El presidente Mauricio Macri confirmó vía Twitter la firma de la extensión del acuerdo de libre comercio automotriz con Brasil por 10 años.
"Extendimos por 10 años el libre comercio automotriz con Brasil para crear empleo de calidad para los Argentinos. El acuerdo que firmamos hoy es clave para la industria. Extendimos por 10 años el libre comercio de vehículos, una tarea pendiente desde la creación del Mercosur", destacó el mandatario.
Además, agregó que:
– "La industria automotriz representa nuestro segundo complejo exportador, el 40% de las exportaciones de manufacturas de origen industrial y genera más de 160 mil empleos entre directos e indirectos".
– Este acuerdo es fundamental porque le da previsibilidad a las terminales y a todos los que integran la industria para que puedan desarrollarse y crear empleo de calidad para los argentinos.
El ministro de Producción y trabajo Dante Sica llegó hoy a Río de Janeiro y se reunió con el ministro de Economía Paulo Guedes y el secretario de Comercio Exterior Marcos Troyjo.
"Este es el plazo más extenso alcanzado entre ambos países", detalló Sica. El ministro subrayó que este cronograma "brinda a las terminales automotrices y autopartistas nacionales un horizonte de previsibilidad y les permitirá orientar sus inversiones consolidando el patrón de especialización que aseguren escalas de producción rentables".
En cuanto al flex que debe regir el comercio en este período, el plan establece que será de 1,7 hasta junio de 2020. Esto significa que a partir de ahora, por cada dólar que se compre al mercado vecino, cualquiera de los dos países podrá vender 1,7 dólares. Esa proporción irá a 1,8 dólar de productos a vender, por cada dólar comprado, a partir de 2020.
"Este trato pone punto final a las guerras fiscales entre provincias argentinas y estados brasileños. Establece que cualquier planta nueva que se instale con preferencias fiscales, fuera de las que ya están listadas en este acuerdo, quedarán afuera del régimen, sin sus beneficios", expresó el ministro de Producción en la conferencia de prensa posterior al anuncio.
Para el gobierno argentino, "esto garantiza que las nuevas inversiones se instalen a partir de criterio de competitividad" y no de subsidios. El ministro subrayó que tanto los dos países "estamos embarcados en un proceso der integración al mundo" y recordó la velocidad que tomaron las negociaciones internacionales, con el resultado del tratado con la Unión Europea. Así, se subrayó en especial que este convenio con Brasil, que modifica el Protocolo 42 del ACE 14 (Acuerdo de Complementación Económica firmado bajo el paraguas de la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio), "se alinea con el acuerdo celebrado con la UE".
El ministro brasileño Paulo Guedes prefirió destacar que el pacto con el gobierno argentino "nos permite hoy celebrar un nuevo paso en la dirección marcada por el presidente Jair Bolsonaro durante la campaña electoral. Y es que después de décadas de economías cerradas y de la idea de autosuficiencia económica, podemos avanzar hacia la apertura de nuestra economía. Y encontramos en el gobierno argentino la misma disposición".
Guedes subrayó también que este acuerdo bilateral es "una decisión estratégica, pues perfila una apertura gradual pero segura, de acuerdos bilaterales cada vez más abarcadores. Esto nos va a permitir aumentar la competitividad de la industria brasileña". Sica concordó con esa visión al decir: "Los años de encierro del Mercosur aumentaron los problemas de competitividad. Estos procesos de integración inteligente y pausada van a facilitarla". Con todo hay un cambio importante a tener en cuenta en este nuevo protocolo ACE: se reduce el contenido nacional de la producción de autos de 60 a 50%.
Este trato pone punto final a las guerras fiscales entre provincias argentinas y estados brasileños. Establece que cualquier planta nueva que se instale con preferencias fiscales, fuera de las que ya están listadas en este acuerdo, quedarán afuera del régimen, sin sus beneficios (Sica)
En términos políticos, el brasileño se refirió a este acuerdo como un trato "entre Estados", de modo que no puede ser revisto. Además, dijo, "contó con el apoyo de las industrias terminales".
El trasfondo de esta negociación
El presidente Macri había confirmado los 10 años de transición hasta la liberación total del comercio de autos entre los dos países, aún cuando no era público cuánto iba a poder exportar cada país al socio por cada dólar que importa. La norma vigente, que permite vender 1,5 dólar (en autos) por cada dólar comprado, benefició hasta ahora a la industria brasileña, cuyas terminales superaron con creces esa proporción. Esto se tradujo en varios años de balanza comercial deficitaria en el segmento de vehículos y autopartes.
Después de décadas de economías cerradas y de la idea de autosuficiencia económica, podemos avanzar hacia la apertura de nuestra economía. Y encontramos en el gobierno argentino la misma disposición (Guedes)
Una manera de sincerar ese "desvío" brasileño de los topes pactados (vendieron a razón de 1,8 dólares por cada divisa norteamericana comprada en el país), es precisamente cómo debe evolucionar el flex hasta 2030.
El trasfondo de esta negociación tiene que ver con la distribución de las inversiones automotrices en la próxima década. Una liberación total del comercio bilateral con Brasil a partir de 2020, como se había previsto en 2016, llevaría a una desinversión del sector en la Argentina y una absorción por parte de Brasil de los proyectos futuros de ampliación de montadoras o, inclusive, instalación de nuevas plantas. Eso es justamente lo que señaló Mauricio Macri en su tuit.
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