"Tenía la esperanza, al igual que los mercados financieros y los países vecinos, de que se iba a imponer la cordura y se le iba a dar una oportunidad al programa de Macri, que necesita más que 4 años para rendir sus frutos. Los mercados reaccionaron por eso, luego de las PASO", aseguró el chileno Klaus Schmidt-Hebbel en diálogo con Infobae.
Este doctor en economía del MIT no tiene medias tintas: critica el "populismo kirchnerista", desconfía de Alberto Fernández y, directamente, acusa a Cristina Kirchner de ser "la mujer que creo es la que más ha robado en la historia de la humanidad".
"Es dramático lo que vemos en los mercados financieros con los activos argentinos; es algo que refleja la enorme preocupación por los anuncios que hizo Alberto Fernández en la campaña respecto de restablecer algunas de las políticas de la ex presidente Kirchner que hundieron a Argentina en una gran recesión", explicó quien fue economista jefe en la OCDE, en París; del Banco Mundial, en Washington, y gerente de Investigación Económica del Banco Central chileno. Hoy asesora empresas y es profesor en la Universidad del Desarrollo, la Universidad Católica de Chile y la Universidad de Chile.
Fernández dice y después se desdice. Creo que no va a haber cepo, pero los mercados financieros reaccionaron tan fuerte por las promesas de campaña que hizo
— Fernández asegura que no va a poner cepo, que su relación con los mercados va a ser buena y que no habrá default.
— Fernández dice y después se desdice. Creo que no va a haber cepo, pero los mercados financieros reaccionaron tan fuerte por las promesas de campaña que hizo. Lo mejor para Argentina sería que ahora se desdiga y que explique que seguirá el rumbo de normalización económica de Macri. Los mercados están preocupadísimos, la devaluación del peso argentino ha sido enorme. Para lo que viene sería terrible un cepo, pero también elevar los aranceles, colocarle impuestos a las exportaciones, ampliar nuevamente los subsidios y fijar los precios por debajo de los costos. Todo eso hundiría a la Argentina en una recesión mucho más profunda que la actual y derivaría en un ajuste económico más violento. Hoy hay recesión porque Macri cometió un gran error: no hizo el ajuste fiscal hasta el tercer o cuarto año de su gobierno.
— ¿Qué otros errores cometió Macri?
— El gran error fue una completa inacción en materia de ajuste fiscal. Fue de locos hacerlo el tercer año y que haya sido de tal magnitud. Segundo, creyeron –y el ex ministerio Nicolás Dujovne lo dijo en Chile– que era evitable una recesión luego de ese enorme ajuste fiscal. Fueron excesivamente optimistas. El tercer error fue después de la elección, con las medidas populistas que se tomaron. El pueblo argentino reconoce eso como populismo.
Es dramático lo que vemos en los mercados financieros con los activos argentinos; es algo que refleja la enorme preocupación por los anuncios que hizo Alberto Fernández en la campaña respecto de restablecer algunas de las políticas de la ex presidente Kirchner que hundieron a Argentina en una gran recesión
— Usted es muy crítico de la ex presidenta Cristina Kirchner, e incluso de quienes la votan.
— Hablo como observador externo, pero es muy curioso que una masa cívica importante, cerca del 47%, busque reelegir como vicepresidente a la mujer que creo es la que más ha robado en la historia de la humanidad. Parece que al votante medio argentino le importa cero elegir otra vez a una mujer que documentadamente es una ladrona. Una persona que con una banda de colaboradores se quedó con miles de millones de dólares. Que la elijan una tercera vez es algo tremendo.
— La ex presidente no tiene ninguna condena por corrupción.
— Es posible que ella sea exculpada de muchas de esas acusaciones por falta de pruebas, pero yo le doy credibilidad a todos los testigos, testaferros y colaboradores arrepentidos que declararon en la Justicia. Detrás de todo esto está un problema que debe haber empezado en los años 50 en la Argentina: una sucesión de gobiernos largos, de izquierda y de derecha, que en vez de construir instituciones las destruyeron. Cuando se destruyen las instituciones en forma sistemática nombrando jueces por simpatía, violando la independencia del Banco Central, corrompiendo a todo el sistema político, la tolerancia a la corrupción aumenta y los ciudadanos se preocupan menos si obtienen algún subsidio social o un trabajo en el aparato público. Es dramático. En Chile nos pasó lo mismo por 80 años, hasta la dictadura de Pinochet, y después tuvimos la suerte y la habilidad de reconstruir instituciones democráticas. La corrupción en América Latina en general campea, pero eso no es excusa para que se reelija a una personas que la Justicia ha documentado que fue parte de una camarilla que robó miles de millones.
