Los representantes del sector inmobiliario presentaron en la tarde del miércoles una serie de alternativas a las autoridades del Banco Central para que las personas que quieran adquirir una propiedad puedan acceder a los dólares necesarios sin restricciones, a pesar de las medidas de control de cambio que entraron en vigencia la semana pasada y que pusieron un tope de USD 10.000 mensuales.
Desde el BCRA les anticiparon a las cámaras que la prioridad será destrabar inmediatamente la compra de dólares por encima del tope mensual para los casos de los créditos hipotecarios ya adjudicados y listos para escriturar. Y que luego se implementará un mecanismo de acceso para las compras de viviendas familiares, menores a 220.000 UVA, unos USD 146.000.
Este mecanismo funcionaría a través de un escribano que elabore un "certificado digital" que encuadre la operación inmobiliaria en gestión, para posibilitar el acceso por parte del comprador al mercado de cambios.
Desde el Central, señalaron que sólo se admitirá el acceso al mercado cambiario a través de autorizaciones individuales certificadas por escribano y descartaron cualquier otra opción instrumental, según señaló Claudio Caputo, presidente del colegio de escribanos porteños.
"El banco que recibe el certificado lo transmite al Banco Central que lo autorizaría en forma inmediata", relató Armando Pepe, presidente del Colegio Único de Corredores Inmobiliarios de la Ciudad de Buenos Aires (Cucicba), que destacó la buena predisposición de las autoridades del BCRA para solucionar el tema.
Las propuestas que tienen más consenso son las que están dirigidas a destrabar las compraventas de viviendas típicas para los sectores de ingresos medios
"Quedamos en profundizar algunas propuestas procurando compatibilizar las necesidades del sector y de la población en general con el objetivo de preservar las reservas del Banco Central que hoy resulta imperioso y prioritario. Las propuestas que tienen más consenso son las que están dirigidas a destrabar las compraventas de viviendas típicas para los sectores de ingresos medios", explicó Issel Kiperszmid, vicepresidente de la Camara Empresaria de Desarrolladores Urbanos (CEDU).
"Las escrituras de viviendas para los sectores de ingresos medios y menores representan, en número, la mayor cantidad de compraventas. Si se le encuentra una solución a ese problema se habrá resuelto una parte sustancial de las limitaciones que generó la restricción al acceso al mercado de cambios", agregó Kiperszmid.
De la reunión participaron el gerente general de la entidad, Nicolás Gadano, y representantes de la Cámara Inmobiliaria Argentina (CIA), la Cámara Empresaria de Desarrolladores Urbanos (CEDU), la Asociación Empresarios de la Vivienda (AEV), el Colegio Único de Corredores Inmobiliarios de la Ciudad de Buenos Aires (Cucicba) y los colegios de escribanos de Capital Federal y provincias de Buenos Aires.
"Vamos a seguir trabajando en conjunto para evaluar las situaciones de las personas que quieren acceder a una vivienda y por la normativa no están pudiendo", indicaron desde el Banco Central.
Con todo, desde algunas de las cámaras expresaron preocupación porque consideran que el punto 9 de las medidas comunicadas por el BCRA —que prohíbe el acceso al mercado de cambios para el pago de deudas y otras obligaciones en moneda extranjera al 31 de agosto de 2019— no contempla los casos de compradores con boletos de compraventa ya firmados.
"Hay un tema de seguridad jurídica de los contratos entre privados preexistentes", indicó Carlos Spina, secretario general de AEV.
Además, el lunes pasado, las cámaras inmobiliarias se reunieron con las autoridades de la AFIP para solicitar una disminución del costo del impuesto a la transferencia de inmuebles (ITI), que hoy es del 1,5% del valor de la propiedad. La respuesta fue la de rigor: cualquier cambio impositivo depende de una decisión de Hacienda y no de la entidad que dirige Leandro Cuccioli, que aplica la política tributaria, no la decide.
Según los datos del colegio de Escribanos porteño, el 2019 cerrará con los peores números de la historia para el negocio inmobiliario. La entidad comenzó a relevar la cantidad de escrituras anuales desde 1998 y estiman que durante este año el mercado estará por debajo de las 30.000 operaciones, una cifra menor a la registrada incluso en 2001 y en los años del cepo cambiario.
La alta devaluación, que no se tradujo en una baja significativa de los precios de las propiedades; la caída de los créditos hipotecarios y la incertidumbre económica y política redujeron las ventas a sus niveles mínimos, con 14 meses consecutivos de caída en la ciudad de Buenos Aires.
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