La abrupta caída de los depósitos en dólares que sufrieron los bancos desde las PASO obligó a un cambio del negocio casi de la noche a la mañana. Ante la obligación de devolver cerca de USD 10.000 millones a pedido de sus clientes, la mayoría de las entidades salió a cancelar de manera acelerada los créditos que habían otorgado a las empresas para prefinanciar exportaciones.
Aunque suena un tanto exagerado, algunos banqueros ya hablan de ponerle un punto final al negocio de intermediar en moneda extranjera. "Parece un contrasentido, pero la realidad es que así como está diseñado no sirve para nada captar dólares del público", explican.
Los depósitos en moneda extranjera cayeron en USD 10.000 millones desde el 12 de agosto hasta ahora, pasaron de USD 32.500 millones a USD 22.500 millones. Una buena parte de esas divisas estaba preventivamente "encajada" en cuentas del Central, lo que permitió dar una rápida respuesta a los clientes.
La buena noticia de las últimas jornadas es que ese goteo de dólares está llegando a una mínima expresión. Pero nadie es capaz de descartar que se vuelva a calentar la tendencia en los próximos meses, considerando que se aproximan las elecciones presidenciales y luego el cambio de gobierno.
Para evitar sorpresas, los bancos se apuraron en salir a cancelar préstamos en dólares que otorgaron a empresas exportadoras. Nadie descarta una segunda oleada de retiro de depósitos por las elecciones y luego la asunción del nuevo gobierno
Los préstamos en dólares también cayeron en los últimos 30 días, pero en menor medida: cerca de un 10%, pasando de 16.000 a 14.000 millones de dólares, ante la decisión de los bancos de no renovarlos al vencimiento, ante el cambio de escenario que impuso el control de cambios. Esto significa que hasta las PASO aproximadamente la mitad de los depósitos en moneda extranjera se prestaba y el resto se mantenía como encaje, es decir quedaban a resguardo.
Incluso el financiamiento en dólares se canaliza en operaciones a seis meses en promedio, que es lo que usualmente se pacta para prefinanciar exportaciones. Esto permitiría reducir de una manera bastante rápida el stock existente.
Se estima que por lo menos hasta fin de año la mayoría de los bancos, en especial los privados, continuarán pidiéndole a las empresas que devuelvan los préstamos en moneda dura. Esto representa un duro golpe (uno más) para las pymes, especialmente para aquellas que venían haciendo el esfuerzo de abrir mercados de exportación.
"Esto nos cayó como un mazazo, porque refinanciar la línea en dólares era algo que ya venía sucediendo hace tiempo. Que ahora te pidan cancelar el préstamo complica a muchas empresas", señalaron desde una cámara industrial que agrupa a gran cantidad de pequeñas y medianas empresas, muchas de ellas exportadoras.
La alternativa que ofrecen a las compañías que se ven afectadas es reemplazar esos préstamos en dólares por uno en pesos, pero la diferencia de tasas es abismal. El costo que se cobra por una prefinanciación de exportaciones se suele ubicar incluso por debajo del 5% anual en dólares.
Los exportadores no quieren volver al descalce de monedas, vender en dólares y financiarse en pesos
Toda esta situación obliga a un replanteo de todo el negocio en dólares. No es un tema menor, porque las colocaciones en moneda extranjera que hasta principios de agosto recibían los bancos representaban el 30% del total en promedio del sistema.
Pero lo concreto es que muchas entidades no ven ya ningún negocio en captar dólares que en buena medida luego no podrán prestar. Por eso, a pesar de la fuerte salida de depósitos la tasa que pagan por un plazo fijo en moneda dura no suele superar el 1% anual para un plazo de 30 días. Esto es menos de lo que paga un banco en los Estados Unidos. En cambio, pueden elevar la tasa a niveles de 3 ó 4% anual si la colocación se hace a un año.
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