En una publicación de Harvard, un economista argentino criticó el paper de Sturzenegger sobre los errores económicos

Rafael Di Tella, profesor de la prestigiosa universidad norteamericana, aseguró que el cambio de metas de inflación no fue determinante en el derrumbe de la política económica del Gobierno y cuestionó la decisión de adoptar el gradualismo para evitar el “estigma” de ser considerado de derecha

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Federico Sturzenegger
Federico Sturzenegger

El ex presidente del Banco Central (BCRA), Federico Sturzenegger, estuvo durante la última semana en el centro del debate económico luego de publicar un paper en el que analizó los distintos errores que se cometieron durante la gestión.

Entre sus declaraciones más destacadas se encuentran críticas al Poder Ejecutivo por no garantizar la independencia del Banco Central -manifestado en los cambios de metas de inflación el 28 de diciembre de 2017-; la decisión de implementar una política fiscal gradualista que no obstante aumentó el déficit en 2016; la decisión de Luis Caputo de rescatar las Lebac pero no licitar un monto de divisas equivalente; y lo que consideró una baja demasiado abrupta de tasas por parte del actual titular del BCRA, Guido Sandleris, durante los primeros meses de 2018.

Su análisis no tuvo consenso unánime. Otro economista argentino, Rafael Di Tella, publicó un paper propio en el que criticó duramente varias de las conclusiones a las que llegó Sturzenegger y le achacó la responsabilidad de distintos errores que llevaron a la desarticulación del plan macroeconómico del Gobierno.

El trabajo, titulado "Comentarios sobre 'La Macro de Macri' de Federico Sturzenegger", fue publicado en la Harvard Business Review, una revista de investigación bajo la órbita de la prestigiosa universidad estadounidense, en la que Di Tella se desempeña como profesor de administración empresarial.

Rafael Di Tella
Rafael Di Tella

En concreto, Di Tella criticó la implementación del plan de metas de inflación por parte del equipo económico, relativizó la afirmación de Sturzenegger acerca de que el cambio en las metas jugó un rol determinante en su derrumbe y cuestionó la decisión política del Gobierno de adoptar el gradualismo para evitar "el estigma de ser considerado como de derecha".

Además, indicó que una de las fallas principales fue "que los funcionarios no parecieron haber sido conscientes de la incertidumbre que su plan acarreaba", y criticó a Sturzenegger por no poder transmitirlo con éxito.

"Lo que sorprende de este paper, si uno acepta su premisa básica sobre la necesidad de implementar un ajuste fiscal gradual, es lo poco que Sturzenegger pudo influir sobre la situación en la que él y su equipo tuvieron que trabajar, y lo optimista que se mantuvo ante el resto de las restricciones que enfrentó", expresó Di Tella.

El plan de metas de inflación

Según Sturzenegger, Di Tella indica, "la razón excluyente que afectó un plan desinflacionario que estaba rindiendo sus frutos fue el cambio en las metas". Pero "A pesar de que esta afirmación es intrigante, no explica por qué Macri y los otros funcionarios no advirtieron su progreso y lo despidieron", cuestiona el economista. "Sería irónico si, después de todo, pudiéramos concluir que al final el talón de Aquiles de Macri fue la falta de visión a largo plazo típica de los gobiernos populistas", agrega.

Di Tella asegura que el paper de Sturzenegger tampoco deja en claro cómo planeaba garantizar la sostenibilidad del plan. Y menciona dos grandes problemas. El primero fue que "en ningún lugar hay una explicación exhaustiva sobre la manera en que las altas tasas de interés dispuestas lograrían moderar la inflación". Mientras que el segundo refirió a los altos niveles de inflación que el país tenía al momento de implementar el plan, y la viabilidad del método de objetivos para lograr una reducción sostenida.

Banco Central
Banco Central

Con respecto al primer ítem, el economista indica que el documento estudiado apuntaba a las expectativas como un factor fundamental, debido a que permitía combinar la dinámica inflacionaria con una política monetaria que no fuera excesivamente contractiva. Es decir, sin tener que aumentar más las tasas de interés.

No obstante, asegura que el marco teórico en el que el plan funcionaría distó del escenario real donde el plan se implementó. Explicó que el modelo funciona en casos de inflación moderada, y que debe haber una noción generalizada sobre su eficiencia para que sea efectivo.

La coyuntura económica del país estaba lejos de ese escenario: "el crecimiento fue de hecho negativo, muy debajo de las proyecciones positivas del Gobierno. Puede presumirse que las autoridades comprendían que las expectativas, que eran de recesión, no permitían el avance hacia la convergencia deseada".