Espero que Fernández, que ha dado muestras de razonabilidad, prosiga en este curso de enmendar algunas de las peores cosas que prometió en su campaña, que marque un rumbo coherente y que elija a un muy buen equipo económico
— ¿Por que Argentina pasó de un viernes de algarabía a un lunes negro luego de votar? ¿Hubo sobrerreacción de los mercados?
— Por errores de los encuestadores o por ser muy optimistas, los mercados no pensaban que iba a ganar Fernández de esa manera. Pero los encuestadores se equivocan en todas partes del mundo: por Donald Trump no daban un peso, y ganó. Fueron las promesas electorales de Macri, básicamente continuar el profundo ajuste fiscal, muy doloroso y muy difícil para buena parte de la sociedad, versus lo que promete Fernández, una corrección radical de la actual ortodoxia económica (que creo que es la única forma para normalizar la economía argentina). Hubo un gran shock internacional y ahora espero que Fernández, que ha dado muestras de razonabilidad, prosiga en este curso de enmendar algunas de las peores cosas que prometió en su campaña, que marque un rumbo coherente y que elija a un muy buen equipo económico, a buenos técnicos.
— ¿En ese contexto, quién cree que podría ser un buen candidato a ministro de Economía de Fernández?
— Me gustaría ver gente de la Universidad de San Andrés y la Di Tella. De esta última estuvieron muchos en Banco Central en la administración Macri, pero después se fueron. Ojalá Guillermo Calvo pudiese asesorar a Fernández, que tendría que escuchar más a la enorme cantidad de brillantes economistas argentinos que están en los mercados financieros en Estados Unidos y en la academia.
— ¿Por ejemplo?
— Dentro de Argentina yo vería a alguien como Pablo Guidotti; hay profesores en el MIT, buenos técnicos que no pasaron por la política aún. Mariano Tommasi, de San Andrés. Al grupo de Andrés Neumeyer y Federico Sturzenegger se le podría dar una segunda oportunidad, con más autonomía esta vez, para remendar los errores cometidos. De alguna forma rara, en Argentina los que llegan a los gobiernos no son necesariamente la gente más talentosa, mejor formada y con más experiencia internacional. Si le pudiese recomendarle algo a Fernández, le pediría que sea lo más ecléctico y práctico posible. Además, el próximo presidente deberá renegociar las condiciones con el Fondo. Fernández tiene que dar señales muy claras de que se compromete a una gestión macroeconómica bastante ortodoxa. Es la única forma para no tener un desastre financiero que paguen todos los argentinos.
Cuando se destruyen las instituciones en forma sistemática nombrando jueces por simpatía, violando la independencia del Banco Central, corrompiendo a todo el sistema político, la tolerancia a la corrupción aumenta y los ciudadanos se preocupan menos si obtienen algún subsidio social o un trabajo en el aparato público
— ¿Cómo ve el contexto económico en la región?
— Hay riesgos que han explotado en los últimos meses. Los de corto plazo son de crecimiento, el bull market de Estados Unidos que parece acabarse y la guerra comercial. Trump pone nervioso a los mercados y hay una altísima volatilidad. En el vecindario, Argentina y Venezuela impactan sobre la región. En Chile, por ejemplo, tenemos cinco o seis grandes empresas que cotizan, a nivel local y en Nueva York, que tienen enormes inversiones en Argentina que ya se han visto afectadas. El resto de las economías de Latinoamérica son muy abiertas: si se resfría el mundo y hay una recesión mundial –que hoy tiene una probabilidad de un 38% para los siguientes 12 meses– eso le pega el doble a América Latina, en promedio. Hoy, ese es el riesgo mayor. Luego hay dos grandes certezas que ya nos pegan en el día a día. Uno es la catástrofe global del medioambiente por el calentamiento global y la pérdida de biodiversidad. Y está la cuarta revolución industrial, que implica que un tercio de nuestros trabajos van a ser redundantes en 10 años.
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