Todavía no había concluido la reunión en Río de Janeiro, entre los ministros Dante Sica y Paulo Guedes, cuando el presidente Mauricio Macri decidió anticiparse. En un Twitter adelantó que se iba a firmar el nuevo acuerdo para el comercio bilateral de autos y que éste regiría los próximos 10 años. Sica explicó el adelanto en conversación directa con Infobae: "Es que los brasileños nos dijeron que el presidente Jair Bolsonaro iba a tuitear algo parecido. Pero después no lo hizo".
Minutos de embarcar rumbo a Buenos Aires, el ministro contó las peripecias de unas negociaciones entre los dos países que se iniciaron en enero de este año. "Las negociaciones no fueron nada fáciles, al principio. Nosotros les dijimos que no podíamos ir al libre comercio en 2020″, es decir, cuando finalizara el último pacto sectorial concretado en 2016, que preveía el libre intercambio de autos para el próximo año.
Ellos querían que la liberación total del comercio automotor se produjera dentro de los cuatro años de gobierno de Bolsonaro
– ¿Cuál era la posición de Brasil?
– Ellos querían que la liberación total del comercio automotor se produjera dentro de los cuatro años de gobierno de Bolsonaro (que finaliza en diciembre de 2022). Entonces, nosotros planteamos colocar el nuevo régimen del sector en línea con lo que habíamos arreglado con la Unión Europea. En definitiva, era una discusión temporal. Quiero aclarar que en todo momento tuvimos un diálogo muy franco entre los dos gobiernos.
– Pero ¿no estuvo en juego en esta negociación cuál de los dos socios se queda con la mayor cantidad de inversiones en el sector?
– Esto quedó explícitamente resuelto a través de la cláusula que incorporamos al acuerdo y que entrará en vigor en cuanto lo apruebe la ALADI (ya que reemplaza al ACE 14 firmado anteriormente por ambos países). Es la que establece que las nuevas inversiones en el sector no podrán ser subsidiadas mediante estímulos tributarios, tanto por parte del Estado central como de los estados provinciales. De lo contrario, deberán pagar arancel pleno para entrar en cualquiera de los dos mercados. El otro elemento central en este acuerdo es que, al establecer un plazo de 10 años para llegar a la meta del libre comercio, se pone fin a la necesidad de renovar tratos cada dos o tres años, lo que creaba incertidumbre para las inversiones, cuyo ciclo en esta industria es de 6 años. De modo que ahora tendrán previsibilidad.
Tuvimos el total apoyo de ADEFA y de los autopartistas de AFAC. Todos salieron a aprobarlo
– ¿Quién usó más de los subsidios a las automotrices: Brasil o Argentina?
– En este caso fue Brasil. Los estados provinciales son muy fuertes y tienen la posibilidad de desgravar impuestos para nuevas plantas. En Argentina, las desgravaciones solo son realizadas por el Estado nacional. Esto significa una clarificación para la competitividad entre industrias.
– ¿Contaron con el apoyo de las automotrices y los fabricantes de autopartes en el diseño de este nuevo acuerdo?
– Desde luego, tuvimos el total apoyo de ADEFA y de los autopartistas de AFAC. Todos salieron a aprobarlo. Quiero añadir que los dos países estamos embarcados en un proceso de integración al mundo y que, precisamente, eso es lo que explica la velocidad que tomaron nuestras negociaciones internacionales, como la ya realizada con la Unión Europea y con el EFTA (la Asociación de Libre Comercio de Europa que incluye a los países europeos que no están dentro de la UE).
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