El mensaje que ofrecieron este martes a la mañana, de forma absolutamente coordinada, el flamante ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, y el presidente del Banco Central, Guido Sandleris, buscó llevar tranquilidad a los mercados y a la sociedad de que el objetivo primordial del Gobierno es "la estabilidad del dólar" y minimizar los impactos de la devaluación de la semana pasada.
Lacunza primero, y Sandleris después con más precisión, plantearon que el BCRA utilizará todas las herramientas que tiene disponibles para estabilizar el valor del dólar. "Hay un consenso de que el tipo de cambio es muy competitivo y por eso hemos visto al Banco Central interviniendo más activamente la semana pasada y lo continuará haciendo", aseguró la autoridad monetaria.
Pero la pregunta es: ¿Tendrá suficiente poder de fuego el Central para evitar nuevas disrupciones cambiarias cuando todavía faltan dos meses para las elecciones de octubre?
Es clave cómo puede actuar la oposición, ya que cualquier declaración del candidato presidencial del Frente de Todos, Alberto Fernández, puede impactar directamente en los mercados, ya que salió triunfante en las PASO por casi 17 puntos y se perfila para ser el próximo presidente de la Nación. De hecho, el domingo dijo que iba a discutir "uno por uno" con los tenedores de títulos argentinos y el lunes fue negro para los activos argentinos en Wall Street, con una merma promedio en las acciones del 7% y de 5% en los bonos. A su vez, el riesgo país subió 14 por ciento.
El objetivo de las conferencias de prensa fue tratar de calmar la incertidumbre, pero no cuentan con muchos instrumentos. Es un escenario difícil que te tranquilice porque nadie sabe qué pasa después del 10 de diciembre (Juan Luis Bour)
Es por ello que Hernán Lacunza ya comenzó a reunirse con los economistas de los diferentes partidos, de forma tal de acordar algunas condiciones básicas y evitar que las elecciones influyan en los mercados.
De todas maneras, los economistas aseguran que si bien ambos mensajes fueron claros y buscaron llevar tranquilidad, la paz cambiaria no está garantizada. "El objetivo de las conferencias de prensa fue tratar de calmar la incertidumbre, pero no cuentan con muchos instrumentos. Es un escenario difícil que te tranquilice porque nadie sabe qué pasa después del 10 de diciembre", aseguró Juan Luis Bour, director de la Fundación de Investigaciones Latinoamericanas (FIEL).
El analista agregó que no "esperaba milagros" y que "el BCRA -al que hay que mirar más que a Hacienda- está limitado en sus instrumentos en relación al juego que reciba de las personas (básicamente oposición) que opinan de eso".
"La estabilidad cambiaria no está garantizada porque depende de la capacidad de intervención acotada en un contexto de mucha incertidumbre. Y mucho va a depender de la moderación de Alberto. La dinámica es compleja; vamos a tener dos meses larguísimos", afirmó Gabriel Caamaño, de Ecoledesma.
De todas formas, el analista consideró apropiados ambos discursos, tanto el de Lacunza asegurando el cumplimiento de las metas fiscales, como el de Sandleris haciendo foco en el dólar, ya que "ayuda a despejar dudas de corto plazo". "Hoy hubo una clara marcada de cancha, tanto desde lo discursivo como desde la práctica, ya que el BCRA intervino y lo seguirá haciendo", agregó Caamaño.
Bour también destacó como positivo que se haya ratificado el objetivo fiscal, "muy importante para mantener el acuerdo con el FMI".
La estabilidad cambiaria no está garantizada porque depende de la capacidad de intervención acotada en un contexto de mucha incertidumbre. Y mucho va a depender de la moderación de Alberto. La dinámica es compleja (Gabriel Caamaño)
Para el economista Diego Martínez Burzaco, "el mensaje fue de sincronización entre la política fiscal responsable, la política cambiaria rígida y una continuidad de política monetaria dura". "El foco será evitar más sobresaltos del dólar, algo muy coherente como objetivo de corto plazo. Veremos hasta dónde se anima el mercado a probar la fuerza del BCRA", afirmó, al agregar que "la clave será la contundencia de la intervención".
A su turno, Christian Buteler, sostuvo que lo que sucedió este martes fue un "reconocimiento de la situación actual y de la necesidad de sostener el tipo de cambio", pero se mostró con dudas sobre "cómo se va a lograr eso".
Matías Rajnerman, de Ecolatina, tampoco se mostró optimista respecto de lo que pueda suceder con la estabilidad cambiaria. Tampoco él cree que esté garantizada, pese a los deseos oficiales y los mensajes de Lacunza y Sandleris de hoy. Según el economista, "las presiones cambiarias serán fuertes, más aún en un contexto donde el BCRA tiene pocas herramientas". "Si bien tiene muchas reservas, tiene muchas limitaciones para usarlas, por lo que la defensa de la paridad cambiaria va a ser débil", aseguró.
El BCRA tiene un arsenal importante de reservas que la Argentina no tuvo en otras crisis con las que a veces se compara a la presente coyuntura (Alfredo Gutiérrez Girault)
Por su parte, Alfredo Gutiérrez Girault, profesor de Política Económica Argentina de la UADE, consideró que si bien es "complejo" llevar serenidad tanto a los agentes financieros como a la sociedad en general, "el BCRA tiene un arsenal importante de reservas" que la Argentina no tuvo en otras crisis con las que a veces se compara a la presente coyuntura.
"Hoy se subrayó la importancia de mantener acotada la volatilidad en el mercado de cambios y ese objetivo de estabilización va a estar respaldado con las reservas, algo que creo permitirá lograrlo. Hoy se vio una leve reducción con una intervención razonable", aseguró el académico.
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