A pesar de que hubo pasajes donde el objetivo se cumplió, "quedó claro en las etapas iniciales que el mecanismo previsto no estaba dando resultados y que la política monetaria era excesivamente contractiva, por lo que cualquier efecto desinflacionario estaba ocurriendo por alguna otra causa, distinta a la que el Gobierno aseguraba".

En tanto, al hablar de los niveles de inflación recibidos, Di Tella expresó que, en contraste con la iniciativa del BCRA, en los procesos exitosos de desaceleración el método de objetivos se implementó sólo con el objetivo de consolidar el plan, luego de aplicar otras recetas "más dolorosas"."El plan de Sturzenegger no podía distar más de los escenarios donde otros países usaron objetivos de inflación", expresó.

Además, el economista resaltó como un aspecto clave para el éxito del plan la "ausencia de una preponderancia fiscal". Es decir, de tener la reducción del déficit como uno de los objetivos principales en materia económica. Y nota que, a pesar de que el BCRA "era consciente de su carácter necesario", insistió en seguir adelante con el plan a pesar de que el déficit fiscal no sólo no se redujo, sino que aumentó durante el primer año de la gestión oficialista.

Esto, aseguró, impactó en la credibilidad de la autoridad monetaria: "Podría pensarse que los argentinos, al haber pasado hiperinflaciones y varios defaults, le dan importancia a la consistencia de un plan fiscal a la hora de decidir si le creen a una autoridad monetaria. Por ello, si el plan de Sturzenegger de usar metas de inflación en un marco de gradualismo parecía arriesgado al principio, a finales de 2016 se volvió extremadamente difícil de justificar", indicó.

En consecuencia, Di Tella relativizó el rol del cambio en las metas de inflación del 28 de diciembre y la interferencia política por parte del Poder Ejecutivo. "La idea es que un cambio en las prioridades fiscales devino en demandas de menor desinflación. Esto suena estrambótico, además de que el mismo Sturzenegger escribió que la desaceleración entró en una meseta durante la segunda mitad de 2017 y que las expectativas para el 2018 ya se habían incrementado en 2,3%", remarca.

La conferencia de prensa del
La conferencia de prensa del 28 de diciembre del 2017

También cuestiona el riesgo de cambiar las metas, algo que Sturzenegger consideró fatal para el plan: "Me pregunto acerca de los efectos negativos de reconocerlo públicamente para buscar apoyo. Tal vez generaría más credibilidad que parecer testarudo".

Por ende, concluye, "una explicación más simple es que el rendimiento macro de Argentina fue pobre, que no hubo desinflación significativa en comparación con los índices dejados por el kirchnerismo, y que la defensa de Sturzenegger de su sorprendente programa fue poco convincente".

La decisión política de adoptar el gradualismo y la independencia del BCRA

Di Tella cuestionó la implementación del gradualismo, asegurando que no logró cumplir su objetivo principal que, en palabras de Sturzenegger, era "evitar el estigma de ser considerado un gobierno de derecha".

Además se preguntó si las políticas que incrementaron el déficit en 2016 dieron algún rédito y si se estaba guardando capital político para beneficiar al plan económico en algún otro momento: "Las restricciones políticas de Sturzenegger se parecen un poco al gato de Cheshire de 'Alicia en el País de las Maravillas': ahora me ves, ahora no me ves", graficó.

Para continuar fundamentando su postura, el economista indicó que la velocidad con la que se aumentaron las tarifas de servicios en 2016 contrastó de manera drástica con el gradualismo. "Es mucho más probable que esto contribuyera al estigma de ser de derecha que una política de ajuste fiscal", analizó.

Que el BCRA no fue independiente durante su gestión fue tal vez la declaración más saliente del paper de Sturzenegger. Di Tella la cuestionó también haciendo referencia a una baja de tasas de interés durante los primeros primeros meses de 2018 que el ex BCRA dijo motorizó un aumento en el riesgo país.

"Sturzenegger escribió que no hubo 'justificación razonable' para hacerlo, pero no explica por qué lo hizo. Tal vez él le explicó en detalle los efectos a los funcionarios, pero estos eran sencillamente insaciables. En ese caso, deberíamos reconsiderar quienes son los populistas en Argentina", ironizó.

En consecuencia, el economista finalizó su crítica indicando que, más allá de los cuestionamientos que le pueda hacer a la implementación de plan económico, la mayor "es que las principales autoridades políticas no parecen haber sido conscientes de toda la incertidumbre que el plan conllevaba". Esto era responsabilidad de Sturzenegger, dijo, y no lo logró.

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