
El valor agregado del sector agricultura, ganadería, caza y silvicultura creció 46% interanual entre abril y junio
"El agro seguirá siendo un sector que empujará al resto de la economía durante el segundo semestre. Si bien se preveía una recuperación lenta de diferentes sectores durante la segunda mitad, las turbulencias financieras y políticas y el recrudecimiento de la inflación conspirarán para retomar la senda de crecimiento", añadió Besmedrisnik.
Este jueves se conoció que la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) bajó drásticamente sus previsiones de crecimiento para este año y el próximo en las tres mayores economías de América Latina, entre ellas la Argentina.
En el caso de Argentina, el panorama se deterioró significativamente por la depreciación del peso y la imposición de controles de capital. Las expectativas son de una contracción económica de un 2,7% en 2019, con un recorte de seis décimas respecto del informe anterior, y de un 1,8% en 2020.
"La incertidumbre sobre las políticas es alta y la inflación ha vuelto a subir. Se prevé que la producción se contraiga fuertemente en la mitad final de 2019 y comienzos de 2020″, puntualizó el reporte.
"Tras las elecciones de octubre, el próximo Gobierno tendrá que revelar sus planes en detalles para políticas macroeconómicas que ayuden a recuperar la confianza y asegurar la estabilidad", añadió.
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