La semana financiera terminó en el punto más bajo en cuanto a cotizaciones. Es muy poco lo que puede rescatarse en cuanto a variables, aunque en el plano interno puede destacarse la estabilización del tipo de cambio y de las tasas.
Muy diferente fue lo acontecido con los precios de acciones y bonos, golpeados por la incertidumbre política y económica local, a la vez que arrastrados por el panorama sombrío que se extendió en las bolsas globales, al tensarse más la "guerra comercial" entre los EEUU y China.
El dólar para la venta al público encadenó cuatro ruedas consecutivas sin variantes en sucursales del Banco Nación, a 57 pesos. En el promedio de bancos terminó a $57,31, mientras que en el segmento mayorista concluyó a $55,15, apenas 15 centavos más que el viernes pasado.
El nuevo ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, puesto en funciones el martes, fue enfático en asegurar que "el presidente Mauricio Macri me dio un mandato central que es garantizar la estabilidad del tipo de cambio en este período".
El dólar calmo exigió pagar algunos costos. El BCRA vendió en la semana USD 256 millones para nutrir la oferta, más USD 240 millones a cuenta del Tesoro, en un marco de debilidad para las reservas internacionales, también presionadas por la salida de depósitos en dólares del sistema financiero. En torno a USD 58.000 millones, los activos del Central caen al monto más bajo desde el 14 de diciembre.
En ese aspecto, el BCRA convalidó el rango de 75% anual para las tasas de política monetaria, la de las Letras de Liquidez (Leliq), cuyo stock en $1.286.080 ($1,29 billón) llegó a superar de manera puntual al de la Base Monetaria, ante la firme esterilización que comanda la entidad emisora.
En cuanto a las acciones, éstas sobrellevaron dos "lunes negros" en el mes. El 12 de agosto los precios fueron sepultados por la amplia derrota de la fórmula del oficialismo en las elecciones primarias: cayeron un histórico 46% en promedio en dólares.
El 19 de agosto, mientras había feriado en la Argentina, los ADR se desplomaron otro 8% en dólares, después de que Alberto Fernández, el candidato con más chances de llegar a la Presidencia en las elecciones de octubre, declaró que había que "sentarse a discutir uno por uno" con los acreedores privados, palabras que se interpretaron como una clara intención de reestructurar la deuda soberana en 2020.
Las acciones argentinas acumulan una pérdida de 40% en dólares en el transcurso de 2019
Sucedieron tres días de paulatina recuperación de las valuaciones, abortadas este viernes por el vehemencia del presidente de los EEUU, Donald Trump, quien llamó a las grandes empresas de su país a "que comiencen inmediatamente a buscar una alternativa a China, lo que incluye traer sus compañías a CASA y hacer sus productos en EEUU", en un nuevo episodio de la guerra de aranceles cruzados entre las dos mayores potencias económicas del mundo, que en conjunto explican casi el 50% del PBI global.
Mientras que los principales índices de Wall Street perdieron entre 2,4 y 3 por ciento, el índice S&P Merval de la Bolsa porteña se hundió 5,2%, a 26.542 unidades, la puntuación más baja desde el 29 de agosto de 2018, hace casi un año.
El principal referente de ByMA (Bolsas y Mercados Argentinos) acumula en 2019 una pérdida de 12,4% en pesos, y de 40,1% en dólares. Son precios que reflejan el estado de la economía, los más bajos -medidos en dólares- desde el 22 de noviembre de 2012, en el marco de una recesión que se perpetúa y después de haber resignado la mitad de su valor en dólares en 2018.
Poco que agregar para la deuda soberana. Los analistas financieros consideran que los bonos argentinos están en situación de "default" ante el limbo político en el que está sumida la Argentina hasta el 10 de diciembre. Por lo tanto, el duro impacto que sufrieron los títulos soberanos de países emergentes fue menos rotundo para los papeles domésticos, casi fuera del radar inversor.
Por eso el Riesgo País argentino subió 14 unidades, un moderado 0,7%, a 1.809 puntos básicos, aún en máximos en una década.
Los bonos argentinos mantienen rentabilidades exorbitantes, aunque a estos precios escasean tanto los vendedores como los compradores. El Bonar 2020, un título en dólares con legislación argentina que vence en poco más de un año, ofrece una tasa de retorno de 74,8% anual en el mercado secundario. Los Bonar 2024 y 2025, también en dólares con ley argentina, pagan 38,8 y 32,2 por ciento anual.
Son rendimientos incomparables para cualquier activo en el mundo. Tanto, que incrementan las dudas sobre su repago , pues "hasta el santo desconfía" de semejante promesa de ganancias.
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